Dovjenko, Alexander (1894-1956). El director de cine ucraniano que marcó una era en el cine soviético

Dovjenko

Alexander Dovjenko (1894-1956) es reconocido como una de las figuras más relevantes en el cine soviético y mundial del siglo XX. Su obra, cargada de poesía visual, marcó un antes y un después en la historia del cine, destacándose por su capacidad para fusionar arte y propaganda en una misma obra. Nacido en Ucrania, Dovjenko comenzó su carrera en campos muy distintos al cine, pero su destino lo llevaría a revolucionar la industria cinematográfica con sus innovadores enfoques narrativos y visuales. Con un estilo único, se convirtió en el último gran representante de los cineastas soviéticos que nacieron durante los primeros días de la Revolución Rusa, junto a figuras como Dziga Vertov, Sergei Eisenstein y Vsevolod Pudovkin. A continuación, se explorarán sus orígenes, su carrera cinematográfica y su legado, que sigue siendo de vital importancia en el cine contemporáneo.

Orígenes y contexto histórico

Alexander Dovjenko nació el 29 de agosto de 1894 en Sosnitsa, una pequeña localidad ubicada en la actual Ucrania, que en ese entonces formaba parte del Imperio Ruso. Creció en una familia de agricultores, lo que le permitió experimentar desde muy joven las dificultades de la vida rural. Sin embargo, gracias a los sacrificios de sus padres, Dovjenko pudo acceder a una educación superior, algo que no era común en su entorno. A pesar de que inicialmente se inclinó por estudiar Economía y Tecnología, pronto abandonó esa carrera para seguir su verdadera pasión: la pintura.

Su ambición artística lo llevó a realizar varios viajes, entre ellos uno a Polonia, donde trabajó en la embajada soviética, y otro a Alemania, donde estuvo como ayudante del cónsul ruso en Berlín. Fue en estos años cuando comenzó a interesarse por la cultura alemana e intelectual de la época. Sin embargo, la Revolución Rusa de 1917 cambió el rumbo de su vida, lo que lo impulsó a regresar a su patria para apoyar el movimiento revolucionario y trabajar en el cine.

Logros y contribuciones

El inicio de su carrera cinematográfica

A los 32 años, Dovjenko entró en el mundo del cine, un campo en el que nunca había trabajado antes, gracias a la intervención de su amigo y operador fotográfico, Danylo Demutsky. Su debut fue rápido y llamativo. En 1926, asumió la dirección de Vasia Reformator, un proyecto que también había escrito el guion. Este primer paso en su carrera le permitió mostrar sus capacidades y hacerse un nombre dentro del ámbito cinematográfico soviético.

Poco después, en 1927, Dovjenko dirigió La valija del correo diplomático, una compleja historia de espionaje que no solo reflejaba los intereses y tensiones diplomáticas de la época, sino que también buscaba denunciar las malas prácticas de algunos gobiernos extranjeros. Sin embargo, fue con su siguiente obra, Zvenigora (1928), cuando Dovjenko realmente comenzó a mostrar su talento y sus particulares características estilísticas.

La llegada de La tierra (1930)

El trabajo que consolidó a Dovjenko como una figura destacada en el cine soviético fue La tierra (1930), una obra maestra que se adentraba en los temas de la colectivización y los cambios sociales que se estaban produciendo en la Unión Soviética bajo el liderazgo de Lenin. En este sentido, la película refleja el proceso de modernización del campo ucraniano, a través de la figura de un hombre que lucha por adaptar su tierra a las nuevas circunstancias. La influencia de Lenin sobre la película es clara, pues la crítica a la resistencia al progreso en las comunidades rurales refleja el objetivo de la Revolución. Sin embargo, La tierra fue rechazada por algunos sectores de la crítica soviética, que consideraron que la poesía visual de Dovjenko centraba demasiado la atención en la naturaleza, dejando en segundo plano la figura del obrero, un tema central para el régimen.

La crítica soviética se mostró reacia a la interpretación poética de la obra, pero este estilo fue la característica que definió la carrera de Dovjenko. Mientras otros cineastas como Dziga Vertov y Sergei Eisenstein buscaban propagar de manera directa los ideales revolucionarios, Dovjenko eligió un enfoque más filosófico y visualmente poético. Esta diferencia se volvió aún más clara cuando su película Arsenal (1929), que tenía un tono más propagandístico, fue bien recibida por el régimen pero no alcanzó el mismo nivel de trascendencia.

La transición al cine sonoro

La llegada del cine sonoro supuso una transición complicada para Dovjenko. Iván (1932), una reflexión poética sobre la modernidad y la construcción de una presa en el río Dnieper, no alcanzó el mismo impacto fuera de las fronteras soviéticas. A pesar de la excelente banda sonora, el filme no recibió la misma acogida internacional que las obras de otros cineastas soviéticos de la misma época.

A lo largo de los años, Dovjenko continuó experimentando con el cine, pero sus obras como Aerograd (1935), que narraba la fundación de una ciudad en Siberia, no tuvieron la misma repercusión. Fue durante este periodo cuando Dovjenko comenzó a centrarse en la realización de documentales propagandísticos.

Momentos clave en la carrera de Dovjenko

La obra de Dovjenko se caracteriza por su capacidad para captar la esencia del espíritu revolucionario sin dejar de lado el arte visual. Algunos de los momentos clave de su carrera incluyen:

  1. Zvenigora (1928): La primera gran muestra de su estilo visual poético.

  2. La tierra (1930): Su obra maestra que abordaba la colectivización en la Unión Soviética.

  3. Iván (1932): Un film que, aunque no fue un éxito internacional, destacó por su exploración de la modernidad.

  4. La victoria en Ucrania (1945): Un documental en el que Dovjenko se dedicó a glorificar la victoria soviética durante la Segunda Guerra Mundial.

Colaboraciones con su esposa

A lo largo de su vida, Dovjenko colaboró estrechamente con su esposa, Yulia Solnyseva, quien se encargó de dirigir varios proyectos cinematográficos tras la muerte de su esposo en 1956. Entre estos trabajos destacan:

  • Poema del mar (1958)

  • Crónica de los años de fuego (1960)

  • Nezabivaemoe (1968)

Relevancia actual

La influencia de Dovjenko se extiende más allá de las fronteras de la antigua Unión Soviética. Su estilo visual y sus innovaciones narrativas siguen siendo estudiados y apreciados por cineastas de todo el mundo. La capacidad para fusionar la poesía visual con la propaganda política ha convertido a Dovjenko en una figura de culto dentro de la historia del cine. Su enfoque, basado en el simbolismo, las metáforas visuales y la reflexión filosófica, lo distingue de otros cineastas contemporáneos y le asegura un lugar destacado en la historia del cine mundial.

Además, la crítica contemporánea sigue valorando la manera en que Dovjenko utilizó el cine para explorar los dilemas sociales y políticos de su tiempo, siempre sin sacrificar su visión artística.

El legado de Dovjenko, marcado por su capacidad de innovación y su enfoque único, continúa vivo en los estudios y análisis cinematográficos, y su obra sigue siendo una fuente de inspiración para nuevas generaciones de cineastas.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Dovjenko, Alexander (1894-1956). El director de cine ucraniano que marcó una era en el cine soviético". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/dovjenko-alexander [consulta: 29 de septiembre de 2025].