Ana Laguna (1955-VVVV). La estrella de la danza contemporánea que brilló al lado de Mats Ek y Rudolf Nureyev

Ana Laguna, nacida en Zaragoza el 16 de mayo de 1955, es una de las figuras más emblemáticas de la danza contemporánea española. A lo largo de su carrera, ha dejado una huella imborrable tanto en el mundo del ballet clásico como en las coreografías más innovadoras. Desde sus primeros pasos en la danza hasta sus presentaciones junto a grandes figuras internacionales como Rudolf Nureyev, su vida y obra son testimonio de una trayectoria llena de dedicación, pasión y logros destacados.

Orígenes y contexto histórico

La carrera de Ana Laguna comenzó a una edad temprana. Con solo seis años, empezó a formarse en el arte de la danza bajo la tutela de María de Ávila en Zaragoza. Desde sus primeros años de formación, Laguna mostró una gran destreza y una sensibilidad única hacia la danza, lo que le permitió destacarse rápidamente en el ámbito local. Su dedicación y amor por la danza fueron determinantes para forjar su futuro en este exigente mundo artístico.

Durante su juventud, España estaba inmersa en un periodo de grandes cambios sociales y políticos. Aunque el régimen franquista había llegado a su fin en 1975, el país seguía experimentando una transición hacia la democracia. La danza, aunque ya reconocida como una disciplina artística, no contaba con la misma visibilidad ni el apoyo institucional que tiene hoy. Sin embargo, esto no fue un impedimento para Laguna, quien continuó formándose y buscando oportunidades en el extranjero.

Logros y contribuciones

En 1973, un punto de inflexión en la carrera de Ana Laguna ocurrió cuando el Ballet Cullberg visitó Madrid. En ese momento, Laguna aprovechó la oportunidad y solicitó una audición, siendo rápidamente contratada. Este fue el inicio de una relación estrecha con la danza contemporánea y el ballet de vanguardia. A lo largo de los años, su talento y destreza le permitieron asociarse con algunos de los nombres más importantes del ballet moderno.

En 1980, Laguna empezó una relación sentimental y profesional con el coreógrafo Mats Ek, uno de los más influyentes de su tiempo. Juntos crearon algunas de las obras más emblemáticas del ballet contemporáneo, convirtiéndose en una de las parejas más destacadas de la danza mundial. Entre las obras más significativas que estrenaron juntos se encuentran San Jorge y El Dragón (1976), La Casa de Bernarda Alba (1978), Giselle (1982), Carmen (1992) y On Malta (1996). Estos ballets no solo innovaron en la danza, sino que también contribuyeron a redefinir el clásico repertorio de ballet con nuevos enfoques artísticos y una estética fresca y contemporánea.

Uno de los momentos más destacados de la carrera de Laguna fue su colaboración con el legendario bailarín Rudolf Nureyev, con quien tuvo el honor de compartir el escenario durante su visita a Estocolmo en 1981. Nureyev, una de las figuras más grandes de la danza clásica, reconoció el talento y la habilidad de Laguna, quien brilló junto a él en una actuación inolvidable.

Momentos clave

A lo largo de su carrera, Ana Laguna ha sido parte de muchos momentos claves que han marcado un antes y un después en la historia de la danza. A continuación, se destacan algunos de los más significativos:

  1. 1973: Audición y contratación con el Ballet Cullberg en Madrid.

  2. 1980: Inicio de su relación profesional y sentimental con Mats Ek.

  3. 1981: Actuación junto a Rudolf Nureyev en Estocolmo, un hito en su carrera internacional.

  4. 1991: Estreno de la obra The Flight de Jean-Pierre Perrault en la inauguración de la Casa de la Danza en Estocolmo.

  5. 1991: Presentación de Giselle en Valladolid, con motivo del 150 aniversario de la creación de la coreografía original.

  6. 1994: Regreso a Madrid para actuar en la VI Gala del Día Internacional de la Danza.

Estos momentos son solo una muestra del impacto de Laguna en la danza internacional, pues su capacidad para reinventar y aportar frescura al repertorio clásico y contemporáneo la ha consolidado como una de las bailarinas más influyentes de su tiempo.

Relevancia actual

Aunque Ana Laguna ha estado menos presente en los escenarios en los últimos años, su legado sigue vivo en la danza contemporánea. La técnica depurada que demostró a lo largo de su carrera, junto con su capacidad para interpretar papeles complejos y emocionales, continúa inspirando a nuevas generaciones de bailarines. Además, su colaboración con Mats Ek sigue siendo un referente dentro del repertorio de la danza moderna, con sus obras frecuentemente representadas en teatros de todo el mundo.

Hoy en día, su figura es recordada con gran admiración tanto en España como en el ámbito internacional, donde es considerada un ícono de la danza contemporánea. Las nuevas generaciones de bailarines se han beneficiado enormemente de su influencia, ya que su estilo innovador ha dejado una marca indeleble en la evolución de la danza.

En resumen, Ana Laguna es una figura fundamental en la historia de la danza, cuyo trabajo sigue siendo relevante y admirado por su contribución a la evolución de las artes escénicas. Su legado perdurará en el tiempo, y su nombre será siempre sinónimo de pasión, talento y dedicación a la danza.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Ana Laguna (1955-VVVV). La estrella de la danza contemporánea que brilló al lado de Mats Ek y Rudolf Nureyev". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/laguna-ana [consulta: 28 de septiembre de 2025].