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Valdivia Cornejo, Juan Gualberto (1796-1884).

Polígrafo peruano de recia vitalidad y controvertida personalidad, brilla por su excepcional actividad en diversos campos, al ser sacerdote, científico, político, historiador, abogado, periodista, orador, teólogo y educador. Hijo de modesta familia, fueron sus padres Januario (Genaro) Valdivia y Eulalia Cornejo. Nació el 11 de julio de 1796 en el valle de Tambo, Cocachacra, actual provincia de Islay en Arequipa. Al día siguiente de su nacimiento, su partida fue asentada con el nombre de Juan Alberto, lo que sin duda es un error pues por costumbre de la época el nombre que se daba a los recién nacidos correspondía generalmente al del santo del día del natalicio o de su bautizo y precisamente el día que se celebra a San Gualberto es el 12 de julio, día de su bautizo.

Su infancia la pasó en la caleta de Cocotea y el pago de Las Palmas. Sus primeros estudios los recibe de profesores particulares. Viaja a Cuzco en 1811, a estudiar en el Colegio de San Antonio. Tres años después, luego de terminar sus estudios de Filosofía, regresa a Arequipa, para estudiar teología en el Colegio San Francisco. Ese mismo año también ingresa para estudiar en el Convento de La Merced. Más tarde entra en el convento de San Juan de Letrán de mercedarios de Arequipa, donde hizo su profesión solemne de votos religiosos el 1 de junio de 1817. Los revalidó el 29 de diciembre de 1818.

Es la época de la lucha por la independencia y en Arequipa se vive un ambiente de creciente inquietud, pero también de interés por la educación. Valdivia en vista de sus limitaciones económicas aprendió muchas cosas de manera autodidacta, y llega a constituirse en un versado en diferentes materias. En 1821 se funda la Academia Lauretana de Ciencias y Artes, de la que fue socio fundador y académico de número y se desempeñó como catedrático de filosofía, matemáticas y taquigrafía a partir de 1825. En esta institución encontró tribuna para sus discursos como la Disertación sobre el celibato (1827)que fue incluida en el Indice de libros prohibidos del Vaticano, Mis primeros años (1830), discurso poético, y sus Observaciones sobre el Gobierno Popular Representativo (1833). Uno de los acontecimientos que ha cobrado más significación en su vida fue la "Disertación contra el Celibato Eclesiástico", leído el 14 de mayo de ese año, donde impugnaba este voto religioso por considerarlo nocivo a la moral; es de imaginar el revuelo que causó tal acción, sobre todo por la difusión que alcanzó al ser impreso, en una ciudad tan conservadora como Arequipa y partiendo de un sacerdote. Sin embargo, tal actitud hay que analizarla dentro de su contexto, con las ideas liberales e ilustradas en boga. En 1823 había sido ordenado diácono, y fue designado párroco del valle de Tambo, donde restableció su salud. En 1826 se ordena de sacerdote, al año siguiente abandona La Merced para secularizarse.

Fue director del Colegio Independencia Americana -del que fue también fundador- en 1828, 1843 y 1868; en esta institución enseñó filosofía y matemáticas. Valdivia integró la comisión que fundó la Universidad del Gran Padre San Agustín de Arequipa en 1828, fue nombrado Secretario y redactó el acta de fundación y la primera Constitución. En esta institución rindió exámenes y obtuvo los grados de doctor en Sagrada Teología y Derecho, dictando la cátedra de religión y derecho. Fue el primer rector elegido, de 1870 a 1874. En 1831 se desempeña como abogado y reelabora el Manual del Abogado Americano basado en sus constantes estudios de jurisprudencia y un resumen de la Legislación Española en dos tomos que sirve como texto de estudio del derecho civil. Un año después, apoya la candidatura de Luna Pizarro y Evaristo Gómez Sánchez, liberales ambos, para la Convención Nacional y expone sus Observaciones de los restos de Melgar en la inauguración del cementerio de la Apacheta. En 1833 es nombrado párroco de Paucarpata. En 1834 colabora con la revolución del General Nieto, viaja a Lima para informar al Presidente Orbegoso de la situación del sur y pasa a Bolivia comisionado para firmar un Tratado de Auxilios. En 1837 es prebendado supernumerario. Estuvo presente en las revoluciones de Arequipa de 1834 a 1854 al lado de Nieto, Orbegoso y Castilla. Fue uno de los principales actores de los sucesos de la defenestrada Confederación peruano-boliviana, donde se mostró como su más ardiente defensor en las tribunas, las páginas de los diarios y hasta en el campo de batalla. Entre 1835 y 1837 publicó los periódicos El Misti, El Chili y El Yanacocha y colaboró con otros: El Arequipeño, La Patria en Triunfo, El Pensador, El Republicano, La Bolsa, Revista Católica de Arequipa y El Comercio.

Tras la caída de la Confederación, se dedicó a diversas actividades, entre ellas, la agricultura; en 1840 regresa a sus actividades públicas tras acogerse al beneficio de la amnistía política decretada por el Congreso de Huancayo. Por asilar a un militar sublevado fue apresado y enviado al cuartel de San Francisco, donde estuvo 15 días incomunicado. Fue liberado bajo garantías en 1841. En la Ciudad Blanca, en 1843, por segunda vez abre su estudio de abogado. Arrepentido luego de sus ideas liberales, volvió a la vida religiosa en el Convento de San Camilo, donde predica conmovedores sermones y escribe su Manual Místico para Confesores. Es nombrado canónigo primero de la Merced, se retracta públicamente de la impugnación del celibato y expone su Miscelánea Química (1845). Designado arcediano en 1846, a la vez se desempeña como Juez Hacedor de Diezmos y al año siguiente publica su controvertido libro Fragmentos para la Historia de Arequipa, que no es sino una copia de otros autores con fines de divulgación, constituyéndose esta obra durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX como el texto de obligada consulta a todos los estudios del pasado mistiano. En 1850 fue director de la Sociedad de Beneficencia. En 1851 fue a Lima enviado por el prefecto para entrevistarse con el general Echenique y pedir garantías para el pueblo arequipeño por las luchas ocurridas aquel año; cae preso en los Descalzos de Lima. En 1853 fue nombrado Deán de la Catedral, escribiendo ese año el libro Materia Médica y Terapéutica. En 1855 fue diputado por Arequipa; al año siguiente, fue propuesto como obispo del Cuzco -cargo que no acepta- y fue nombrado miembro de la comisión del Código de Minería. En 1858 viaja a Lima y se le designa rector del Convictorio de San Carlos, cargo que ejerció por 8 años.

De vuelta a Arequipa publica su Manual para los bañantes en las aguas termales de Yura y Jesús (1872), Biografía del Mariscal Ramón Castilla (1873), Las Revoluciones de Arequipa (1874) y Memoria que presenta el Rector de la Universidad del G.P. San Agustín Deán D.D. Juan G. Valdivia al separarse del cargo. Pese a su avanzada edad -81 años- fue elegido para la legislatura de 1877, pero no asistió a ella. Sus últimos años los dedicó al sacerdocio fundamentalmente, y fue ovacionado por todo el pueblo arequipeño en 1881 en su octogésimo quinto aniversario. El 13 de marzo de 1884 se jubiló del cargo de Deán, pero cuando podía acudía a la Catedral. A lo largo de este año su salud empeoró, falleciendo el 11 de diciembre de 1884. Se le realizaron solemnes honras fúnebres y fue sepultado en la catedral de Arequipa. En 1996, año en que se conmemoró el bicentenario de su nacimiento, la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa publicó el libro Deán Juan Gualberto Valdivia. Vida y Obras, y el Archivo Arzobispal le dedicó el número 3 de su revista con diversos estudios del personaje, obra y trayectoria, además del documentado libro El Deán Valdivia. Símbolo de la Arequipa Republicana, debido a la pluma de Mario Arenas.

C. Salas

Autor

  • Cesar Salas