A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PinturaBiografía

Tintoretto (1512-1594).

Pintor italiano, conocido como el Tintoretto por ser hijo de un tintorero, nacido en Venecia en 1518 y muerto en la misma ciudad en 1594. Su verdadero nombre era Jacobo Robusti. Desde el siglo XVII se creía que había sido discípulo de Tiziano y se señalaba la rápida aparición de contrastes entre maestro y discípulo que produce su distanciamiento. Pero en realidad, pese a que desde las primeras obras del artista se encuentran referencias a Tiziano, como en la Conversación de Saulo o en el Ecce Homo, sus inicios se encuentran ligados a la actividad de artistas como Bonifacio de Pitati o del Pordenone, y sobre todo a la difusión en los ambientes venecianos de elementos del gusto florentino y romano, además del estudio que realiza de dibujos y grabados de obras de la Italia central y reproducciones de esculturas de Miguel Ángel y Sansovino.

Batalla entre turcos y cristianos. Tintoretto. Museo del Prado. Madrid.

La pintura de Tintoretto es, posiblemente, la experiencia más trágica de todo el Cinquecento. Su obra puede interpretarse como una vivencia espacial de carácter irracional donde se distorsionan las figuras y se las hace mover en un mundo absurdo de visión mística. Los elementos arquitectónicos desaparecen o sirven de marco deformado para una visión atormentada de la religión. Desarrolla al máximo los valores cromáticos de la luz y el color, abandonando toda pretensión de delimitación de las figuras que se insertan en la naturaleza, concebida como un todo cósmico. Sus tonos, mucho más oscuros que los de Tiziano, no poseen su encendida vivacidad y prefieren el ambiente nocturno y la penumbra que dan un reflejo misterioso y en ciertos aspectos místico. Pese a ello sus tonos oscuros están animados por un dinamismo enérgico y tumultuoso.

Los escorzos, rudos y vigorosos, contribuyen a la tensión escénica de sus cuadros, en los que no se muestra un acabado unitario y refinado, que no hubiera servido para expresar sus fines y habría apartado de la idea de dramatismo que ante todo quiere imponer.

La experiencia religiosa de Tintoretto es ante todo una vivencia personal, que interpreta en clave veneciana el lenguaje espacial y figurativo del manierismo religioso, y se adhiere a este movimiento porque sus fórmulas ofrecían una mayor facilidad para dar rienda suelta a su imaginación fantástica.

En sus primeras obras, pintadas a partir de 1540, es evidente un interés por los motivos arquitectónicos de carácter escénico, y por la misma escena trágica, planteada en obras como Salomón y la reina de Saba o Cristo y la adúltera, donde el planteamiento teatral de la composición se une a la voluntad de acentuar la tensión dramática de la acción, mediante fuertes escorzos y gran gesticulación. Este mismo interés se muestra en el Lavado de los Pies de 1547, para el presbiterio de San Marcuola, y en El Milagro del esclavo liberado de 1548. El tema de la intervención milagrosa y la liberación es recurrente en las pinturas de los años siguientes: San Roque sana a los apestados, de 1549, o San Agustín sana a los cojos, donde las formas abiertamente espectaculares y teatrales se conjugan con una gran intensidad emotiva.

Entre 1550 y 1553, pinta Escenas del Génesis para la Scuolla della Trinitá, donde introduce nuevos intereses mediante las ambientaciones sugestivas y fantásticas de carácter paisajístico, tendencia que se mantiene en Susana y los Viejos y en San Jorge y el dragón.

En la década de 1770 se dedica a una intensa actividad y una gran producción de obras; además de retratos como Jacopo Soranzo, Alvise Cornano y Vicenzo Zeno, la Dama de negro o el Gentil hombre de la cadena de oro, realiza la decoración del techo del patio cuadrado del Palacio Ducal, así como numerosas telas de tema religioso consideradas sus más grandiosas y turbadoras obras; entre ellas destaca la Adoración del becerro de oro y el Juicio Final, así como los "milagros" para la Scuola Grande de San Marcos, con escenas como La salvación del sarraceno, el Robo del cuerpo de San Marcos, el Hallazgo del cuerpo de San Marcos, u otras obras en tela como Las bodas de Canaán, La última cena o El lavado de pies.

En 1564 Tintoretto da un nuevo impulso a su actividad en los frescos de la Scuola Grande di San Rocco, donde representa en la sala dell' Alegro San Roque en la gloria, y en el techo y paredes La Ascensión al Calvario, La Coronación de espinas, Cristo ante Pilatos y la Crucifixión.

Durante los últimos años de su vida le encargaron trabajos de carácter público para el Palacio Ducal, donde pinta en 1576 cuatro alegorías mitológicas sobre la unión y concordia del Estado, en las diferentes salas del palacio, así como La batalla de Zara y el Paraíso. La ejecución de esta obra fue encargada en su mayor parte a sus colaboradores, pero el diseño fue íntegramente de Tintoretto, en el que muestra imágenes grandiosas y espectaculares que exaltan las glorias de la República de Venecia. Entre 1578 y 1580 realiza también las ocho telas de los Fastos de los Gonzaga, para la corte de Mantua. Pese a esto el centro de su actividad sin duda hasta su muerte fue la Scuola di San Rocco, donde realiza en la Sala Grande Escenas del Antiguo y Nuevo Testamento en el techo y las paredes, y en la Sala Inferior Escenas de la Infancia de Cristo y Escenas de la vida de la Virgen, así como las dos imágenes nocturnas de las santas penitentes María Magdalena y María Egipciaca, donde, contrariamente a lo ocurrido en el Palacio Ducal prácticamente todo está realizado por su mano.

Entre 1592 y 1594 realiza sus últimas obras para el presbiterio de San Giorgio Maggiore: la Recogida del maná, la Última Cena y el Descendimiento de Cristo al sepulcro, donde la visión dramática del maestro, despojada ya de elementos complejos, alcanza acentos visionarios unas veces y otras de íntima y recogida concentración espiritual.

Bibliografía

  • Tintoretto. Maestros de la pintura. (Barcelona, Planeta-Agostini, 1990).

  • SALINAS ALONSO, F.: Tintoretto. (Madrid, 1983).

E. Alegre Carvajal

Autor

  • Esther Alegre Carvajal