Fernando Mena (ca. 1520-1585). El médico humanista que reformó la medicina española del Siglo de Oro
La historia de la medicina española en el siglo XVI no puede comprenderse sin la figura de Fernando Mena, un médico erudito que, desde su cátedra en Alcalá y su puesto en la Corte, desempeñó un papel clave en la transición del galenismo arabizado al humanismo médico. Sus obras, traducciones y comentarios sobre los clásicos grecolatinos, así como su cercanía a corrientes hipocratistas, le convirtieron en un pilar fundamental del pensamiento médico renacentista en España.
Orígenes y contexto histórico
Nacido en Socuéllamos (Ciudad Real) hacia 1520, Fernando Mena se formó en un momento de gran efervescencia intelectual. La medicina europea se encontraba en plena transformación, con un paulatino abandono de las interpretaciones árabes del galenismo y un retorno a las fuentes clásicas grecolatinas impulsado por el humanismo renacentista.
Mena se educó en la Universidad de Alcalá, una de las instituciones más prestigiosas del momento en el ámbito médico. Allí obtuvo los grados de bachiller en 1540, licenciado en 1543 y doctor en 1545. Alcalá de Henares, en ese tiempo, era un foco de renovación científica, especialmente en lo que respecta a las ciencias de la salud.
Su carrera académica lo llevó a ocupar, durante ocho años, la cátedra de vísperas de medicina, donde comenzó a destacar como defensor de un pensamiento médico más riguroso y crítico. En 1553, reemplazó a Diego de León en la cátedra de prima, un puesto estratégico para influir en la orientación doctrinal de toda la escuela médica de Alcalá. Con su llegada y la de otros humanistas, la institución consolidó su giro hacia una medicina más fiel a los textos originales de autores como Galeno y Hipócrates.
Logros y contribuciones
La labor científica de Fernando Mena se centró en la traducción, comentario y difusión de tratados médicos clásicos, particularmente de Galeno, el gran médico grecorromano. Esta tarea no solo requería un profundo conocimiento del griego y del latín, sino también una comprensión crítica del contenido, que Mena enriquecía con anotaciones y observaciones propias.
Entre sus obras más destacadas se encuentran:
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«Claudii Galeni de pulsibus ad tyrones Liber, e Graeco in Latinum conversus» (1553): una traducción del tratado galénico sobre el pulso, fundamental para el diagnóstico clínico.
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«Liber Galeni de urinis… cum commentariis locupletissimis» (1553): versión comentada de otro texto esencial para la evaluación del estado de salud a través de la orina.
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«Liber de ratione permiscendi medicamenta…» (1555): tratado sobre la composición de medicamentos, ampliamente difundido con una reedición en España y hasta cuatro en Italia, la última en 1625.
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«Commentaria… in libros de sanguinis missione et purgatione Claudii Galeni…» (1558): comentarios sobre las técnicas de purga y sangría.
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«Methodus febrium omnium et earum symptomatum curatoria…» (1568): análisis sobre las fiebres y sus tratamientos, con un apéndice que incluía la única traducción que hizo de textos hipocráticos.
Estos trabajos situaron a Mena como una figura central en el debate entre el galenismo tradicional, influido por la medicina árabe medieval, y el nuevo galenismo humanista. En este contexto, adoptó una postura ecléctica, pero claramente orientada hacia la revalorización de las enseñanzas originales de Hipócrates y Galeno, con una cercanía intelectual evidente a otros médicos avanzados de su tiempo como Francisco Valles y Cristóbal de Vega.
Momentos clave
A lo largo de su trayectoria, Fernando Mena vivió varios hitos decisivos que marcaron no solo su desarrollo personal, sino también el rumbo de la medicina académica en España:
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1540-1545: Finaliza su formación médica en Alcalá con la obtención del doctorado.
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1545-1553: Ocupa la cátedra de vísperas en la Universidad de Alcalá.
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1553: Asciende a la cátedra de prima, desplazando a un defensor del galenismo arabizado.
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1553-1558: Publica las principales traducciones y comentarios sobre Galeno.
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1555: Su tratado sobre medicamentos alcanza difusión internacional, reflejo de su prestigio creciente.
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1560: Es nombrado médico de cámara de Felipe II, uno de los cargos más importantes de la medicina oficial en la Corte.
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1568: Publica su tratado sobre las fiebres, que incluía estudios hipocráticos y evidencia de su pensamiento clínico más avanzado.
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1585: Fallece en Madrid, siendo su autopsia practicada por su discípulo Francisco Díaz, un testimonio claro del respeto y legado que dejó entre sus contemporáneos.
Relevancia actual
La figura de Fernando Mena ha sido parcialmente eclipsada por otros nombres de la medicina renacentista, pero su impacto sigue siendo fundamental para comprender el tránsito del pensamiento médico medieval hacia un enfoque más humanista y empírico en España. Su apuesta por volver a las fuentes clásicas y su espíritu crítico frente a las tradiciones arabizadas anticiparon la modernización de la medicina que culminaría en siglos posteriores.
Además, su papel como médico de cámara de Felipe II le sitúa en el núcleo del poder político y cultural de la España imperial, lo que refuerza la importancia de su perfil como mediador entre el saber académico y la práctica médica real.
Su visión sobre Galeno, a quien consideraba un continuador esclarecedor del pensamiento hipocrático, lo alinea con una corriente que buscaba conciliar fidelidad a los clásicos con observación clínica y método racional. Esta postura fue clave para la consolidación del modelo hipocratista en Alcalá, que influiría a generaciones posteriores de médicos.
Entre sus discípulos más notables se encuentra Francisco Díaz, pionero en urología, quien le rindió homenaje no solo en su obra, sino también practicándole la autopsia tras su muerte, lo cual da cuenta de la estima y reconocimiento de su entorno académico y profesional.
Legado bibliográfico
El legado de Fernando Mena no solo se encuentra en sus aportes doctrinales y traducciones, sino también en la huella que dejó en la historiografía médica española. Varios autores lo han destacado como una figura clave del siglo XVI, incluyendo estudiosos y bibliografías especializadas:
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Claudii Galeni de pulsibus ad tyrones Liber, e Graeco in Latinum conversus, Alcalá, J. de Brocar, 1553.
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Liber Galeni de urinis… cum commentariis locupletissimis, Alcalá, J. de Brocar, 1553.
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Liber de ratione permiscendi medicamenta…, Alcalá, J. de Brocar, 1555.
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Commentaria… in libros de sanguinis missione et purgatione Claudii Galeni…, Alcalá, J. de Brocar, 1558.
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Methodus febrium omnium et earum symptomatum curatoria… Accessit Liber de septimestri partu et de purgantibus medicinis, Amberes, C. Plantin, 1568.
Estudios biográficos
Entre los estudios que analizan su figura destacan:
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HERNÁNDEZ MOREJÓN, A.: Historia bibliográfica de la medicina española, 7 vol., Vda. de Jordán e hijos, 1842-1852, vol. III, pp. 14-16.
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CHINCHILLA, A.: Anales históricos de la medicina en general y biográfico-bibliográficos de la española en particular, 4 vols., Valencia, Imp. de López y Cía., 1841-1846, vol. I, pp. 245-246.
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SANTANDER, Teresa: Hipócrates en España (siglo XVI), Madrid, Dirección General de Archivos y Bibliotecas, 1971.
La figura de Fernando Mena representa, en definitiva, un eslabón esencial en la evolución de la medicina occidental, destacando por su rigor filológico, su compromiso con el pensamiento clásico y su influencia duradera en la formación médica de su tiempo.
MCN Biografías, 2025. "Fernando Mena (ca. 1520-1585). El médico humanista que reformó la medicina española del Siglo de Oro". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/mena-fernando [consulta: 28 de septiembre de 2025].