Alfonso del Arco (s. XVII): El pintor español conocido como el Sordillo de Pereda
Alfonso del Arco fue un destacado pintor español del siglo XVII, cuyo legado perdura en varias iglesias de Madrid y otras ciudades españolas. A pesar de su condición de sordomudo, logró desarrollar una carrera artística en la que se destacó como discípulo de Antonio Pereda. Su apodo, «el Sordillo de Pereda», hace referencia a esta particularidad de su vida, pero también al hecho de que, a pesar de su discapacidad, se convirtió en un artista muy reconocido por su habilidad y técnica en la pintura.
Orígenes y contexto histórico
Alfonso del Arco nació en el siglo XVII, un periodo que estuvo marcado por grandes transformaciones en el ámbito cultural y artístico de España. El Siglo de Oro español fue testigo de una gran explosión en las artes, con la pintura, la literatura y el teatro alcanzando niveles de excelencia que dejaron una huella perdurable en la historia de la cultura occidental. Durante este periodo, maestros como Diego Velázquez, Francisco de Zurbarán, y el propio Antonio Pereda dominaron la escena pictórica española.
Al igual que muchos artistas de su tiempo, del Arco se formó bajo la tutela de otros pintores. Su conexión con Antonio Pereda, uno de los grandes pintores del Siglo de Oro, le permitió absorber valiosas enseñanzas que moldearon su estilo personal. La influencia de Pereda es notable en las obras de Alfonso del Arco, lo que llevó a que fuera conocido como el discípulo de este maestro.
Logros y contribuciones
A pesar de los desafíos que enfrentó debido a su sordera, Alfonso del Arco alcanzó un notable reconocimiento dentro de la comunidad artística española. Su habilidad para crear pinturas detalladas y expresivas le permitió ocupar un lugar importante dentro del repertorio artístico de la época. Se le conoce principalmente por sus obras religiosas, muchas de las cuales fueron realizadas para adornar las iglesias de Madrid y otras ciudades cercanas como Alcalá de Henares, Toledo y Ávila.
El hecho de que su obra se encontrara en tantos lugares distintos es testimonio de su relevancia en el ámbito artístico del siglo XVII. Su estilo pictórico, que mostraba un dominio en el manejo de la luz y los colores, lo hizo especialmente adecuado para las grandes iglesias, donde la luz natural de las ventanas se fusionaba de manera impresionante con sus representaciones de lo divino.
Alfonso del Arco no solo fue un pintor dedicado a la creación de imágenes religiosas, sino que también cultivó un estilo propio influenciado por las características barrocas que definían la pintura española del momento. El tratamiento del espacio y los detalles de sus composiciones reflejaban un gran sentido de profundidad, lo que le permitió ofrecer obras que captaban la atención tanto de los fieles como de los expertos en arte.
Momentos clave
A lo largo de su carrera, Alfonso del Arco dejó un legado artístico que incluye varias pinturas notables. Algunas de estas obras fueron encargadas por instituciones religiosas, que las ubicaron en altares y capillas de las iglesias más relevantes de Madrid. Además de su fama local, las piezas de del Arco también adquirieron relevancia en otras regiones, como Alcalá de Henares, Toledo y Ávila, donde contribuyó al embellecimiento de espacios litúrgicos.
A pesar de ser conocido principalmente por su obra religiosa, no se puede pasar por alto el hecho de que su carrera fue influenciada de manera significativa por la obra de su maestro Antonio Pereda, un pintor con un estilo propio dentro del barroco español. Esta influencia se reflejó en la manera en que del Arco trató temas religiosos, presentando escenas de gran intensidad emocional y dramatismo, características típicas del Barroco.
La dificultad de ser sordomudo no fue un obstáculo para que Alfonso del Arco alcanzara el éxito en su campo. De hecho, se cuenta que su capacidad para observar y comprender el mundo a través de la pintura fue una de sus principales fortalezas, lo que le permitió perfeccionar su técnica. Esto, sumado a la influencia de Pereda, le permitió crear una obra única que es valorada hasta el día de hoy.
Relevancia actual
Aunque no es tan conocido como algunos de los grandes maestros del Siglo de Oro español, como Velázquez o Zurbarán, la figura de Alfonso del Arco ha cobrado importancia en la investigación artística contemporánea. Los estudios sobre la pintura barroca española han puesto de relieve su habilidad técnica y su capacidad para captar la espiritualidad en sus obras.
Las pinturas de Alfonso del Arco continúan siendo una parte integral del patrimonio artístico de España. A pesar de los años que han pasado desde su muerte, sus obras siguen siendo estudiadas y admiradas por especialistas en arte y personas interesadas en el legado cultural de la España barroca. Las iglesias que albergan sus pinturas siguen siendo destinos importantes para aquellos que buscan apreciar el arte religioso de la época, y sus composiciones continúan emocionando a los espectadores.
El hecho de que su trabajo haya perdurado en el tiempo también refleja la importancia de la pintura religiosa en el contexto de la España del Siglo XVII. Las obras de del Arco, al igual que las de otros pintores contemporáneos, ayudaron a comunicar la devoción y la fe a través de imágenes visuales, un medio poderoso para transmitir los valores espirituales en una sociedad profundamente religiosa.
En resumen, Alfonso del Arco dejó una huella significativa en la historia del arte español, a pesar de las dificultades personales que enfrentó debido a su sordera. Su obra continúa siendo un testimonio de la riqueza del Barroco español, y su relación con Antonio Pereda demuestra la importancia de las influencias mutuas en el desarrollo artístico de la época.
MCN Biografías, 2025. "Alfonso del Arco (s. XVII): El pintor español conocido como el Sordillo de Pereda". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/arco-alfonso-del [consulta: 29 de septiembre de 2025].