Ortega, Nufrio (s. XVI). El escultor renacentista que dejó su huella en la catedral de Sevilla

Nufrio Ortega fue un destacado escultor español del siglo XVI, cuya obra se integró en el espléndido Renacimiento. Su nombre no es tan conocido como otros de su tiempo, pero su legado es innegable gracias a su contribución en importantes trabajos escultóricos, entre los que destaca su participación en el retablo mayor de la catedral de Sevilla. A lo largo de su carrera, Ortega no solo trabajó en la realización de esculturas de gran calidad, sino que también dejó su impronta como discípulo y heredero artístico de su padre, el también escultor Francisco Ortega. La historia de su vida y obra está marcada por la influencia de su familia y por su paso por la catedral sevillana, un hito que lo posicionó como uno de los escultores más importantes de su tiempo.

Orígenes y contexto histórico

Nufrio Ortega nació en un contexto de gran dinamismo cultural y artístico, el siglo XVI, época en la que España atravesaba una transición entre el final del Medioevo y la consolidación del Renacimiento. Esta era de profundos cambios, tanto en lo político como en lo social, permitió el florecimiento de las artes, con un resurgimiento del humanismo y una clara influencia de los grandes maestros italianos.

La ciudad de Sevilla, donde Ortega desarrolló la mayor parte de su carrera, era en ese momento uno de los centros culturales más importantes de Europa. En este ambiente de efervescencia artística, Ortega se formó como escultor bajo la tutela de su padre, Francisco Ortega, quien ya era reconocido en el ámbito artístico sevillano. Esta formación familiar fue crucial para el desarrollo del joven Nufrio, quien, al igual que su hermano Bernardino, continuó el legado artístico de su familia.

Logros y contribuciones

A lo largo de su carrera, Nufrio Ortega demostró ser un escultor de gran destreza técnica, capaz de capturar en sus obras la expresividad y la detallada minuciosidad propias del Renacimiento. Su trabajo se caracterizó por un realismo y una devoción religiosa que lo hizo destacar dentro de la corriente artística de su época.

Uno de los logros más importantes de Ortega fue su colaboración en la creación del retablo mayor de la catedral de Sevilla, un proyecto monumental que se lleva a cabo durante el siglo XVI. Este retablo es una de las obras más importantes del arte renacentista en España, y Ortega desempeñó un papel crucial en su confección, trabajando junto a su hermano Bernardino. Su contribución en este retablo le permitió dejar una marca perdurable en la historia del arte religioso español.

Aparte de su participación en el retablo de la catedral de Sevilla, Ortega también realizó otras esculturas y trabajos artísticos en diversas iglesias y catedrales españolas. Su estilo se integró perfectamente con las corrientes artísticas del Renacimiento, pero también supo adaptar la tradición gótica española, creando obras que combinaron la elegancia renacentista con el sentido religioso y simbólico que requerían las instituciones eclesiásticas.

Momentos clave

  1. 1555 – Retablo mayor de la catedral de Sevilla: Este fue, sin duda, uno de los momentos más destacados en la carrera de Nufrio Ortega. Junto a su hermano Bernardino, contribuyó significativamente a la escultura de los lados del retablo mayor de esta emblemática catedral, que fue uno de los principales encargos artísticos de la época.

  2. La influencia de Francisco Ortega: Al haber sido discípulo y heredero del trabajo de su padre, Nufrio Ortega continuó con el legado escultórico de la familia Ortega. La formación en el taller paterno le permitió desarrollar una técnica depurada y adaptada a las exigencias del Renacimiento.

  3. Trabajo en otras iglesias y catedrales: A lo largo de su vida, Ortega también realizó trabajos en otras iglesias y monumentos religiosos de renombre, lo que consolidó su prestigio como escultor en la región.

Relevancia actual

La obra de Nufrio Ortega ha dejado una huella perdurable en la historia del arte español, particularmente en la escultura religiosa del Renacimiento. A pesar de que su nombre no es tan reconocido como el de otros artistas de su época, su contribución a la catedral de Sevilla le asegura un lugar destacado dentro de los artistas más importantes del siglo XVI. Hoy en día, el retablo mayor de la catedral de Sevilla sigue siendo una de las piezas más admiradas por su belleza y maestría, y el trabajo de Ortega sigue siendo estudiado y valorado por historiadores del arte y expertos en el Renacimiento español.

Además, la figura de Nufrio Ortega es un ejemplo de cómo la tradición artística familiar puede influir profundamente en el desarrollo de un artista. Su relación con su padre y su hermano Bernardino marcó su estilo y le permitió continuar con una tradición escultórica de gran calidad que ha llegado hasta nuestros días. Aunque su figura se ha desvanecido parcialmente en la historia, la importancia de su trabajo no debe ser subestimada, y sigue siendo objeto de admiración en el ámbito del arte religioso y renacentista.

La obra de Ortega también sigue siendo un referente para la escultura moderna, especialmente para los artistas que buscan aprender de la tradición clásica del Renacimiento y su fusión con las tradiciones artísticas españolas.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Ortega, Nufrio (s. XVI). El escultor renacentista que dejó su huella en la catedral de Sevilla". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/ortega-nufrio [consulta: 29 de septiembre de 2025].