Bernardo Ortega (s. XV). El escultor que dejó su huella en la catedral de Sevilla
Bernardo Ortega fue un destacado escultor español del siglo XV, cuya obra marcó un antes y un después en el arte religioso de su época. Nacido en una época de grandes cambios para la escultura y las artes plásticas en la península ibérica, Ortega supo integrar en su trabajo las influencias de las corrientes artísticas renacentistas y góticas que estaban en pleno auge. A lo largo de su carrera, Bernardo Ortega dejó un legado que perdura hasta nuestros días, siendo reconocido por su habilidad técnica y su capacidad para dar forma a las creencias y valores de la época a través de sus esculturas.
Orígenes y contexto histórico
La vida de Bernardo Ortega transcurrió en un contexto histórico marcado por la transición entre la Edad Media y el Renacimiento. La España de finales del siglo XV y principios del siglo XVI estaba experimentando una serie de transformaciones políticas, religiosas y culturales, lo que influiría directamente en el arte de la época. Sevilla, en particular, se encontraba en una posición privilegiada como centro comercial, político y cultural, lo que favoreció el desarrollo de las artes, incluidas la escultura y la arquitectura.
Ortega, nacido en este entorno, supo adaptarse a los nuevos tiempos y encontrar su lugar en la ciudad que, por entonces, era una de las más prósperas de Europa. La influencia de la arquitectura gótica aún era fuerte, pero las nuevas ideas renacentistas comenzaban a hacerse notar. Esto se reflejó en la escultura de la época, que comenzó a experimentar una evolución hacia un estilo más naturalista y detallado.
Logros y contribuciones
A lo largo de su carrera, Bernardo Ortega realizó una serie de contribuciones significativas al arte de la escultura religiosa. Su trabajo más reconocido fue el relacionado con la catedral de Sevilla, uno de los monumentos más emblemáticos de España. En 1509, Ortega fue nombrado por el cabildo de la catedral para trabajar en el retablo mayor de este imponente edificio. Esta tarea supuso un hito en su carrera, ya que le permitió mostrar su maestría en la creación de esculturas de gran tamaño y detallado realismo.
El retablo mayor de la catedral de Sevilla, obra encargada a Ortega, fue una de las más ambiciosas de la época, reflejando la magnificencia del lugar y la importancia de la religión en la vida cotidiana. Su trabajo en esta obra es considerado una de las piezas clave en el desarrollo de la escultura renacentista en España.
Además de este logro, Bernardo Ortega también fue responsable de la reparación de las sillas del coro de la catedral en 1522, otro ejemplo de su dedicación al arte religioso. Estas sillas, utilizadas durante las ceremonias litúrgicas, son un ejemplo del refinamiento y la habilidad técnica de Ortega, quien pudo combinar funcionalidad y belleza en sus diseños.
Momentos clave de la vida de Bernardo Ortega
A lo largo de su carrera, varios momentos claves marcaron su trayectoria como escultor. A continuación se presentan algunos de los hitos más relevantes:
-
1509: Nombramiento por parte del cabildo de la catedral de Sevilla para trabajar en el retablo mayor, un encargo de gran envergadura que consolidó su reputación como escultor.
-
1522: Reparación de las sillas del coro de la catedral de Sevilla, una obra que demostró su destreza técnica y su capacidad para adaptarse a las necesidades funcionales del edificio.
-
Maestro de su familia: Bernardo Ortega no solo fue un destacado escultor, sino también un maestro que transmitió sus conocimientos a su hijo Francisco Ortega y a su nieto Bernardino Ortega, ambos escultores reconocidos.
Relevancia actual
A pesar de que la figura de Bernardo Ortega puede no ser tan conocida como la de otros escultores renacentistas, su trabajo sigue siendo fundamental para entender el desarrollo de la escultura en el contexto de la transición entre el gótico y el Renacimiento en España. La influencia de Ortega perdura en la catedral de Sevilla, donde sus obras siguen siendo admiradas por miles de visitantes cada año. Además, su legado como maestro de generaciones posteriores, como su hijo y su nieto, asegura que su influencia perdure en la historia de la escultura española.
La escultura de Ortega, que combina elementos góticos con las primeras influencias del Renacimiento, se mantiene como un ejemplo de la capacidad del arte para reflejar los cambios sociales, políticos y religiosos de una época. A través de su trabajo, Ortega contribuyó a la riqueza cultural de España, dejando una marca indeleble en la historia del arte.
En la actualidad, su legado se estudia y se conserva como una parte esencial del patrimonio artístico de Sevilla y de la escultura española en general.
MCN Biografías, 2025. "Bernardo Ortega (s. XV). El escultor que dejó su huella en la catedral de Sevilla". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/ortega-bernardo [consulta: 29 de septiembre de 2025].