Rowland Brown (1897-1963): El director estadounidense que dejó huella en Hollywood
Rowland Brown (1897-1963) fue un destacado director y guionista estadounidense, cuyo trabajo en la industria del cine se extendió durante las décadas de los años 30, 40 y 50. Conocido por su estilo característico y por sus contribuciones al cine negro, su carrera fue marcada por la lucha con los estudios de Hollywood y una voluntad de mantener su independencia creativa. Su legado incluye una serie de películas memorables que siguen siendo relevantes para los estudiosos del cine y los amantes de las producciones clásicas.
Orígenes y contexto histórico
Nacido el 6 de noviembre de 1897 en Akron, Ohio (aunque algunos fuentes indican el año 1900), Rowland Brown creció en un entorno que despertó su interés por las artes y la creatividad. Su formación académica comenzó en la Universidad de Yale, donde estudió antes de decidirse por una carrera en el mundo de la ilustración y la escritura. Durante la década de los años 20, trabajó como ilustrador de revistas de moda y dibujante de viñetas deportivas, lo que le permitió adquirir experiencia en el mundo visual y la narrativa gráfica.
A principios de los años 30, Brown emigró a Hollywood, un movimiento que definiría el resto de su carrera. Ingresó a la industria cinematográfica en un momento de cambios significativos, cuando los estudios de cine estadounidenses se encontraban en pleno auge, pero también bajo estrictos controles creativos. Estos primeros años serían determinantes para su evolución, tanto como guionista como director.
Logros y contribuciones
Inicios en Hollywood
La llegada de Rowland Brown a Hollywood en 1928 marcó el comienzo de una carrera en la que se desempeñó inicialmente en la First National y la Fox. Fue en este período cuando comenzó a consolidar su reputación como un escritor brillante y un creador de «gags» para películas cómicas. Su habilidad para desarrollar historias y su aguda comprensión del humor visual lo llevaron a ascender rápidamente a la posición de guionista. Fue en 1930 cuando logró su primer gran reconocimiento al escribir el guion de A Handful of Clouds, que posteriormente se estrenó como La senda del crimen (1930) dirigida por Archie Mayo. Esta obra le valió su primera nominación al Oscar, lo que le permitió establecerse firmemente como uno de los guionistas más destacados de la época.
Su trabajo en el guion de Angeles con caras sucias (1938), otro de sus éxitos más recordados, también le valió una nominación al Oscar. Estas contribuciones no solo consolidaron su nombre en la industria, sino que lo pusieron en el radar de los estudios más importantes de la época. Además de su labor en el guion, Rowland Brown exploró otras facetas creativas, como la dirección.
Dirección en cine negro
En 1931, Brown dio el salto a la dirección con su película Quick Millions (1931), en la que dirigió a un joven Spencer Tracy, quien sería una de las grandes estrellas de Hollywood en los años siguientes. La película fue bien recibida por la crítica, y Rowland Brown se destacó por su capacidad para dirigir y escribir a la vez. Durante la década de los 30, continuó explorando el cine negro con películas como La carretera del infierno (1932) y Blood Money (1933). Estas producciones le permitieron consolidar su estilo distintivo y su dominio de los elementos clave del cine negro: el misterio, la tensión y la moralidad ambigua.
Sin embargo, su relación con los estudios de Hollywood se fue complicando con el tiempo. Brown era conocido por su postura independiente y su resistencia a las imposiciones de los grandes estudios. En varias ocasiones, se enfrentó a las autoridades del cine, lo que le llevó a perder oportunidades en proyectos que inicialmente había dirigido, pero que fueron retomados por otros realizadores más flexibles ante las exigencias de los estudios.
La etapa en Gran Bretaña
En su afán por mantener su independencia creativa y escapar de las limitaciones del sistema de estudios en Hollywood, Rowland Brown decidió probar suerte en el cine británico. En 1934, se trasladó a Gran Bretaña y asumió la dirección de The Scarlet Pimpernel. Sin embargo, su estancia en el país no fue longeva, ya que fue reemplazado después de tan solo un mes de trabajo debido a diferencias creativas y problemas con la producción. Esta experiencia reflejó la dificultad que enfrentó a lo largo de su carrera al intentar trabajar fuera del control rígido de los estudios de cine.
Momentos clave de la carrera de Rowland Brown
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1929: Comienza su carrera como guionista con el filme El hijo del muerto.
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1930: Su guion de La senda del crimen le valió una nominación al Oscar.
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1931: Debut como director con Quick Millions (1931).
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1932: Dirige La carretera del infierno, consolidándose como un director de cine negro.
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1933: Dirige Blood Money, otro ejemplo de su maestría en el cine negro.
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1938: El guion de Angeles con caras sucias le trae una nueva nominación al Oscar.
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1934: Intenta dirigir en Gran Bretaña con The Scarlet Pimpernel, pero es reemplazado tras un mes.
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1940: Escribe el guion de Johnny Apollo, una de sus últimas grandes contribuciones al cine.
Relevancia actual
Aunque Rowland Brown nunca alcanzó la fama de otros directores contemporáneos, su legado en el cine sigue siendo de gran importancia para los estudiosos del cine y los cineastas actuales. Su habilidad para integrar el guion y la dirección, así como su incursión en el cine negro, lo convierten en una figura clave dentro de la historia del cine estadounidense. Además, su relación con actores de renombre como Spencer Tracy, cuya carrera comenzó a despegar durante su colaboración, resalta la importancia de Brown en la formación de la industria cinematográfica de la época.
Rowland Brown ha sido reconocido por su enfoque innovador en la narrativa visual y por su capacidad para crear atmósferas tensas y emocionantes. A pesar de que su carrera fue relativamente corta en comparación con otros directores de su tiempo, su influencia perdura en el cine contemporáneo, especialmente en el género de cine negro.
Filmografía destacada de Rowland Brown
Como director y guionista:
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1931: Quick Millions.
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1932: La carretera del infierno.
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1933: Blood Money.
Como guionista:
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1929: El hijo del muerto.
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1930: La senda del crimen.
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1931: Skyline.
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1932: La última acusación; Hollywood al desnudo.
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1934: Widow’s Might; What Happened to Harkness?; Leave it to Blanche.
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1936: The Robin Hood of El Dorado; The Devil is a Sissy.
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1938: El hijo del ganster; Ángeles con caras sucias.
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1939: The Lady’s From Kentucky.
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1940: Johnny Apollo.
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1946: Nocturno.
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1950: The Nevadan.
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1952: El cuarto hombre.
A lo largo de su carrera, Rowland Brown dejó una huella indeleble en la historia del cine, particularmente en los géneros de cine negro y comedia. A pesar de las dificultades personales y profesionales que enfrentó, su legado como director y guionista sigue siendo estudiado y admirado por cineastas y académicos de todo el mundo.
MCN Biografías, 2025. "Rowland Brown (1897-1963): El director estadounidense que dejó huella en Hollywood". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/brown-rowland [consulta: 28 de septiembre de 2025].