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CineBiografía

Wayne, John (1907-1979).

John Wayne.

Actor de cine estadounidense, nacido en Winterset (Iowa), el 26 de mayo de 1907 y fallecido en Los Ángeles (California), el 11 de junio de 1979. Su verdadero nombre era Marion Michael Morrison.

Vida

Su padre era un droguero que se trasladó junto con su familia a Glensdale, en Los Angeles. Cuando Marion comenzó sus estudios en la Universidad del Sur de California, en 1925, destacó como jugador de fútbol americano. Allí le ve la estrella del cine del Oeste de aquellos años, Tom Mix, el cual le ofrece un empleo como trabajador en la Fox.

Será en estos estudios donde le conocerá John Ford, el cual le llevó a trabajar como figurante en su película Madre mía (1927); aparecía cuidando ocas. Dos años después ya se le pudo ver figurando en títulos de crédito de Words and music. El nombre con el que aparecía era el de Duke Morrison.

Sin embargo, quien le daría su verdadera oportunidad en el cine sería Raoul Walsh, a quien se lo había presentado Ford. Fue Walsh el que le hizo adoptar el nombre artístico con el que se haría mundialmente famoso: John Wayne. Con Walsh interpretó La gran jornada (1930). Se cuenta la anécdota de que cuando fue elegido para el papel del explorador y se presentó al rodaje, preguntó que tenía que hacer y Walsh se limitó a contestarle: "tú sube al caballo y apunta".

Pese a ser el protagonista, Wayne tardó en volver a destacar en otra película. Durante bastante tiempo intervino en filmes secundarios, westerns sin la mayor trascendencia. A pesar de todo, siguió manteniendo un estrecho contacto con Ford y habría de ser éste quien le convirtiera en una estrella, mejor dicho, en un verdadero mito para los Estados Unidos. Y ese momento le llegó interpretando a Ringo Kid, el protagonista de La diligencia (1939), un soberbio papel que ayudaría a situar la película entre las más representativas del western y de la historia del cine.

Cartel de La diligencia.

A partir de ese instante se convirtió en un actor mundialmente famoso, aunque el Oscar tardaría bastante en llegar (cuando contaba más de sesenta años); lo recibiría por Valor de ley (1969), bajo la dirección de Henry Hathaway.

Durante ese período intervino en todo tipo de películas, en una de las carreras más largas que un actor de prestigio haya realizado jamás. Pero, por encima de todo, Wayne encarnó como nadie los papeles relacionados con el universo del western. Fue el cowboy por excelencia, el militar de caballería ensanchando los territorios de los Estados Unidos siempre hacia el Oeste, y siempre a costa de los indios; el pistolero rudo y duro que sabía hacerse respetar y estaba siempre del lado del bien; el sheriff que sabía imponer la ley sin pestañear. Todo esto estaba apoyado por una presencia física impresionante: alto, fornido, rápido a pesar de su corpulencia. La figura, pues, por excelencia del cine del Oeste fue, indiscutiblemente, John Wayne.

En otro tipo de filmes no destacaba tanto, salvo tal vez en los de guerra. No estaba dotado para la comedia; apenas, salvo al final de su carrera, intervino en historia policíacas, pero todos los que estudian el cine están de acuerdo que, aunque sólo sea por sus westerns, ha sido uno de los mejores actores de toda la historia del cine.

En 1948 rodó Río Rojo, de Howard Hawks, con un muy joven Montgomey Clift dándole la réplica; un film del oeste, pero que encerraba dentro de sí una transposición del mito del rey Arturo y Lancelot.

A partir de este momento John Ford le entendió como nadie y supo sacar de él lo mejor que podía dar. Entre la gran cantidad de películas que hicieron juntos cabe mencionar La legión invencible (1949), un western que, como le gustaba a Ford, destacaba más por los aspectos íntimos que por los épicos.

Con El hombre tranquilo (1952), logra una interpretación memorable, que en parte rompe su línea habitual de actuación. Firmada, igualmente, por John Ford, se trata de una comedia a medias dramática, a medias irónica. Un boxeador se retira a un pueblecito de Irlanda, por haber causado involuntariamente la muerte en el ring a un contrincante. Allí, rodeado del ambiente del lugar, conocerá una mujer un tanto especial, interpretada por Maureen O'Hara, con la que le ocurrirán diversas peripecias y acabará casándose y recuperando la moral. Aunque en buena medida tiene un planteamiento narrativo que le acerca al cuento, Ford logró una historia conmovedora y divertida a la vez. Mientras, Wayne demostraba que aunque su físico era algo incuestionable, podía introducir matices en sus interpretaciones, que le hacían un actor de cuerpo entero, si bien su territorio natural continuase siendo el western. El hombre tranquilo es una obra cinematográfica que resiste muy bien la edad, con mucha mayor entereza que otras que fueron en su momento éxitos puntuales.

Una de sus películas más discutidas es Centauros del desierto (1956). En su momento fue aclamada como una cinta muy importante, un western que poseía raíces psicológicas y filosóficas, por encima de su carácter aventurero. Sin embargo, hoy en día los últimos trabajos teóricos sobre la película tratan de rebajar su carga triunfal y dejarla como algo bastante más trivial. La historia del hombre que busca a su sobrina, raptada por los indios cuando era una niña y que durante el tiempo de búsqueda incuba un odio racial -que llega a la culminación cuando descubre a la muchacha, interpretada por Natalie Wood, convertida en la esposa de un jefe indio-, para luego comprender que ese odio obstinado no lleva a ninguna parte, es un argumento que, aún siendo clásico, Ford impregnó en buena medida de una soterrada fuerza épica. La belleza visual del film es innegable, y el trabajo de Wayne perfecto. Por encima de las discusiones actuales, Centauros del desierto es, para bien o para mal, un referente del género western.

En 1960, John Wayne hizo una incursión en el terreno de la dirección, sin dejar por ello la interpretación; fue con El Alamo, una larga cinta que narra la defensa y caída de la celebre misión que fundarán los españoles en Texas, y que los texanos convirtieron en símbolo de su resistencia e independencia frente a los mexicanos. Más allá de la verdad histórica, el film es interesante. Wayne demuestra que había aprendido el oficio de la dirección de los buenos maestros con los que había trabajado, dando a luz una obra tradicional, maniquea, con aires de canción de gesta, pero no exenta de lirismo y romanticismo; además, fue bastante bien aceptada por el público. En 1968 Wayne volvería a la dirección, esta vez con una película sobre la guerra del Vietnam, Boinas verdes, aunque los planteamientos y resultados del film tuvieron una acogida bastante decepcionante.

En los años setenta su ritmo de trabajo desciende notablemente, y el cine que hace empieza a ser un calco del anterior. No obstante se pueden mencionar Chisum (1970), de Andrew V. McLaglen, y tal vez John Wayne y los cowboys (1972), de Mark Rydell, que resultó ser, como era de esperar, un homenaje al ya veterano actor.

Sus últimas interpretaciones recogen ya el trabajo de un hombre anciano, con las secuelas del cáncer que habría de llevarle a la tumba visibles. Pero, con todo, sus actuaciones seguían mostrando a un artista que seguía utilizando la pistola en defensa del bien -de su bien- y llenando la pantalla con su gran corpulencia. Seguía manteniendo el interés de quien asistía a las salas a ver sus películas.

Cuando murió, toda Norteamérica se sintió conmovida, ya que con Wayne desaparecía algo más que un actor que se había hecho familiar para millones de espectadores. Encarnó una manera de ser y de entender la historia. Se podía estar de acuerdo o no con él -con sus opiniones y su forma de expresarlas en el cine-, pero no dejaba indiferente y no pudo discutírsele nunca que, como actor, podía limitarse a cierto tipo de papeles, aunque esos los hacía como nadie. Aunque fue muchas cosas, entre otras centurión romano en La historia más grande jamás contada (1965), de George Stevens, lo cierto es que su ámbito natural fue el mundo del viejo Oeste americano, el tópico, maniqueo y tergiversado Oeste del cine de Hollywood, moviéndose en él como pez en el agua.

Se le conoció con el sobrenombre de el duque en un país republicano por antonomasia. Ha tenido muchas voces críticas, pero éstas lo han sido más por su ideología que por su incuestionable calidad como actor. Sus personajes pueden ser arrogantes, pero con tendencia a la soledad, a ser autosuficientes y más bien sardónicos. En sus actuaciones podría entreverse una tendencia al paternalismo, que resultaba muy eficaz cuando interpretaba a hombres mayores o neuróticos, aspecto que conocía muy bien Ford cuando le asignaba determinados personajes .

Tenía algo de “buen salvaje”. Es cierto que como héroe americano puede resultar discutible y hasta dudoso, pero su presencia cinematográfica, sus andares paquidérmicos y su capacidad para actuar hacen de él un auténtico fuera de serie y alguien inolvidable a la hora de construir la historia del cine.

Filmografía

Como actor

1927: Madre mía; La gran jugada.
1928: Legado trágico; Cuatro hijos.
1929: Tragedias submarinas; Words and Music; El tributo de la audacia.
1930: El intrépido; La gran jornada; Romance agreste; Cheer Up and Smile.
1931: Girls Demand Excitement; Three Girls Lost; Maker of Men; Arizona; Rage Fend.
1932: El retador; El expreso de la muerte; Haunted Gold; Ride Him; The Telegraph Trail; El ciclón tejano; Bajo el terror del águila; Two-Fisted Law; The Big Stampede.
1933: Carita de ángel; West of the Divide; Jinetes del destino; Aeropuerto central; Los tres mosqueteros del desierto; The Man from Monterey; His Private Secretary; College Coach; Sagebrush Trail; Somewhere in Sonora; Su última pelea.
1934: Lucky Texan; The Trail Beyond; Blue Steal; The Star Packer; Neath Arizona Skies; Lawless Frontier; Randy Rides Alone; The Man from Utah.
1935: Desert Trail; Texas Terror; Lawless Range; Paradise Canyon; Rainbow Valley; The Dawn Rider; New Frontier; Westward Ho.
1936: The Sea Spoilers; Conflict; The Lawless Nineties; The Lonely Trail; King of the Pecos; The Oregon Trail; Winds of the Wasteland.
1937: Idol of the Crowds; Mares del Sur; California Straight Ahead; I Cover the War.
1938: Santa Fe Stampede; Red River Range; Born to the West; Overland Stage Raiders; Pals of the Saddie.
1939: New Frontier; La diligencia; Allegheny Uprising; Three Texas Steers; The Night Riders; Wyoming Outlaw.
1940: Hombres intrépidos; Siete pecadores; Rutas infernales; Mando siniestro.
1941: La rueda de la fortuna; Piratas del mar Caribe; The Shepherd of the Hills; Nueva Orleans; Dama por una noche.
1942: Reunión in France; En el viejo California; Los usurpadores; Forja de corazones; Tigres del aire.
1943: En el viejo Arizona; Una chica se divierte.
1944: The Fighting Seabees; El y su enemiga.
1945: La patrulla del coronel Jackson; Algún día volveré; Dakota; They Were Expendable.
1946: El ángel y el pistolero; Sucedió en el tren.
1947: Hombres de presa.
1948: Fort Apache; Río Rojo; Tres padrinos; La venganza del bergantín.
1949: El luchador de Kentucky; Arenas sangrientas; La legión invencible.
1950: Rio Grande.
1951: Infierno en las nubes; El hombre tranquilo; La flota silenciosa.
1952: Big Jim McLain.
1953. El infierno blanco; Hondo; Un conflicto en cada esquina.
1954: The High and the Mighty.
1955: Callejón sangriento; El zorro de los océanos.
1956: El conquistador de Mongolia; Centauros del desierto.
1957: Amor a reacción; Escrito bajo el sol; Arenas de muerte.
1958: El bárbaro y la geisha.
1959: Rio Bravo; Misión de audaces.
1960: Alaska, tierra de oro.
1961: Los comancheros.
1962: El hombre que mató a Liberty Valance; La conquista del Oeste; El día más largo; ¡Hatari!.
1963: La taberna del irlandés; El gran McLintok.
1964: El fabuloso mundo del circo.
1965: Los cuatro hijos de Katie Elder; Primera victoria; La historia más grande jamás contada.
1966: La sombra de un gigante.
1967: El Dorado; Ataque a un carro blindado.
1968: Los luchadores del infierno; Valor de ley.
1969: Los indestructibles.
1970: Chisum; Rio Lobo.
1971: El gran Jack.
1972: John Wayne y los cowboys.
1973: Ladrones de trenes; La soga de la horca.
1974: McQ; Branigan.
1975: El rifle y la Biblia.
1976: El último pistolero.

Como director

1960: El Alamo.
1968: Los boinas verdes (codirector).

Autor

  • Emilio C. García Fernández ; Santiago Sánchez González