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MúsicaBiografía

Viñes, Ricardo (1875-1943).

Pianista, compositor y pedagogo español, uno de los más grandes intérpretes españoles de todas las épocas. Nació en Lérida en 1875, y falleció en 1943. Residió desde los 12 años en París, donde fue introductor, mentor y guía de los músicos españoles, entre los que se puede mencionar a Manuel de Falla, Joaquín Turina, Federico Mompou y Joaquín Rodrigo, entre otros. Pese a vivir en la capital francesa desde la temprana adolescencia, volvía con frecuencia a su ciudad natal. Su profundo nacionalismo le llevó a dar a conocer, difundir y defender la música española de cualquier época, que así se vio respaldada y asistida por su enorme autoridad y prestigio. De ahí que la figura de Viñes sea un fundamental punto de referencia y de unión entre las culturas musicales española y francesa. Es prácticamente imposible que al confeccionarse un programa en el que figuren obras representativas de la literatura pianística de la primera mitad del siglo XX, dichas obras y sus autores no se encuentren vinculados al nombre de Ricardo Viñes. Fue considerado por los músicos coetáneos como el más grande pianista de su tiempo, inspirador, destinatario y divulgador, por todo el mundo, de la mejor obra pianística escrita en todos esos años. Viñes añadió en su carrera, a la más cómoda y rutinaria tarea de repetición del repertorio habitual, la idealista faceta de estrenar y difundir lo que su inquietud artística y exigente espíritu crítico le pedían. Así, gran parte de la obra para piano de Claude Debussy y de Maurice Ravel pasó por su espíritu y por sus manos. Debussy le dedicó la pieza Peces de oro, la única dedicatoria hecha por este compositor a un pianista, y Ravel, sus mágicos Pájaros tristes; Manuel de Falla, por su parte, le dedicó las Noches en los jardines de España, y Enrique Granados, su goyesco Fandango del candil. Numerosas obras de los compositores más destacados del momento le tuvieron como inspirador y destinatario, aunque su fama como intérprete oscureció su labor de compositor.

Además de cuatro piezas para piano, denominadas Threnodie, Minué espectral, En Verlaine menor y Crinoline, homenajes a Erik Satie, Maurice Ravel, Fauré y Fargne, respectivamente, Viñes compuso once canciones para voz y piano. Hombre de amplísima cultura, mantuvo estrecha amistad con León Blof, Jean Cocteau, Jacques Maritain, Max Jacob, Pablo Picasso, Isidro Nonell y otros grandes de su época. Entre sus discípulos destacan Poulenc y Marcelle Mejer. Pasó largas estancias profesionales en Buenos Aires y en Chile, como concertista, pedagogo y divulgador de los compositores nativos. A su muerte, ocurrida en Barcelona, donde se instaló huyendo de París tras la ocupación nazi, los compositores Frederic Mompou, Joaquín Rodrigo y Ernesto Halffter, le dedicaron respectivas obras como homenaje póstumo.

Ricardo Viñes es uno de los pianistas más influyentes del siglo XX. Debussy y Ravel, entre muchos otros, por citar dos compositores fundamentales, pudieron escribir su obra para piano gracias al hecho de tener, junto a ellos, al genio capaz de crear la técnica pianística, inexistente en aquel tiempo, que permitió a sus sucesores seguir por los caminos que él descubrió y trazó.

Autor

  • Cecilia Guiter Viader