Brull y Caballero, Mariano (1891-1956). El poeta cubano que exploró la pureza literaria
Mariano Brull y Caballero, nacido en Camagüey en 1891 y fallecido en Marinao en 1956, fue un poeta, traductor y diplomático cubano que dejó una profunda huella en la literatura cubana y mundial. A lo largo de su vida, desarrolló una obra literaria marcada por su evolución estética, desde las influencias modernistas hasta la exploración de las nuevas formas vanguardistas europeas. Su legado es especialmente relevante en la denominada «poesía pura», un estilo que cultivó con maestría tanto en español como en francés.
Orígenes y contexto histórico
Mariano Brull nació en una Cuba que, a principios del siglo XX, se encontraba en una época de efervescencia cultural e intelectual. Su formación literaria y su vocación poética estuvieron profundamente influenciadas por el contexto histórico de la época, así como por las oportunidades que su carrera diplomática le brindó para viajar por Europa y conocer de cerca las tendencias vanguardistas del momento.
Desde joven, Brull mostró una profunda fascinación por las letras. En su adolescencia, se trasladó a España, donde publicó su primer libro de poemas, La casa del silencio (1916), un claro reflejo del modernismo que aún dominaba la literatura hispanoamericana en esos años. Sin embargo, lo que distinguió a Brull desde sus primeras obras fue la capacidad para integrar influencias filosóficas y literarias que lo hicieron único. Su temprano interés por el neoplatonismo lo llevó a desarrollar un estilo lírico que fue evolucionando con el paso de los años hacia una concepción más depurada de la poesía.
Logros y contribuciones
La principal contribución de Mariano Brull al mundo literario fue su empeño en cultivar una «poesía pura», un estilo que buscaba la máxima abstracción y limpieza expresiva. Para ello, se empapó de las corrientes literarias europeas, en especial de las influencias de los poetas franceses y los movimientos estéticos que florecieron en ese momento.
Una de las influencias más destacadas fue la de Paul Valéry, quien con su poesía reflexiva y precisa se convirtió en un referente para Brull. Además, su conocimiento de la obra de Henri Brémond, especialmente de su La poésie pure (1925), marcó un punto de inflexión en su obra. La poesía pura defendida por Brémond tenía como base la idea de que la poesía debía ser un medio para alcanzar la verdad de la realidad a través de la pureza del lenguaje, algo que Brull adoptó con fervor. Además, el estudio de Walter Pater y su defensa del «arte por el arte» influyó notablemente en la concepción estética de Brull, quien adoptó una visión de la poesía como un arte autónomo, desligado de toda función utilitaria.
Momentos clave
El proceso evolutivo de Brull en su búsqueda de la pureza poética está claramente marcado por una serie de obras clave, que no solo demuestran su evolución estética, sino también su creciente introspección y su distanciamiento de la realidad externa. Entre las obras más destacadas se encuentran:
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La casa del silencio (1916): Su primera obra, que refleja el influjo del modernismo y de las influencias que comenzaron a formarlo como poeta.
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Quelques poèmes (1926): Su primer volumen de poemas en francés, que lo establece como un escritor de vanguardia, plenamente consciente de las tendencias literarias europeas.
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Poemas en menguante (1928) y Canto redondo (1934): Obras que muestran su giro hacia una poesía más introspectiva, donde el poeta se aleja de la realidad exterior para centrarse en su propio mundo interior.
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Solo de rosa (1941): Un hito en su carrera, donde la poesía de Brull se convierte en un viaje hacia su propio ser, dejando atrás las influencias externas para abordar las profundidades del alma humana.
A medida que avanzaba su carrera, su poesía se fue tornando más profunda y sombría. La publicación de Temps en peine. Tiempo en pena (1950) y Rien que… (Nada más que…) (1954) reflejan una creciente desesperación existencial, marcada por una crisis filosófica que lleva a Brull a explorar los límites de la comprensión humana y la percepción del mundo. Estas obras bilingües, escritas en francés y español, se caracterizan por un tono nihilista, en el que la angustia existencial se convierte en el eje central de su poesía.
Relevancia actual
Aunque la obra de Mariano Brull fue menos conocida fuera de los círculos literarios cubanos durante su vida, su influencia ha crecido con el paso del tiempo. Su incursión en la poesía pura y su dominio de los recursos estilísticos más avanzados le han ganado un lugar privilegiado en la historia de la literatura cubana. Su exploración del lenguaje, su juego con el ritmo y su dominio de la jitanjáfora, un recurso literario popularizado por Alfonso Reyes, han sido objeto de numerosos estudios. Este recurso, que consiste en la creación de palabras inventadas que, aunque sin un significado preciso, producen efectos sonoros y rítmicos en la poesía, es uno de los legados más importantes de Brull. Algunos estudiosos han llegado a afirmar que Brull fue el creador genuino de esta figura retórica, aunque su origen se remonta a obras anteriores, como las de Lope de Vega, uno de los más grandes exponentes del Siglo de Oro español.
Además, la importancia de su obra se mantiene viva gracias a la recopilación de su poesía realizada en 1983, bajo el título Poesía, que incluyó un estudio preliminar de Emilio de Armas. Esta edición ha permitido que las nuevas generaciones de lectores y estudiosos descubran la riqueza de su obra y la relevancia de su búsqueda poética.
Conclusión
Mariano Brull y Caballero fue un poeta que navegó por las aguas de la vanguardia literaria, llevando consigo una propuesta estética única que fusionaba las corrientes modernistas con las nuevas tendencias poéticas que surgían en Europa. Su legado, marcado por la evolución hacia la «poesía pura», sigue siendo una fuente de inspiración y estudio dentro de la literatura cubana y mundial. Gracias a su obra, la poesía cubana pudo adentrarse en territorios de abstracción y pureza que fueron fundamentales para el desarrollo de la poesía del siglo XX. Su estilo, profundo y desafiante, continúa resonando con la misma intensidad con la que fue concebido en el contexto literario de su tiempo.
Bibliografía
– BAQUERO, Gastón. «En la muerte de Mariano Brull», en Boletín de la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO (La Habana), 5, 7 (1956), págs. 4-7.
– MATAS, Julio. «Mariano Brull y la poesía pura en Cuba», en Nueva Revista Cubana (La Habana), 1, 3, (1959), págs. 60-77.
– SAÍNZ, Enrique. «La poesía pura en Cuba: algunas reflexiones», en Ensayos críticos (La Habana: Ediciones Unión, 1989), págs. 110-131.
MCN Biografías, 2025. "Brull y Caballero, Mariano (1891-1956). El poeta cubano que exploró la pureza literaria". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/brull-y-caballero-mariano [consulta: 28 de septiembre de 2025].