Federico IV. Rey de Dinamarca y Noruega (1671-1730): Un Monarca Ilustrado que Transformó su Reino

Federico IV, nacido el 21 de octubre de 1671 en Copenhague y fallecido el 12 de octubre de 1730 en Odense, fue uno de los monarcas más importantes de Dinamarca y Noruega en la transición entre los siglos XVII y XVIII. Hijo de Cristian V y Carlota Amelia de Hesse-Cassel, ascendió al trono danés en un momento crucial para la historia europea, enfrentando grandes desafíos internos y externos que marcarían su legado como rey.

Orígenes y Contexto Histórico

El contexto histórico de la Europa del siglo XVII estuvo marcado por intensos conflictos bélicos, lo que influyó en el inicio del reinado de Federico IV. Durante este periodo, las naciones del norte de Europa, como Dinamarca, Noruega, Suecia y Polonia, se encontraban en una lucha constante por la supremacía territorial y económica. Federico IV fue testigo de cómo estos conflictos configuraban las relaciones internacionales de su época, siendo la Guerra del Norte uno de los eventos más significativos de su reinado.

Su padre, Cristian V, había dejado un reino estable, pero su hijo Federico IV debía enfrentarse a situaciones complejas que pondrían a prueba sus habilidades como monarca. La Guerra del Norte, en la que Federico IV se alió con el rey de Polonia y el zar de Rusia, contra el rey de Suecia, Carlos XII, sería uno de los principales retos de su mandato.

Logros y Contribuciones

A pesar de los grandes desafíos bélicos, el reinado de Federico IV también se destacó por una serie de reformas internas que transformaron Dinamarca y Noruega. A nivel exterior, Federico IV logró una importante victoria diplomática tras la Paz de Traventahl en el año 1700, después de que las tropas del rey de Suecia invadieran Dinamarca. Aunque en ese momento tuvo que firmar una paz desfavorable, la situación cambiaría tras la derrota de Carlos XII en la batalla de Poltava en 1709.

Una vez que el rey sueco fue derrotado, Federico IV pudo volver a formar parte de la coalición contra Suecia. Como resultado de la guerra, obtuvo el ducado de Schleswig, un territorio estratégico que se incorporó a Dinamarca mediante el Tratado de Estocolmo en 1720. Este éxito territorial consolidó su poder en el norte de Europa, asegurando una posición más fuerte para Dinamarca en el continente.

En lo que respecta a la administración interna de sus dominios, Federico IV adoptó políticas de monarquía ilustrada, promoviendo el bienestar social y fomentando la educación y la asistencia. Fundó la Casa de Huérfanas y la Escuela Militar de Copenhague, instituciones que serían fundamentales para la educación y el cuidado de los más necesitados. Su preocupación por los aspectos sociales y educativos también se reflejó en la progresiva abolición de la servidumbre de la gleba a partir de 1702, un paso significativo hacia la modernización de la sociedad danesa.

Estas reformas no solo contribuyeron al bienestar de su pueblo, sino que también le permitieron posicionarse como un monarca adelantado a su tiempo, en línea con otros monarcas ilustrados europeos. Además, bajo su gobierno, Dinamarca experimentó un período de estabilidad relativa, a pesar de las tensiones internacionales que continuaron marcando el curso de la política europea.

Momentos Clave en su Reinado

  1. La Guerra del Norte (1700-1721): Federico IV se alió con el zar de Rusia y el rey de Polonia contra el rey Carlos XII de Suecia. Aunque inicialmente tuvo que firmar una paz desfavorable en 1700, su reactivación de la coalición tras la derrota sueca en Poltava (1709) y la posterior obtención del ducado de Schleswig en el Tratado de Estocolmo (1720) consolidaron su posición en el norte de Europa.

  2. La Paz de Traventahl (1700): En este acuerdo, Federico IV se vio obligado a firmar la paz con Carlos XII de Suecia tras la invasión sueca de Dinamarca. Aunque en un principio esto representó una derrota para Federico, el cambio de situación con la derrota de los suecos en Poltava permitió la revancha.

  3. Reformas sociales y educativas: En su gobierno, Federico IV mostró un claro compromiso con la mejora del bienestar de sus súbditos, fundando instituciones como la Casa de Huérfanas y la Escuela Militar de Copenhague, y promoviendo la abolición de la servidumbre de la gleba en 1702.

  4. La progresiva modernización del reino: A través de diversas reformas económicas y sociales, Federico IV promovió la transformación de Dinamarca y Noruega, acercándolos a las tendencias de la Europa ilustrada.

Relevancia Actual

El legado de Federico IV sigue siendo relevante tanto para Dinamarca como para Noruega. En primer lugar, sus reformas sociales y educativas sentaron las bases de una sociedad más moderna, en la que el bienestar de los ciudadanos fue una prioridad para los gobernantes. Además, la consolidación del ducado de Schleswig fue fundamental para la evolución territorial de Dinamarca en los siglos posteriores.

Hoy en día, el nombre de Federico IV está vinculado a una era de progreso y estabilidad en un contexto europeo de constantes conflictos. Sus contribuciones a la educación, la asistencia social y la modernización del Estado lo convierten en una figura clave de la historia nórdica, destacando su capacidad para combinar la diplomacia, la gestión interna y la visión reformista.

A nivel internacional, su legado se recuerda no solo por sus logros territoriales, sino también por su enfoque en mejorar las condiciones de vida de sus súbditos, una visión que estaba en línea con las tendencias progresistas de su época. Hoy, muchos en Dinamarca y Noruega reconocen en él una figura que, a pesar de las adversidades externas, supo encaminar a sus reinos hacia un futuro más prometedor.

Momentos Clave del Reinado de Federico IV

  • 1700: Firma de la Paz de Traventahl con Carlos XII de Suecia tras la invasión sueca de Dinamarca.

  • 1702: Abolición progresiva de la servidumbre de la gleba en Dinamarca.

  • 1709: La derrota de Carlos XII de Suecia en la batalla de Poltava, lo que permitió a Federico IV reactivar la coalición anti-sueca.

  • 1720: Firma del Tratado de Estocolmo, que le otorgó el ducado de Schleswig tras el final de la Guerra del Norte.

En conclusión, Federico IV de Dinamarca y Noruega se destaca como un monarca que supo manejar los complejos desafíos de su tiempo, no solo en el ámbito bélico, sino también en la transformación social y política de sus dominios. Su legado sigue siendo una parte fundamental de la historia de los reinos nórdicos y su influencia perdura hasta el día de hoy.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Federico IV. Rey de Dinamarca y Noruega (1671-1730): Un Monarca Ilustrado que Transformó su Reino". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/federico-iv-rey-de-dinamarca-y-noruega [consulta: 28 de septiembre de 2025].