Ernesto «Che» Guevara (1928-1967): El revolucionario que cambió el curso de la historia

Ernesto Guevara de la Serna, más conocido como Che Guevara, fue un revolucionario argentino que se convirtió en un símbolo mundial de lucha y resistencia. Su vida, marcada por su radicalismo político y su constante búsqueda de la justicia social, dejó una huella indeleble en la historia contemporánea. Nacido en Rosario el 14 de junio de 1928, y asesinado en Bolivia el 9 de octubre de 1967, el Che sigue siendo una de las figuras más controversiales y admiradas a nivel mundial. Su imagen, con su boina y mirada fija, ha trascendido las fronteras de los movimientos políticos, convirtiéndose en un ícono cultural que representa la lucha contra la opresión.
Orígenes y contexto histórico
Ernesto Guevara nació en el seno de una familia acomodada en Rosario, Argentina, aunque desde temprana edad se trasladó a Buenos Aires con su familia. Fue en la capital argentina donde experimentó sus primeros problemas de salud, padeciendo ataques de asma que marcarían su vida. Su infancia estuvo rodeada de una gran diversidad de experiencias, ya que se trasladó en varias ocasiones a diferentes ciudades argentinas, como Altagracia y Córdoba, donde desarrolló sus estudios y su afición por los deportes, buscando aliviar su condición respiratoria.
A pesar de pertenecer a una familia de clase media-alta, Guevara fue testigo de las desigualdades sociales que prevalecían en su país y en el resto de América Latina. Estas experiencias fueron fundamentales para que se desarrollara un sentimiento de injusticia que, con el tiempo, lo llevaría a convertirse en un ferviente defensor de la revolución y el cambio social.
En 1946, cuando ya había terminado el bachillerato, Ernesto se trasladó nuevamente a Buenos Aires, donde se inscribió en la Facultad de Medicina, comenzando así una carrera universitaria que, aunque nunca concluiría en términos convencionales, marcaría su evolución política. Durante esos años, participó activamente en manifestaciones contra la política del presidente Juan Domingo Perón, lo que evidenció su inclinación hacia las ideas de izquierda desde temprana edad.
La aventura por América Latina
En 1950, Guevara interrumpió sus estudios para emprender un viaje por América Latina que cambiaría su vida y lo llevaría a tomar la decisión de luchar por una revolución violenta. Durante este viaje, que realizó haciendo autostop, tuvo contacto directo con las duras realidades de pobreza y opresión que sufrían los pueblos latinoamericanos. Esta experiencia lo convenció de que solo mediante una revolución armada sería posible cambiar las estructuras de poder y ofrecer una vida digna a los más desfavorecidos.
A su regreso a Argentina en 1953, Guevara terminó sus estudios en la Facultad de Medicina, especializándose en enfermedades de la piel y alergias, pero pronto abandonó la vida profesional para embarcarse en nuevos viajes. Se trasladó a Bolivia, luego a Perú, Ecuador, Panamá y Costa Rica, donde continuó su activismo político y se unió a movimientos de izquierda en busca de la justicia social.
El encuentro con los hermanos Castro y la Revolución Cubana
En 1954, Che Guevara se encontraba en Guatemala cuando el gobierno del presidente Jacobo Árbenz fue derrocado por una invasión respaldada por la CIA. Este golpe de estado fue un catalizador que consolidó la postura antiimperialista de Guevara. Tras este evento, se refugió en la embajada de Argentina en Ciudad de Guatemala, donde hizo contacto con los hermanos Raúl y Fidel Castro, quienes, tras ser amnistiados por el régimen de Fulgencio Batista, estaban organizando una expedición para derrocar al dictador cubano.
Este encuentro marcaría el inicio de una de las alianzas más significativas de la historia contemporánea. Guevara se unió a la causa de los Castro, convirtiéndose en un miembro clave del Movimiento 26 de Julio, la guerrilla que lucharía contra la dictadura de Batista. Fue en esta etapa cuando Fidel Castro nombró a Guevara su lugarteniente en la campaña de la Sierra Maestra, donde el Che se destacó por su valentía, liderazgo y capacidad organizativa. Con el paso del tiempo, Guevara se convertiría en comandante de la guerrilla, y tras una serie de batallas exitosas, los revolucionarios entraron triunfantes en La Habana el 1 de enero de 1959.
Logros y contribuciones tras la Revolución Cubana
Con la victoria de la Revolución Cubana, Che Guevara ocupó varios cargos clave en el nuevo gobierno socialista instaurado por Fidel Castro. Su compromiso con los ideales marxistas y antiimperialistas fue fundamental en la formación de la política cubana de la época. En 1959, Guevara fue nombrado director del Instituto Nacional de Reforma Agraria, donde implementó reformas en el campo para redistribuir la tierra entre los campesinos. Un año después, fue nombrado ministro de Economía y, al año siguiente, director del Banco Nacional de Cuba.
En su rol como ministro de Industria, Guevara impulsó una serie de reformas que intentaban consolidar la independencia económica de Cuba, promoviendo una política de industrialización y desarrollo a través de una economía socialista. Sin embargo, sus políticas de alineación con el bloque soviético y su crítica abierta al imperialismo estadounidense lo pusieron en conflicto con diversas facciones internas y con la comunidad internacional.
Momentos clave de su vida y legado
A pesar de su éxito en Cuba, en 1965, Guevara se desvinculó del gobierno cubano y desapareció de la vida política oficial. Su salida fue impulsada por su deseo de expandir la revolución a otros países y continentes, buscando promover la lucha armada en África y América Latina. En ese mismo año, viajó a El Congo, donde se unió a un grupo guerrillero, pero la experiencia fue un fracaso, debido a la falta de apoyo local y a la mala organización del grupo.
En 1966, Guevara regresó clandestinamente a Cuba y luego se trasladó a Bolivia, donde comenzó una nueva campaña revolucionaria. En octubre de 1967, fue capturado por el ejército boliviano en la región de Ñancahuazu, tras varios meses de enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales. Aunque fue herido en combate, Guevara fue ejecutado al día siguiente en el Cañón de Yuro, en un acto que convirtió su muerte en un mártir de la causa revolucionaria.
A lo largo de su vida, Che Guevara escribió varias obras que reflejaron su ideología y sus vivencias. Entre sus escritos más conocidos se encuentran «Guerra de guerrillas» (1960), «Recuerdos de la guerra revolucionaria» (1963), «El socialismo y el hombre en Cuba» (1965), y «Diario de campaña» (1967), que fue publicado póstumamente.
Relevancia actual de Che Guevara
A más de 50 años de su muerte, la figura de Che Guevara sigue siendo un referente mundial. Su rostro sigue siendo un símbolo de lucha por la justicia social y la resistencia contra la opresión. A pesar de la controversia que genera su figura, especialmente por sus métodos violentos y su radicalismo, el Che es recordado y admirado en diversas partes del mundo, tanto por su capacidad de lucha como por su profundo compromiso con las clases oprimidas.
Su figura sigue siendo un referente para movimientos revolucionarios, especialmente en América Latina, donde se le ve como un símbolo de esperanza para aquellos que luchan contra la injusticia social y económica. La imagen de Guevara, con su boina y su barba, se ha convertido en uno de los íconos más reconocidos globalmente, trascendiendo la política para convertirse en un símbolo de resistencia y rebeldía.
En definitiva, la figura de Che Guevara sigue viva en el imaginario colectivo, representando la lucha por un mundo más justo y libre, aunque su legado siga siendo objeto de debate y reflexión. Su vida, marcada por la pasión y la entrega a una causa, continúa siendo una inspiración para aquellos que creen que la revolución es el único camino para lograr una transformación radical de la sociedad.
MCN Biografías, 2025. "Ernesto «Che» Guevara (1928-1967): El revolucionario que cambió el curso de la historia". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/guevara-ernesto-che [consulta: 18 de octubre de 2025].