Cristóbal Acosta (ca. 1525-ca. 1592). El médico que desveló los secretos botánicos de Oriente

Cristóbal Acosta. El médico que desveló los secretos botánicos de Oriente

La figura de Cristóbal Acosta se alza como una de las más relevantes en la historia de la medicina y la botánica del siglo XVI. Médico, naturista y viajero incansable, Acosta desarrolló una labor pionera al documentar con rigor científico las plantas medicinales y drogas orientales, muchas de ellas hasta entonces desconocidas en Europa. Su obra marcó un antes y un después en el estudio de la materia médica, consolidándolo como uno de los grandes divulgadores del conocimiento naturalista de su tiempo.

Orígenes y contexto histórico

Nacido hacia 1525 en San Buenaventura, en las Islas de Cabo Verde, Cristóbal Acosta provenía de una familia judeoconversa vinculada al entramado colonial portugués en África. Siempre se autodenominó “Africano”, lo que da cuenta tanto de su orgullo identitario como de su conexión profunda con los territorios ultramarinos del imperio luso. Este entorno multicultural y fronterizo entre mundos europeos y africanos marcó el inicio de una trayectoria vital caracterizada por la movilidad, la curiosidad intelectual y la vocación médica.

Durante la década de 1550, Acosta viajó por primera vez a la India como soldado, participando en diversas campañas militares. En este contexto, conoció al insigne García de Orta, uno de los mayores expertos en medicina oriental, cuyo trabajo influyó profundamente en la obra posterior de Acosta. Años más tarde, en 1568, regresó a la India como médico personal de Luis de Ataide, antiguo capitán suyo que había sido nombrado virrey. Aunque llegó a Goa poco después del fallecimiento de Orta, su estancia en la India fue decisiva para consolidar su formación médica y botánica.

Su paso por el hospital de Cochin y sus viajes por el subcontinente asiático y otras regiones orientales le permitieron acumular un vasto conocimiento empírico sobre la flora, la fauna y las prácticas medicinales locales. Tras finalizar la administración virreinal de Ataide en 1572, Acosta regresó a la península ibérica, estableciéndose en Burgos, donde residió entre 1576 y 1587 como cirujano y médico oficial del municipio.

Logros y contribuciones

La gran aportación de Cristóbal Acosta a la historia de la medicina europea fue la publicación en 1578 del «Tractado de las drogas y medicinas de las Indias Orientales», obra que dedicó a la ciudad de Burgos. En este tratado, Acosta no solo rinde homenaje a su maestro García de Orta, sino que también ofrece una visión original y más sistemática del mundo vegetal oriental. Como muestra de este reconocimiento, subtituló la obra con la frase: «En el cual se verifica mucho de lo que escribió el Doctor García de Orta».

Entre los aspectos más destacados de esta publicación se encuentran:

  • El estudio exhaustivo de 69 plantas medicinales y drogas orientales, muchas de ellas hasta entonces ignoradas en Europa.

  • La inclusión de grabados detallados de las plantas, «dibujadas al vivo», lo que las convierte en las primeras representaciones botánicas publicadas en Europa sobre flora del Asia oriental.

  • La aportación de una rica sinonimia en múltiples lenguas, incluyendo castellano, portugués, catalán, vasco, italiano, francés, inglés, alemán, flamenco y diversas lenguas orientales.

  • Descripciones minuciosas que abarcan desde las propiedades terapéuticas hasta los métodos de recolección y posibles adulteraciones de las sustancias.

El tratado comienza con especias tan cotidianas hoy como la canela, la pimienta blanca y negra, el clavo y la nuez moscada, y finaliza con un extenso análisis del opio, al que dedica un capítulo de especial interés por su temprano y riguroso tratamiento de la toxicomanía.

Entre las especies descritas figuran la canela de Ceilán (Cinnamomum zeylanicum Bl.), la pimienta (Piper nigrum L.), el clavo (Caryophillus aromaticus L.), la nuez moscada (Myristica fragrans Houtt.), así como otras como la galanga, el tamarindo, el palo de China, el métel, el mango, la cúrcuma, el jengibre, el bambú y el cáñamo indio.

Momentos clave

El itinerario vital de Cristóbal Acosta estuvo marcado por hitos fundamentales que configuran su legado:

  • Década de 1550: Primer viaje a la India como soldado y encuentro con García de Orta.

  • 1568: Retorno a la India como médico de Luis de Ataide, virrey portugués.

  • 1576-1587: Ejercicio médico en Burgos, consolidación profesional.

  • 1578: Publicación en Burgos del Tractado de las drogas y medicinas de las Indias Orientales.

  • 1585: Traducción italiana del Tractado.

  • 1592: Publicación de cuatro tratados sobre cuestiones morales y religiosas.

  • Posterior a 1592: Retiro espiritual en Nuestra Señora de la Peña, en Tharsis, Huelva, donde falleció en fecha incierta.

Además del Tractado, en 1592 publicó los siguientes títulos:

  • Tractado en loor de las mugeres

  • Tratado en contra, y pro de la vida solitaria

  • Tratado acerca de la Religión y lo Religioso

  • Tratado contra los hombres que mal viven

Su intención de elaborar una obra más ambiciosa y sistemática sobre la flora, fauna y cultura natural de la India, Persia y China quedó frustrada, dejando inéditos materiales valiosos sobre “yerbas, plantas, frutos, aves y animales”.

Relevancia actual

La figura de Cristóbal Acosta ha recobrado valor en el estudio histórico de las ciencias naturales y la medicina por su papel como puente entre culturas y divulgador riguroso del saber oriental. Su Tractado, además de haber sido ampliamente traducido y reproducido, fue resumido en latín con comentarios por Charles de l´Ecluse en 1582, facilitando su difusión entre los estudiosos europeos y contribuyendo a su vigencia durante siglos.

Uno de los aspectos más notables de su legado es su visión empírica y observacional, que se aleja de las tradiciones escolásticas aún predominantes en la época. Su tratamiento sobre el elefante asiático, por ejemplo, constituye la primera monografía publicada en Europa sobre esta especie, mezclando datos observacionales con anécdotas de la tradición clásica y medieval.

La influencia visual de sus grabados botánicos también ha sido reconocida por la historia de la ilustración científica, ya que muchos fueron plagiados o copiados en Europa durante más de dos siglos, convirtiéndose en referencias icónicas para estudios posteriores.

En la actualidad, su obra sigue siendo objeto de interés académico y es valorada por su carácter interdisciplinar, ya que combina la botánica, la farmacología, la zoología, la lingüística y la antropología.

Bibliografía

Fuentes
Tractado de las Drogas, y medicinas de las Indias Orientales, con sus Plantas debuxadas al bivo…, Burgos: M. De victoria, 1578.
La traducción latina de Clusius apareció por vez primera en Amberes: C. Plantin, 1582 (cuatro ediciones posteriores en la misma ciudad y por el mismo impresor, la última en 1632).
La versión italiana se publicó en Venecia: F.Ziletti, 1585; la francesa en Lyon: J. Pillehotte, 1602, con dos reimpresiones.

Estudios
OLMEDILLA Y PUIG, J.: Estudio histórico de la vida y escritos del sabio médico, botánico y escritor del siglo XVI, Cristóbal de Acosta, Madrid: Her. de M. Fernández, 1899.
PAOLI, U. G.: “Christobal Acosta e le sue opere”, en Archeion, 19, 1937, pp. 317-346.
SEIDE, J.: “The Relationship os García da Orta´s and Christobal Acosta´s Botanical Works”, en Actes du VIIe Congrés Internationale d´Histoire des Sciences (Jerusalen, 1953), París: Hermann, 1955, pp. 564-567.
GUERRA, F.: “La materia médica en el Renacimiento”, en Historia Universal de la Medicina, vol. IV, Barcelona, 1973, pp. 131-149.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Cristóbal Acosta (ca. 1525-ca. 1592). El médico que desveló los secretos botánicos de Oriente". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/acosta-cristobal [consulta: 28 de septiembre de 2025].