Ana Cortés (1895-1998): La pionera de la abstracción en el arte chileno

Ana Cortés (1895-1998), pintora chilena de gran renombre, es una figura fundamental en la historia del arte de Chile. Nacida en Santiago el 24 de agosto de 1895, su legado perdura no solo por su destacada trayectoria artística, sino también por su valiosa contribución al desarrollo de la pintura moderna en su país. Fue una de las figuras más importantes de la Generación del 28, un grupo de jóvenes artistas que se rebelaron contra el arte académico tradicional y abogaron por nuevas tendencias más vanguardistas.

Orígenes y contexto histórico

Ana Cortés creció en un ambiente marcado por su herencia francesa, pues su madre era originaria de Francia. Esta conexión con Europa fue clave en su desarrollo artístico y cultural. Tras completar sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Santiago, donde ingresó en 1920, Cortés emprendió un viaje que cambiaría su vida: se trasladó a París, la capital mundial del arte en ese momento. En la ciudad francesa, se formó en la Academia Grande Chaumière y en el taller de André Lhote, uno de los más reconocidos maestros del momento. Junto a él, también tuvo la oportunidad de aprender de otros destacados artistas como Boris Gregorieff, Richon-Brunet y el chileno Juan Francisco González, quien desempeñó un papel crucial en su evolución artística.

Este periodo en París fue determinante en la vida de Ana Cortés, ya que entró en contacto directo con las corrientes artísticas más avanzadas de la época, como el cubismo y, sobre todo, la abstracción. A través de estos movimientos, comenzó a desarrollar un estilo propio que iría más allá de las influencias postimpresionistas que había recibido de su maestro Juan Francisco González. Cortés se unió a la Escuela de París, un espacio de gran efervescencia cultural donde se experimentaba con nuevas formas y conceptos artísticos.

Logros y contribuciones

Una vez regresó a Chile, Ana Cortés fue reconocida como una de las artistas más innovadoras de su tiempo. En 1928, expuso sus primeras obras en el Salón Oficial de Santiago, un evento que marcó el comienzo de una ruptura con el arte tradicional chileno y la llegada de una nueva generación de artistas. Este salón fue un punto de inflexión para el arte chileno, pues permitió que jóvenes como Cortés expusieran sus propuestas vanguardistas ante el público.

Cortés fue una de las primeras mujeres en lograr reconocimiento dentro de un campo históricamente dominado por hombres. Además de su faceta como pintora, se destacó como docente. En 1930, fue nombrada profesora titular de la Escuela de Bellas Artes de Santiago, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese cargo. Posteriormente, también enseñó en la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Chile, donde promovió una educación artística más moderna y menos rígida que la tradicional. De hecho, uno de sus logros más significativos fue la creación de una biblioteca propia para estos centros educativos, un proyecto que facilitó la enseñanza y el acceso a los recursos artísticos más contemporáneos.

A lo largo de su carrera, Ana Cortés fue galardonada con diversos premios, siendo uno de los más importantes el Premio Nacional de Arte en 1974, la máxima distinción del país. Además, recibió otros premios y menciones de honor a lo largo de su trayectoria, como la Tercera Medalla en pintura del Salón Oficial (1935), y múltiples medallas de oro y honor en otros certámenes nacionales.

Momentos clave en su carrera

  • 1927: Exposición en el Salón Oficial de Otoño de París, un hito importante en su carrera, donde mostró sus obras influenciadas por el cubismo y la abstracción.

  • 1928: Exposición en el Salón Oficial de Santiago, donde mostró sus primeras obras vanguardistas, marcando el nacimiento de una nueva generación de artistas en Chile.

  • 1930: Nombramiento como profesora titular en la Escuela de Bellas Artes de Santiago, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar dicho cargo.

  • 1956: Viaje a Italia para realizar un curso de etruscología, ampliando su conocimiento artístico y cultural.

  • 1966: Nombramiento como miembro académico por la Universidad Católica de Chile, consolidando su estatus en la élite artística del país.

  • 1974: Recepción del Premio Nacional de Arte, el más alto reconocimiento en el ámbito cultural chileno.

Relevancia actual

La influencia de Ana Cortés en la pintura chilena perdura hasta nuestros días. Su obra, que abarcó desde la pintura figurativa hasta la abstracción geométrica, sigue siendo un referente para los artistas contemporáneos. Su capacidad para fusionar la tradición con la vanguardia, así como su destreza en la utilización del color, hacen de su trabajo una muestra de gran calidad y profundidad artística.

La conexión de Cortés con las corrientes de vanguardia europeas, especialmente con el cubismo y la abstracción, le permitió adelantarse a su tiempo y situarse a la vanguardia del arte chileno. Su estilo íntimo, lleno de romanticismo y lirismo, refleja una sensibilidad única que la distingue dentro de la historia del arte nacional.

A lo largo de los años, se han realizado diversas exposiciones retrospectives de su trabajo, y su legado sigue siendo fuente de inspiración para artistas, curadores e historiadores del arte. En la actualidad, las instituciones culturales de Chile continúan promoviendo su figura como una de las más destacadas en la historia del arte del siglo XX.

Obras destacadas

Ana Cortés dejó una serie de obras que se consideran fundamentales dentro del repertorio artístico chileno. Entre sus pinturas más representativas se encuentran:

  • Niña tejiendo: Una de sus primeras obras, perteneciente a su etapa figurativa y marcada por la influencia postimpresionista.

  • Visión Nocturna: Un ejemplo de su transición hacia la abstracción, donde comienza a experimentar con formas geométricas y colores más suaves.

  • Flores: Una obra que refleja la delicadeza de su estilo y su capacidad para capturar la esencia de la naturaleza.

  • Andamios de ensueño: Una pintura abstracta que muestra su madurez artística y su dominio del lenguaje geométrico.

  • Ciudades: Otra obra representativa de su fase más abstracta, en la que explora la relación entre el espacio urbano y las formas geométricas.

Reconocimientos y premios

A lo largo de su carrera, Ana Cortés recibió diversos premios y distinciones por su labor artística. Algunos de los más importantes incluyen:

  • Tercera Medalla en pintura del Salón Oficial (1935)

  • Primera Medalla de los Salones Oficiales (1937, 1941, 1942, 1945 y 1949)

  • Premio de Honor (1949 y 1962)

  • Premio Especial Herminia Arrate (1942)

  • Primera Medalla de Dibujo del Salón de Viña del Mar (1954)

  • Premio de Honor y Medalla de Plata en el Certamen Nacional Lircay (1979)

Ana Cortés dejó una marca indeleble en la historia del arte chileno y mundial. Su legado continúa siendo una fuente de estudio y admiración, consolidándola como una de las artistas más influyentes de su tiempo.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Ana Cortés (1895-1998): La pionera de la abstracción en el arte chileno". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/cortes-ana [consulta: 28 de septiembre de 2025].