Ortuño Duplaix, Emilio (1933-VVVV): El legado del torero «Jumillano»
Emilio Ortuño Duplaix, conocido en el mundo taurino por el sobrenombre de «Jumillano», es un matador de toros español que dejó una huella importante en la historia del toreo. Nacido en Salamanca el 19 de agosto de 1933, Jumillano es recordado no solo por sus destrezas en el ruedo, sino también por su contribución posterior a la tauromaquia en el ámbito ganadero y organizativo.
Orígenes y contexto histórico
Emilio Ortuño nació en un contexto social y cultural donde el toreo formaba una parte integral de la identidad española. Desde joven, mostró un interés y una inclinación por el mundo taurino, algo que no sorprendió a quienes conocían la relevancia de la tauromaquia en la cultura española. Fue en la ciudad de Salamanca, un lugar con gran tradición taurina, donde Ortuño Duplaix comenzaría a forjar su destino como uno de los grandes exponentes del toreo de su época.
El 19 de mayo de 1950, Emilio dio sus primeros pasos en el mundo del toreo, vistiendo por vez primera el traje de luces para lidiar en una novillada en el ruedo burgalés. Este primer encuentro con los toros fue solo el comienzo de una carrera que lo llevaría a lo más alto de la tauromaquia. Jumillano rápidamente mostró su valentía y destreza, ganándose el respeto de los aficionados y profesionales del sector.
Logros y contribuciones
Emilio Ortuño alcanzó la fama por su capacidad para enfrentarse a los toros con una mezcla de habilidad y valentía. El 29 de junio de 1950, debutó en la plaza de toros de Zaragoza, acompañado por picadores, marcando un hito importante en su carrera. Este debut fue solo el primero de muchos otros en diversas plazas de toros de renombre.
En 1952, Jumillano vivió un momento crucial en su carrera: su presentación en la emblemática Plaza Monumental de Las Ventas de Madrid, el 12 de junio. Este evento representaba no solo la culminación de años de esfuerzo y dedicación, sino también el inicio de una etapa de consolidación como matador de toros en los escenarios más grandes y exigentes del toreo.
Apenas dos meses después, el 10 de agosto de 1952, Emilio Ortuño tomaría su alternativa en la Plaza de Las Arenas de Barcelona. En un acto significativo, su padrino, Agustín Parra Dueñas (“Parrita”), le cedió los trastos con los cuales lidiaría su primer toro, un astado de la ganadería de don Manuel Sánchez Cobaleda. Acompañado por el diestro gaditano Rafael Ortega Domínguez, que actuó como testigo, Ortuño vivió uno de los momentos más esperados de su carrera.
Momentos clave
El toreo de Emilio Ortuño estuvo marcado por algunos momentos clave que consolidaron su nombre en la historia del toreo. Algunos de los hitos más relevantes de su carrera incluyen:
-
Debut en la novillada: 19 de mayo de 1950, en Burgos, marcando el inicio de su andadura en el toreo profesional.
-
Debut en Zaragoza: 29 de junio de 1950, en la plaza de toros de Zaragoza, acompañado de picadores.
-
Presentación en Las Ventas: 12 de junio de 1952, en la Plaza Monumental de Las Ventas de Madrid.
-
Toma de alternativa en Barcelona: 10 de agosto de 1952, en la Plaza de Las Arenas, con Agustín Parra Dueñas como padrino.
-
Retiro en 1957: Tras solo cinco años en activo, Ortuño decide retirarse del toreo en 1957, dejando una huella imborrable en la historia de la tauromaquia.
Pese a su retirada temprana, su influencia en el mundo taurino no disminuyó. Tras abandonar los ruedos, Emilio Ortuño se dedicó con igual pasión a la crianza de ganado bravo, una actividad que le permitió seguir vinculado a su gran amor: los toros.
Relevancia actual
El legado de Emilio Ortuño sigue vigente en el mundo taurino, tanto por su destacada carrera como torero como por su aporte posterior a la industria taurina. Su implicación en la ganadería y la organización de festejos taurinos hizo que su influencia fuera más allá de los ruedos.
A pesar de haberse retirado a una edad temprana, la figura de «Jumillano» sigue siendo recordada y respetada entre los aficionados a la tauromaquia. Su dedicación a la crianza de ganado bravo le permitió seguir aportando al desarrollo de la tauromaquia, asegurando que el arte de lidiar toros continuara evolucionando.
Hoy en día, se le recuerda como un ejemplo de dedicación y pasión por la tauromaquia. Aunque su carrera fue breve, su impacto perdura en la memoria de aquellos que vivieron sus grandes momentos en el ruedo y en los aficionados que siguen celebrando su legado.
MCN Biografías, 2025. "Ortuño Duplaix, Emilio (1933-VVVV): El legado del torero «Jumillano»". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/ortunno-duplaix-emilio [consulta: 18 de octubre de 2025].