Enríquez, Alonso (¿-1577). El Abad que Defendió las Ideas de Erasmo en la España del Siglo XVI
Alonso Enríquez (¿-1577) fue una figura influyente en la vida intelectual y religiosa de la España del siglo XVI. Su cercanía con los círculos erasmistas y su apoyo a las ideas del pensador holandés Erasmo de Róterdam marcaron su trayectoria. Aunque la fecha exacta de su nacimiento se desconoce, su vida estuvo llena de momentos decisivos que lo posicionaron en el centro de debates teológicos y políticos relevantes de la época. Su participación activa en la defensa de la libertad de pensamiento y su rol como líder religioso en su comunidad dejaron una huella importante en la historia de la España de su tiempo.
Orígenes y contexto histórico
Alonso Enríquez nació en un contexto de gran convulsión política y religiosa. Era sobrino del almirante de Castilla, don Fadrique Enríquez, quien era una figura destacada en los círculos nobiliarios y políticos de la época. Su tío, un firme defensor de las ideas erasmistas, influiría en gran medida en la orientación intelectual de Alonso. Aunque no se sabe con certeza cuándo nació, lo que se sabe es que desde su juventud mostró una inclinación por las ideas progresistas y reformistas que predominaban entre los humanistas de la época.
Enríquez, como su tío, compartió una clara simpatía por los ideales de Erasmo de Róterdam, pensador clave del Renacimiento que promovía una visión más racional y menos dogmática de la fe. Esta filiación ideológica lo llevó a estudiar en la Universidad de Alcalá, una de las más prestigiosas de España, donde consolidó sus conocimientos teológicos y filosóficos. La Universidad de Alcalá fue un lugar clave de formación para muchos pensadores y teólogos de la época, y fue allí donde Enríquez se distinguió desde temprano por su pensamiento crítico y su compromiso con las ideas del erasmismo.
Logros y contribuciones
Enríquez obtuvo su primer título universitario en 1523, cuando se graduó como bachiller en teología. Su tesis, titulada An commune sit intellectui divino, angelico et humano omnia intellegere posse, fue publicada ese mismo año por Arnao Guillén de Brocar, un destacado impresor y editor de la época. La obra fue dedicada al Almirante Fadrique Enríquez, su tío, y reflejaba la profundidad de su pensamiento teológico y su orientación hacia las corrientes más modernas de la teología.
Su formación continuó con la obtención del grado de Bachiller Formado en 1526. Para entonces, Enríquez ya era Abad de Valladolid, un cargo prestigioso que también le otorgaba la responsabilidad de ser el cancelario de la universidad. Esta posición de influencia le permitió involucrarse en debates importantes sobre la orientación doctrinal de la institución. Sin embargo, este rol también le trajo conflictos con el rector de la universidad, ya que las competencias entre ambos eran motivo de tensiones.
A lo largo de su carrera, Alonso Enríquez se dedicó a la defensa de las ideas de Erasmo de Róterdam. Su apoyo a las propuestas reformistas de este pensador no pasó desapercibido en un contexto de gran tensión religiosa, en el que las ideas humanistas estaban en choque con la ortodoxia católica impuesta por la Inquisición. En 1532, Enríquez publicó Defensiones pro Erasmo, una obra en la que defendía las ideas del humanista frente a las acusaciones de herejía que se cernían sobre él. Esta obra consolidó su lugar en los círculos erasmistas y lo posicionó como uno de los principales defensores de la libertad intelectual en la España de su tiempo.
Momentos clave
El compromiso de Enríquez con las ideas de Erasmo lo llevó a participar activamente en la vida pública y académica de su época. Uno de los momentos más destacados de su carrera ocurrió en 1527, cuando fue invitado a participar en una conferencia convocada en Valladolid por el inquisidor Manrique. El objetivo de esta conferencia era discutir la supuesta heterodoxia de algunos pasajes de la obra de Erasmo, que ya estaban siendo objeto de críticas por parte de la Iglesia.
En esta conferencia, Enríquez se alineó con la facción que defendía las ideas del pensador holandés. Este apoyo a Erasmo no solo le permitió estrechar vínculos con otros humanistas y pensadores, sino que también lo puso en el ojo de la Inquisición, que ya se mostraba escéptica respecto a las tendencias reformistas. La postura de Enríquez fue clara: abogaba por una interpretación más flexible y menos dogmática de la fe, algo que estaba en completa oposición con la rigidez de la ortodoxia eclesiástica de la época.
Este apoyo a Erasmo y su defensa de la libertad de pensamiento no tardaron en traerle problemas. En 1565, Enríquez fue perseguido por la Inquisición, en gran parte debido a su defensa del pensamiento erasmista. Esta persecución subraya la tensión entre los reformistas y la Iglesia Católica durante el Renacimiento, un período en el que las ideas de la Reforma Protestante también comenzaban a ganar terreno en Europa.
Relevancia actual
El legado de Alonso Enríquez es relevante hoy en día por su contribución a la defensa del pensamiento libre y su resistencia a las presiones dogmáticas de su tiempo. En una época en la que la Inquisición perseguía a aquellos que se apartaban de la ortodoxia católica, Enríquez se destacó por su valentía intelectual y su disposición a enfrentar las autoridades religiosas en defensa de la libertad de pensamiento.
Su apoyo a las ideas de Erasmo y su influencia en la Universidad de Alcalá reflejan el impacto que los erasmistas tuvieron en la vida intelectual de la España del siglo XVI. Aunque la Inquisición logró frenar muchas de las ideas reformistas, el pensamiento humanista continuó influyendo en generaciones posteriores de pensadores y teólogos.
Hoy en día, la figura de Alonso Enríquez se encuentra en el cruce entre el Renacimiento y la Reforma, dos momentos clave en la historia de la Europa moderna. Su defensa de la educación, la reflexión crítica y la libertad intelectual sigue siendo una fuente de inspiración para aquellos que luchan por el derecho a pensar y expresar ideas sin temor a la censura.
Momentos clave en la vida de Alonso Enríquez:
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1523: Se gradúa como bachiller en teología en la Universidad de Alcalá y publica su obra An commune sit intellectui divino, angelico et humano omnia intellegere posse.
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1526: Obtiene el grado de Bachiller Formado y se convierte en Abad de Valladolid, cargo que le confiere también la responsabilidad de ser cancelario de la universidad.
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1527: Participa en la conferencia convocada por el inquisidor Manrique en Valladolid, defendiendo las ideas de Erasmo frente a las críticas de la Iglesia.
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1532: Publica Defensiones pro Erasmo, en la que defiende abiertamente las ideas del pensador holandés.
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1565: Es perseguido por la Inquisición debido a su apoyo a las ideas de Erasmo.
Alonso Enríquez sigue siendo una figura de gran relevancia en la historia de la España del Renacimiento, un defensor del pensamiento libre en tiempos de gran represión religiosa. Su legado, aunque incomprendido en su tiempo, resalta la importancia de la libertad intelectual y la tolerancia en un periodo crucial de la historia europea.
MCN Biografías, 2025. "Enríquez, Alonso (¿-1577). El Abad que Defendió las Ideas de Erasmo en la España del Siglo XVI". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/enriquez-alonso [consulta: 18 de octubre de 2025].