Suker, Davor (1968-VVVV).
Futbolista croata nacido en Osijek (Croacia) el 1 de enero de 1968.
Debutó con dieciséis años en la primera división yugoslava, primero en el Dinamo de Zagreb y después en el Hask Gradjanski ante la desaparición del primero. Debido a las dificultades económicas y a la complicada realidad del país, el club dio permiso a sus jugadores par que buscaran nuevos destinos en Europa. Así es como Suker llegó a España, en 1991, donde fue acogido por el Sevilla y por su afición con gran entusiasmo, a lo que él correspondió con un gran juego y numerosas atenciones con los seguidores sevillistas. Llegó a financiar el viaje de varios integrantes de la Peña Biris, para que pudieran acompañar al club.
El cariño mutuo entre jugador y afición no hacía más que crecer, hasta el punto de que en la temporada 1995-1996, cuando el croata ya había firmado por el Real Madrid y la selección de su país le convocó para preparar la Eurocopa, el croata no dudó en volver ante la llamada de un Sevilla en dificultades a mitad de la Liga. Regresó a la capital andaluza en avión y jugó un partido decisivo. Se fue por la puerta grande después de haber colocado al equipo en Primera División, y dejar el recuerdo de sus 68 goles. Antes de llegar al Real Madrid sopesó algunas ofertas de equipos como el Bayern de Munich, el Arsenal, de Londres, y el Valencia. Fue finalmente traspasado al Real Madrid, sin haber expirado su contrato con el Sevilla, que recibió unos 1.100 millones de pesetas a cambio del jugador.
Como internacional, acudió al mundial de Francia de 1998 bajo la bandera de su nuevo país, Croacia, que acudía por primera vez a un mundial desde que se independizara de Yugoslavia. En aquel mundial, el joven Suker hizo historia, no sólo por contribuir a que su equipo fuera tercero en el mundial, sino por alcanzar el rango de máximo goleador del torneo.
Al margen del fútbol, Suker siempre ha demostrado una gran preocupación por el futuro, producto de sus malos momentos en Croacia con el inicio de la Guerra Civil en Yugoslavia, en la que temió por la vida de sus padres y hermanos. Por ello, parte de sus ganancias son enviadas a una cuenta de Múnich, donde posee negocios que comparte con familiares suyos residente en la capital bávara. Es también un gran aficionado del billar y el ajedrez.