Witte, Sergei Yullevich. Conde de (1849-1915).
Político ruso, nacido en Tiflis en 1849 y muerto en Petrogrado en 1915. Administrador de los ferrocarriles del sur de Rusia, procedía de una familia de ascendencia germánica y procedente del Báltico.
Designado por el zar Alejandro III como ministro de Comunicaciones y Hacienda entre 1892 y 1903, llevó a cabo una política consagrada al crecimiento económico mediante reformas que atrajeron capitales extranjeros e intensificaron el comercio exterior, siguiendo los ideales económicos de List. Fomentó la industrialización de Rusia a costa del endeudamiento exterior.
Ferviente partidario de la expansión rusa por Asia, impulsó la construcción del ferrocarril Transiberiano, pero, siempre temeroso del poderío japonés, propugnó una penetración gradual para no levantar los recelos del país insular. Esta política le costó su dimisión en 1903 por las acusaciones de los militares ultranacionalistas, que perseguían forzar un enfrentamiento con Japón.
En 1905 estalló la guerra ruso-japonesa. La aplastante victoria de los japoneses en ese año, así como las reformas que llevó a cabo el nuevo zar Nicolás II,encumbraron de nuevo en el poder a Witte. Ocupó el ministerio de Estado durante la guerra. Además, fue designado presidente del consejo de ministros y encargado de negociar con Japón la paz de Porsmouth, por la que Rusia renunciaba a Corea y a la mitad de la isla de Sajalín para conservar así el resto de los territorios asiáticos.
Reprimió los levantamientos de soldados y marineros de Cronstadt y Sebastopol, y la huelga de Moscú; simultáneamente, preparó una reforma constitucional para dar paso a nuevos módulos de participación política. Tan pronto como el zar se vio libre de la presión interna y externa, destituyó a Witte para realizar un giro conservador en su política. Witte nunca regresó al poder.
El fomento del capitalismo industrial en Rusia, que hizo crecer extraordinariamente al proletariado urbano, preparó el camino para la Revolución Rusa de 1917, que tuvo su antecedente en los sucesos de 1905. Witte supo que sólo una política reformista salvaría a la monarquía, pero su cese impidió que la llevase a cabo, al tiempo que mostraba cuán alejados se encontraban los zares de los problemas de Rusia.