Guillermo Fernández-Shaw (1893-1965): Un pilar del teatro lírico español
Guillermo Fernández-Shaw (1893-1965) es una de las figuras más importantes del teatro lírico español del siglo XX, cuyo legado perdura hasta nuestros días. Periodista y dramaturgo de renombre, fue hijo del célebre dramaturgo Carlos Fernández-Shaw, lo que le permitió recibir una formación que le brindó una sólida base para desarrollar una destacada carrera. Junto a su inseparable compañero Federico Romero, dejó una huella imborrable en el teatro lírico de su tiempo, influyendo profundamente en el panorama cultural de la España de los años posteriores a la Guerra Civil. Su obra, marcada por la adaptación de los clásicos, y sus colaboraciones con grandes compositores como Amadeo Vives, Jacinto Guerrero y José Serrano, lo posicionan como uno de los grandes arquitectos del teatro lírico español en el siglo XX.
Orígenes y contexto histórico
Guillermo Fernández-Shaw nació en 1893 en Madrid, en el seno de una familia con una fuerte tradición teatral. Su padre, Carlos Fernández-Shaw, fue un destacado dramaturgo, lo que permitió que Guillermo creciera rodeado de un ambiente artístico y literario. La temprana muerte de su padre en 1911 significó un cambio profundo en la vida de Guillermo, quien, junto con su hermano Rafael, asumiría el legado familiar, especialmente en el ámbito del teatro.
El contexto histórico en el que Guillermo Fernández-Shaw desarrolló su carrera estuvo marcado por importantes cambios políticos y sociales en España, especialmente la Guerra Civil Española (1936-1939), que tuvo un impacto significativo en el panorama cultural del país. Durante este período, muchos artistas y creadores vieron limitadas sus posibilidades de expresión, pero el teatro lírico logró mantenerse como un refugio para muchos de ellos. Fue precisamente en este contexto que la colaboración de Guillermo con Federico Romero se convirtió en un pilar fundamental para la preservación y el renacimiento del género.
Logros y contribuciones
El trabajo de Guillermo Fernández-Shaw está inextricablemente ligado al de Federico Romero, con quien formó una de las duplas más destacadas del teatro lírico español. Juntos, adaptaron varias obras clásicas al género de la zarzuela, contribuyendo a revitalizar un formato que había perdido algo de su esplendor en las primeras décadas del siglo XX.
Una de sus principales características fue su capacidad para adaptar obras de los grandes dramaturgos clásicos españoles. En su colaboración con Romero, Fernández-Shaw adaptó varias piezas de Lope de Vega y Ruiz de Alarcón, transformándolas en zarzuela, un género popularmente conocido como teatro lírico. Entre las obras adaptadas, se encuentran títulos como La discreta enamorada, Peribáñez y el Comendador de Ocaña, El Perro del Hortelano y Entre bobos anda el juego, que fueron transformadas respectivamente en Doña Francisquita, La Villana, La Rosa del Azafrán y Don Lucas del Cigarral, con música de destacados compositores como Amadeo Vives y Jacinto Guerrero.
A pesar de que se les reconoce más por su talento en la dramaturgia que por su habilidad como poetas, su capacidad para adaptar y reinterpretar obras clásicas fue fundamental para la renovación del teatro lírico en una época crucial para la historia de España. Estos trabajos, que combinaron la tradición clásica con el estilo moderno de la zarzuela, marcaron una pauta en el desarrollo del género en los años posteriores a la Guerra Civil.
Entre sus obras más destacadas, además de las mencionadas, se encuentran La Canción del olvido (1918, con música de José Serrano), El Caserío (1926, con música de Jesús Guridi), Luisa Fernanda (1932, con música de Federico Moreno Torroba) y La Tabernera del puerto (1936, con música de Pablo Sorozábal), piezas que contribuyeron a consolidar su nombre en el ámbito del teatro lírico.
Obras más representativas de Guillermo Fernández-Shaw
A continuación, se presenta un listado de algunas de las obras más representativas de su carrera como dramaturgo:
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La discreta enamorada (adaptada a Doña Francisquita con música de Amadeo Vives)
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Peribáñez y el Comendador de Ocaña (adaptada a La Villana con música de Amadeo Vives)
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El Perro del Hortelano (adaptada a La Rosa del Azafrán con música de Jacinto Guerrero)
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Entre bobos anda el juego (adaptada a Don Lucas del Cigarral con música de Amadeo Vives)
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La Canción del olvido (con música de José Serrano)
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El Caserío (con música de Jesús Guridi)
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Luisa Fernanda (con música de Federico Moreno Torroba)
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La Tabernera del puerto (con música de Pablo Sorozábal)
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El canastillo de fresas (con música de Jacinto Guerrero, 1951)
Momentos clave en su carrera
A lo largo de su carrera, Guillermo Fernández-Shaw vivió momentos claves que marcaron su evolución y el devenir de su legado. Entre los más destacados, se encuentran:
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La colaboración con Federico Romero: La sociedad artística entre ambos dramaturgos fue crucial para el éxito de la zarzuela en su época, convirtiéndose en una de las más longevas y fructíferas del teatro lírico español.
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La adaptación de los clásicos: Su trabajo de adaptar las obras de Lope de Vega y Ruiz de Alarcón al género de la zarzuela fue un desafío innovador que resultó en piezas muy apreciadas en el repertorio de la zarzuela española.
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La creación de obras populares: A lo largo de su carrera, Fernández-Shaw creó títulos como Luisa Fernanda y La Tabernera del puerto, que continúan siendo piezas emblemáticas del género y siguen siendo representadas en los escenarios hoy en día.
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El periodo post-Guerra Civil: Tras la Guerra Civil, Guillermo Fernández-Shaw continuó con su labor de renovación del teatro lírico, trabajando junto a su hermano Rafael en obras como El canastillo de fresas.
Relevancia actual
A día de hoy, la figura de Guillermo Fernández-Shaw sigue siendo fundamental en el estudio y la preservación de la zarzuela y el teatro lírico español. Sus adaptaciones de las grandes obras clásicas y su capacidad para fusionar lo tradicional con lo moderno han garantizado su lugar en la historia del teatro. Obras como Doña Francisquita, Luisa Fernanda o La Tabernera del puerto siguen siendo representadas en teatros de todo el mundo, y su legado como uno de los grandes renovadores del género lírico sigue siendo reconocido tanto por críticos como por públicos de diversas generaciones.
El impacto de su trabajo también se extiende a la formación de nuevos dramaturgos y a la inspiración que representa para quienes buscan entender y continuar con la tradición del teatro musical español.
En resumen, Guillermo Fernández-Shaw fue un hombre cuyo trabajo marcó una era en el teatro lírico español. Gracias a su colaboración con Federico Romero y su constante innovación, el teatro lírico pudo florecer en un contexto de grandes dificultades, dejando una huella que perdura hoy en la escena cultural española.
MCN Biografías, 2025. "Guillermo Fernández-Shaw (1893-1965): Un pilar del teatro lírico español". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/fernandez-shaw-guillermo [consulta: 28 de septiembre de 2025].