Fernando de Córdoba (1421-1480). El filósofo español que aspiró a una ciencia universal

Fernando de Córdoba fue una de las figuras intelectuales más sobresalientes del prerrenacimiento español, un erudito cuya amplitud de saber y originalidad de pensamiento lo situaron como precursor del pensamiento moderno en la península ibérica. Nacido alrededor de 1426, posiblemente en la ciudad de Córdoba, y fallecido en Roma entre 1485 y 1487, desarrolló una intensa vida académica y religiosa que lo llevó desde las aulas salmantinas hasta los círculos intelectuales del Renacimiento italiano. Políglota, filósofo, teólogo y médico, este pensador encarnó el ideal del sabio total, forjando una obra cuyo alcance intelectual sigue despertando el interés de los historiadores del pensamiento.

Orígenes y contexto histórico

La vida de Fernando de Córdoba se enmarca en una época de intensos cambios culturales y filosóficos. A mediados del siglo XV, Europa experimentaba una transición decisiva: el ocaso del escolasticismo medieval y la emergencia del humanismo renacentista. España, aunque algo rezagada con respecto a Italia, empezaba a participar de estos movimientos intelectuales gracias a figuras como Fernando de Córdoba, que sirvió de puente entre la tradición escolástica y las nuevas corrientes filosóficas que ponían énfasis en el conocimiento filológico, la recuperación de los clásicos y la exploración de nuevas formas del saber.

Formado en la Universidad de Salamanca, una de las más prestigiosas de la época, obtuvo títulos en Artes, Teología, Medicina y Derecho Civil y Canónico. Este abanico de disciplinas evidencia su carácter universalista, un rasgo esencial en su pensamiento. Desde temprano, mostró una inclinación por la síntesis de saberes y la formulación de una ciencia total, siguiendo un modelo similar al de Ramón Llull.

Su contacto posterior con el humanismo italiano, a través de sus viajes y su correspondencia con figuras como Lorenzo Valla, consolidó su posición como uno de los pensadores más avanzados de su tiempo. Fernando fue además un hombre de Iglesia: ejerció como subdiácono del papa y auditor en la Rota romana, además de confesor de Alfonso V de Aragón y servidor del rey Juan II, participando activamente en la vida política y religiosa de su época.

Logros y contribuciones

Fernando de Córdoba destacó como un erudito polifacético, cuyo conocimiento abarcaba desde la filosofía y la teología hasta la medicina y la jurisprudencia. Uno de los pilares fundamentales de su pensamiento fue el intento de elaborar una ciencia universal, una estructura epistemológica en la cual todas las ramas del saber se derivaran de una raíz común: el ser. En este sentido, su pensamiento es profundamente ontológico, puesto que parte de la idea del ser como fundamento de todos los predicados posibles, anticipando algunos de los desarrollos que luego serían explorados por filósofos del Renacimiento y del barroco.

Su capacidad intelectual se complementaba con un dominio impresionante de lenguas: dominaba el hebreo, griego, latín, árabe y caldeo, lo que le permitía acceder directamente a las fuentes primarias de la antigüedad clásica, la tradición bíblica y los grandes textos filosóficos del mundo islámico y hebreo. Esta erudición no pasó desapercibida, y de hecho se le atribuía un grado de conocimiento tan extraordinario que llegó a ser calificado por algunos como el Anticristo, en un tono más de admiración que de condena.

En el plano académico, fue protagonista de encendidos debates que provocaron gran expectación, especialmente en el Colegio de Navarra y en la Universidad de París, dos centros neurálgicos del saber europeo. Su oratoria, profundidad filosófica y capacidad de argumentación lo consagraron como una figura temida y admirada en los círculos intelectuales.

Su obra escrita es igualmente amplia y diversa. Aunque algunas de sus contribuciones se han perdido, otras han llegado a nosotros, demostrando su versatilidad y profundidad filosófica.

Principales obras de Fernando de Córdoba:

  • Commentaria in aliquos libros Bibliae, praesertim in Apocalypsim (obra hoy perdida): exégesis bíblica centrada en el Apocalipsis.

  • De laudibus Platonis: una defensa apasionada del pensamiento platónico.

  • De duabus philosophiis, et praestantia Platonis, supra Aristotelem: tratado donde argumenta la superioridad de Platón sobre Aristóteles.

  • De artificio omnis et investigandi et inveniendi natura scibilis: obra orientada a establecer un método universal para el conocimiento.

Estas obras reflejan su profundo interés por la filosofía platónica, en contraposición con el aristotelismo dominante en su tiempo. Su defensa de Platón lo coloca en una línea poco común para su época, anticipando ciertas tendencias del neoplatonismo renacentista.

Momentos clave

La vida de Fernando de Córdoba estuvo marcada por momentos determinantes que definieron su carrera intelectual y religiosa. A continuación, se destacan algunos de los más relevantes:

  • 1426: Nacimiento, posiblemente en Córdoba.

  • Universidad de Salamanca: Obtención de múltiples títulos en las principales disciplinas del saber medieval.

  • Viajes por Europa: Entró en contacto directo con el humanismo italiano y mantuvo correspondencia con figuras como Lorenzo Valla.

  • Debates en París y Navarra: Sus intervenciones generaron gran impacto en los principales centros de estudio europeos.

  • Subdiácono del papa y auditor en la Rota romana: Altos cargos eclesiásticos que reflejan su prestigio en Roma.

  • Confesor de Alfonso V de Aragón y servidor de Juan II: Participación activa en los círculos de poder político y religioso.

  • 1480: Fecha aproximada de su muerte en Roma, aunque algunos registros indican que pudo haber muerto entre 1485 y 1487.

Estos hitos no solo dan cuenta de su itinerario vital, sino que también permiten entender la amplitud de su influencia en múltiples esferas: intelectual, eclesiástica, política y académica.

Relevancia actual

La figura de Fernando de Córdoba ha sido rescatada en las últimas décadas como uno de los grandes precursores del pensamiento renacentista en España. Aunque su nombre no tiene hoy la misma resonancia que otros contemporáneos suyos, su contribución al pensamiento filosófico y a la articulación de un modelo universal del saber lo coloca en una posición destacada dentro del panorama intelectual europeo del siglo XV.

Su propuesta de una epistemología integradora, que articula diversas ciencias a partir de principios comunes, resuena hoy en algunos planteamientos de la filosofía contemporánea que buscan superar la fragmentación del conocimiento. Asimismo, su inclinación hacia el pensamiento platónico y su crítica al aristotelismo dominante representan una voz crítica dentro de la tradición escolástica que merece ser revisitada.

En un mundo cada vez más necesitado de saberes interdisciplinares y de visiones holísticas del conocimiento, la figura de Fernando de Córdoba emerge como un modelo inspirador de erudición, curiosidad intelectual y ambición integradora del saber. Su vida y obra, aunque parcialmente olvidadas, siguen ofreciendo claves valiosas para comprender la evolución del pensamiento europeo entre la Edad Media y la Modernidad.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Fernando de Córdoba (1421-1480). El filósofo español que aspiró a una ciencia universal". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/cordoba-fernando-de [consulta: 2 de octubre de 2025].