Guillermo Federico (1882-1951). El príncipe que vivió entre el deber militar y la tradición monárquica

Guillermo Federico, hijo primogénito del emperador Guillermo II, nació en Potsdam el 6 de mayo de 1882 y falleció en Hechingen en 1951. A lo largo de su vida, estuvo marcado por la tradición de la familia Hohenzollern, una de las casas reales más influyentes de Europa. Este príncipe se destacó no solo por su participación en la Primera Guerra Mundial, sino también por su relación con otras figuras monárquicas de la época, y por el camino que siguió después de la caída del Imperio Alemán.
Orígenes y contexto histórico
Guillermo Federico nació en una familia que vivió bajo el dominio de la monarquía alemana. Su padre, Guillermo II, fue el último emperador del Imperio Alemán antes de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial y la instauración de la República de Weimar. El contexto histórico en el que creció Guillermo Federico fue sumamente complejo, ya que coincidió con el final de una era de poder imperial y el inicio de una nueva etapa en Europa marcada por las grandes tragedias del siglo XX.
El joven príncipe no fue ajeno a los rigores de la vida militar, un ámbito en el cual la familia Hohenzollern tenía una notable influencia. A muy temprana edad, Guillermo Federico comenzó su formación militar en la Escuela de Cadetes de Ploen en 1895, donde se forjó su carácter como un hombre dispuesto a servir a su nación. A pesar de ser miembro de una familia imperial, Guillermo no dudó en seguir una de las tradiciones más arraigadas de los Hohenzollern, que era la de tener una formación técnica; así, también aprendió el oficio de tornero.
Logros y contribuciones
A lo largo de su vida, Guillermo Federico vivió situaciones que marcaron no solo su destino personal, sino también el de Alemania y Europa. Uno de los primeros momentos significativos en su vida fue su ingreso a la Universidad de Bonn en 1901, donde comenzó a estudiar y a involucrarse en los círculos políticos y sociales de su tiempo. Este período de su vida estuvo marcado por sus viajes, en los cuales entabló relaciones cercanas con importantes figuras monárquicas y líderes internacionales.
Viajes y relaciones internacionales
En 1901, Guillermo Federico viajó a Inglaterra, donde tuvo el privilegio de conocer al rey Eduardo VII. Durante este encuentro, el monarca británico le concedió la prestigiosa Orden de la Jarretera, un honor que destacaba su posición dentro de la alta aristocracia europea. Además, en 1903, realizó un viaje a Rusia, donde también estableció una amistad con el zar. Este tipo de relaciones diplomáticas fueron clave durante la época de tensiones previas a la Primera Guerra Mundial, y reflejan el papel de Guillermo Federico como un diplomático no oficial dentro de la red de alianzas reales y aristocráticas.
Participación en la Primera Guerra Mundial
Guillermo Federico tuvo una destacada participación en la Primera Guerra Mundial. A lo largo del conflicto, estuvo al mando del V Ejército, con el que tomó parte en importantes batallas. Durante la guerra, combatió en el frente francés, destacándose especialmente en las batallas de Longwy y Longuyon en 1914, que fueron momentos clave de la ofensiva alemana en la fase inicial del conflicto. Sin embargo, a pesar de su valentía y compromiso en el campo de batalla, la derrota alemana fue inminente, lo que llevó al colapso del Imperio Alemán.
Momentos clave
A continuación, se destacan algunos de los momentos más importantes en la vida de Guillermo Federico:
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1895: Ingreso en la Escuela de Cadetes de Ploen.
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1901: Estudio en la Universidad de Bonn y viajó a Inglaterra, donde fue condecorado con la Orden de la Jarretera por Eduardo VII.
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1903: Viaje a Rusia, donde entabló una relación cercana con el zar.
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1914: Participación en las batallas de Longwy y Longuyon, al inicio de la Primera Guerra Mundial.
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1918: Tras la derrota alemana, se refugió en Holanda junto a su familia y renunció a sus derechos sucesorios.
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1923: Regresó a Alemania y se apartó de la vida política de la República de Weimar.
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1951: Fallecimiento en Hechingen.
Relevancia actual
La figura de Guillermo Federico, aunque no tuvo un papel directo en la política de la Alemania de la posguerra, sigue siendo significativa en la historia de la familia Hohenzollern y en la historia militar de la Primera Guerra Mundial. En el contexto de la caída del Imperio Alemán y el establecimiento de la República de Weimar, su figura representa la transición de un sistema monárquico a una nueva forma de gobierno en Alemania.
Tras su retiro de la vida política y su exilio en Holanda, Guillermo Federico se dedicó a escribir sus memorias, que fueron publicadas bajo el título Ich suchedie Wahrheit. En estos escritos, dejó constancia de sus vivencias personales, de su visión sobre la guerra y de la disolución del Imperio Alemán. Aunque sus memorias no tuvieron un gran impacto en la política, representan un testimonio personal sobre un periodo histórico complejo.
Legado
El legado de Guillermo Federico es, en muchos aspectos, el de un príncipe atrapado entre dos mundos: el antiguo y el nuevo. Por un lado, perteneció a una de las casas reales más poderosas de Europa, con la responsabilidad de mantener la imagen de la familia Hohenzollern y el poder imperial. Por otro, vivió el colapso de su dinastía y fue testigo del fin de una era. Sin embargo, a pesar de la caída del Imperio Alemán, la historia de Guillermo Federico sigue siendo un testimonio de la importancia de las casas reales en los eventos de la Primera Guerra Mundial y de cómo las figuras monárquicas se vieron obligadas a adaptarse a un nuevo orden mundial tras la guerra.
MCN Biografías, 2025. "Guillermo Federico (1882-1951). El príncipe que vivió entre el deber militar y la tradición monárquica". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/guillermo-federico [consulta: 28 de septiembre de 2025].