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HistoriaPolíticaBiografía

Roosevelt, Theodore (1858-1919).

Theodore Roosevelt.

Abogado y político estadounidense, vicepresidente (1901) bajo la presidencia de William McKinley (1897-1901) y vigésimo sexto presidente de los Estados Unidos de América. Nació el 27 de octubre de 1858, en Nueva York (estado de Nueva York), y murió el 6 de enero de 1919, en Oyster Bay (estado de Nueva York). Su presidencia resaltó tanto por el reformismo que imprimió a su política interna como por la diplomacia desplegada en el exterior, conocida con el apelativo de big stick ('garrote duro'), caracterizada por el trato inflexible y la injerencia en los asuntos internos de los demás países del área de influencia de los Estados Unidos. En el año 1906, Roosevelt recibió el Nobel de la Paz como premio a su labor de mediador en la Guerra Ruso-japonesa (1904-1905), por la que se logró la firma del Tratado de Paz de Portsmounth.

Miembro de una familia acaudalada de origen holandés y escocés, asentados en Nueva York desde 1650, el joven Theodore pudo vencer su frágil constitución y salud enfermiza (padecía de asma crónica) gracias a un enorme sentido de la superación inculcado por su padre, quien proporcionó al joven el entusiasmo necesario para que emprendiera una completa formación, tanto intelectual como deportiva. Gracias al ejercicio constante, Roosevelt desarrolló sus músculos y pudo dedicarse a la práctica de varios deportes.

Principios de su carrera política

Fue educado de manera exquisita por tutores particulares, y más tarde en la Universidad de Harvard, donde se licenció en Derecho en 1880, el mismo año en que contrajo matrimonio con Alice Hathaway Lee, quien falleció al poco tiempo de la boda. En vista de que la carrera judicial no le atraía, Roosevelt decidió abandonarla para abrazar el mundo de la política. En el año 1881 se postuló, por el Partido Republicano, para un escaño en la Cámara de Representantes, cargo en el que permaneció entre los años 1882 a 1884 y en el que destacó por su lucha contra la corrupción y las maniobras electoralistas de los políticos neoyorquinos. Tras volver a contraer matrimonio con Edith Kermith Cavow, Roosevelt se presentó en vano para la reelección del cargo, por lo que, desencantado y desmoralizado, determinó abandonar la política y comprar un rancho en el estado de Dakota, donde llevó una vida de ganadero y pudo dar rienda suelta a una de sus grandes pasiones, la de escribir trabajos de Historia. Fruto de aquellos dos largos años de estancia en el Oeste fue la espléndida obra The Winnings of the West (La Conquista del Oeste), publicada en el año 1895. En 1886, Roosevelt regresó a Nueva York para presentarse, otra vez sin éxito, a la alcaldía de Nueva York, por lo que su actividad política se redujo tan sólo a apoyar al candidato presidencial republicano Benjamín Harrison, que acabó ganando al candidato demócrata Grover Cleveland.

En el año 1889, el nuevo presidente Benjamín Harrison (1889-1893) nombró a Roosevelt director de la Comisión del Servicio Civil. Ocupó dicho puesto hasta el año 1895, en que pasó a ocuparse del cuerpo de policía de Nueva York. El acceso a la presidencia del republicano William McKinley, en marzo de 1897, sacó a Roosevelt de sus ocupaciones policiales. Por sus constantes opiniones en defensa de la agilización de la política estadounidense con respecto a Latinoamérica y por sus tesis sobre la conveniencia de crear bases navales en el exterior, McKinley lo nombró secretario adjunto de Marina. Roosevelt contribuyó poderosamente a la creación de la flota estadounidense en los momentos previos a la Guerra Hispano-estadounidense, influido por las teorías expansionistas del almirante Alfred Thayer Mahan, para el que un país no podía ser poderoso sin el control de las vías marítimas, de ahí la necesidad de Estados Unidos de continuar la ocupación terrestre con el control de los océanos: para Roosevelt era imprescindible poseer colonias y ejercer el poder y dominio sobre ellas.

Theodore Roosevelt y la guerra contra España. El nacimiento de un héroe

Entusiasta partidario de la Doctrina Monroe, la guerra colonial contra España permitió a Roosevelt desempeñar un papel relevante que le convirtió en una figura conocida en todo el país, con el consiguiente beneficio electoral que tal hecho le reportó.

Nada más desatarse el conflicto, Roosevelt dimitió de su puesto y formó, junto con el futuro general Leonard Wood, un regimiento de voluntarios, los Rough Riders ('los rudos jinetes'), a los que dirigió con el grado de coronel. Roosevelt tuvo una participación bélica espectacular, especialmente cuando dirigió el asalto de la Loma de San Juan, en julio de 1898, con la colaboración de los independentistas cubanos, y en la Batalla de Santiago de Cuba, ambas acciones decisivas para la victoria final y que le convirtieron en un héroe nacional.

Gobernador de Nueva York. El camino hacia la presidencia

De regreso a los Estados Unidos, Roosevelt no tuvo problemas para ser elegido gobernador del estado de Nueva York, cargo en el que no tardó en demostrar su talante político, profundamente reformista, y un carácter independiente, que le hizo enfrentarse al jefe del Partido Republicano de Nueva York, Thomas C. Platt. Roosevelt organizó un sistema efectivo de asistencia civil y se dedicó a combatir a los políticos corruptos, incluso a los de su propio partido. El Nueva York de fines de siglo era una ciudad de un millón de emigrantes, repleta de caciques y atenazada por una corrupción que alcanzaba límites colosales, pero a la vez era el ambiente en el que surgieron numerosos movimientos de reforma, nacidos del descontento por el poder de los trusts financieros y por los grupos oligárquicos que dominaban todos los resortes del poder. Roosevelt se convirtió así en el líder del Progresismo que pretendía democratizar la vida política y atacar la corrupción.

La cúpula del Partido Republicano decidió combatir a un miembro tan díscolo como Roosevelt, poco preocupado por amoldarse a las reglas del juego político tradicional, por lo que concibieron un proyecto encaminado a dirigir al ardoroso Roosevelt a una "vía muerta". Roosevelt fue nominado por la Convención Nacional del partido, celebrada en el año 1900, candidato a la vicepresidencia, acompañando en la reelección a McKinley, político mucho más manejable por la maquinaria del partido.

Las elecciones presidencial del año 1900 dieron nuevamente la victoria a los republicanos. Los escasos poderes de la vicepresidencia dejaron a Roosevelt bloqueado en unas funciones bastantes limitadas, sin capacidad alguna de decisión y controlado férreamente por el partido. Pero, tras el atentado cometido el 6 de septiembre de 1901 en Buffalo por un militante anarquista contra McKinley y de acuerdo con lo previsto en la Constitución, Roosevelt se convirtió en el presidente más joven de la historia de los Estados Unidos de América.

La presidencia de Theodore Roosevelt

Hombre de carácter, enérgico y temido por los líderes de su propio partido y, sobre todo, libre de las presiones del gran capital merced a su propia fortuna personal, su presidencia contrastó desde el primer momento con la opacidad de todos sus antecesores en el cargo tras la Guerra de Secesión (1861-1865). De hecho, Roosevelt redefinió por completo el cargo presidencial, dotándole de nuevas dimensiones, convencido como estaba de que la creciente importancia de Estados Unidos en el exterior y el surgimiento de complejos temas económicos internos demandaban una dirección nacional mucho más enérgica, que sólo el presidente podía proporcionar.

Política interior

Roosevelt no olvidó la forma accidental en que llegó a la presidencia, por eso su principal objetivo fue asegurarse la reelección en las presidenciales del año 1904. Para ello, nada mejor que atender las demandas populares de controlar a los grandes monopolios y reformar el sistema de impuesto. Así pues, apoyó con firmeza la lucha contra las grandes compañías impulsando la Ley Anti-trust, e hizo que Wall Street se tambaleara. en primer lugar, pidió al Congreso la disolución de la poderosa Northern Securities Company, un gigantesco holding ferroviario organizado por el magnate J.P Morgan, desempolvando la Sherman Act. Aunque el Congreso se negó a tramitar la disolución, finalmente el Tribunal Supremo ratificó la decisión del presidente y dispuso la disolución definitiva del gigante ferroviario. Durante los siete años y medio de su mandato, Roosevelt, siempre amparándose en la Sherman Act, entabló juicios contra 44 grandes compañías, entre las que se encontraron gigantes como la American Tobacco Company, la Standard Oil Company de Rockefeller, etc., por lo que se ganó la simpatía del electorado y el apelativo de trustbuster ('destrozador de monopolios').

El segundo paso importante fue su mediación en una importante huelga de los mineros del carbón, en 1902, para conseguir que empresarios y trabajadores aceptaran la solución de un arbitraje llevado a cabo por la Comisión sobre el Carbón de Antracita que el propio Roosevelt creó, por la que se concedió a los trabajadores un 10% de incremento salarial y una reducción del horario semanal de trabajo.

Alentado por el jefe del Medio Ambiente, Gifford Pinchot, Roosevelt inició una cruzada exitosa para la conservación de los recursos naturales, con la que puso a disposición del estado un centenar de millones de hectáreas y creó los organismos necesarios capaces de defender las tierras y el agua del Oeste de una explotación masiva e incontrolada por parte de los poderosos grupos especulativos.

Una vez elegido presidente, en el año 1904, tras derrotar al candidato demócrata Alton B. Parker, Roosevelt inició una serie de reformas sociales con el apoyo incondicional de la población. Este segundo mandato tuvo dos importantísimos avances legislativos. En el año 1906, se aprobó la Hepburn Act, por la que se autorizaba a la Comisión de Comercio Interestatal a establecer una reglamentación única para todos los ferrocarriles de la nación, ajustándoles a unas calidades mínimas y tarifas razonables. El mismo año, Roosevelt aprobó la Ley sobre Alimentos y Fármacos y la Ley de Inspección de la Carne, ambas destinadas a proteger la pureza de los alimentos y las medicinas. Sentó así las bases del moderno concepto de protección al consumidor, además de diversos programas de cobertura social y protección ante las amenazas de los grupos financieros.

Política exterior. La doctrina del big stick

Bajo la denominación de big stick, Roosevelt ejerció una política exterior activa e intervencionista que hizo posible la ruptura de la secular política aislacionista de los Estados Unidos y colocó al país en la dinámica de las relaciones internacionales de aquel momento y en un puesto de preeminencia que no abandonaría a lo largo de todo el siglo presente. Su filosofía se asentaba en la diferencia que hacía entre naciones poderosas, que gozaban de una civilización superior, y las naciones en declive o débiles, las cuales estaban obligadas a dejar el lugar a las nuevas superpotencias. En un mensaje al Congreso, dado en diciembre de 1904, Roosevelt expuso el famoso Corolario Roosevelt, en el que reformuló la Doctrina Monroe, justificando el papel de "policía internacional" que Estados Unidos estaba obligado a ejercer, especialmente sobre Latinoamérica, y el derecho a intervenir en los asuntos de cualquier nación cuando considerara que "la reiteración en el proceder equivocado o la impotencia" hicieran necesaria dicha intervención.

Con el propósito de controlar el Canal de Panamá, Roosevelt promovió una revuelta nacionalista en la zona en contra del dominio de Colombia al amparo de los cañones de la flota estadounidense, justificando la acción en la supuesta incapacidad del Gobierno colombiano para mantener el orden político y comercial en el istmo. De ese modo, mediante el pago compensatorio de diez millones de dólares y un alquiler anual, la nueva República de Panamá cedió a Estados Unidos los derechos de construcción y explotación del futuro canal por un período de 95 años, merced al Tratado Hay-Bunay-Varilla, firmado el 13 de noviembre de 1903.

La cuestión del canal señaló el comienzo de una decidida política intervencionista en las Antillas y en América Central que se concretó con la invasión militar de la República Dominicana, en 1905, y de la isla de Cuba, al año siguiente, para controlar las economías de ambas islas con el fin de favorecer las enormes inversiones estadounidenses. En el año 1907, Roosevelt volvió a enviar tropas a la zonas, esta vez con la misión de invadir Nicaragua y así mediar en el conflicto de este país con Honduras.

En sus relaciones con los países más poderosos, Roosevelt actuó con una mayor cautela. Reclamado como mediador tanto por los japoneses como por los rusos en la guerra que enfrentaba a ambas naciones, Roosevelt logró que ambos Estados se pusieran de acuerdo para firmar el Tratado de Portsmounth, en septiembre de 1905, y consiguió frenar el expansionismo territorial de los dos países en el Extremo Oriente, es decir, en la China imperial.

El último gran éxito diplomático de Roosevelt se desarrolló en el marco de la Conferencia de Algeciras, del año 1906, en la que envió una delegación diplomática que participó activamente en la ratificación de un acuerdo de paz entre Alemania, Francia y España para dirimir sus respectivas zonas de influencia sobre Marruecos.

Liderato del Partido Progresista

Antes de abandonar la Casa Blanca, Roosevelt escogió a su sucesor en la persona William Howard Taft (1909-1913), quien, una vez en la presidencia, imprimió un giro contrario al espíritu reformista introducido por Roosevelt, en dirección a los antiguos postulados conservadores favorables a la vieja guardia del partido. Tras regresar de un largo viaje por África y Europa, Roosevelt encontró al Partido Republicano escindido en dos facciones. Rápidamente Roosevelt se puso a la cabeza del ala progresista, hecho que contribuyó a la desunión entre ambas posturas y que aprovechó el candidato demócrata Woodrow Wilson (1913-1921) para ganar con una amplia mayoría a los dos candidatos republicanos: Taft con el Partido Republicano oficialista, dominado por los conservadores, y Roosevelt, a la cabeza de una nueva y efímera formación creada para enfrentarse a Taft y Wilson, el Partido Progresista.

Retirada de la política

Al desencadenarse la Primera Guerra Mundial, Roosevelt criticó con dureza la política neutral adoptada en los primeros años del conflicto por Wilson y organizó, paralelamente, una agresiva campaña por todo el país con el propósito de despertar en la población el sentimiento anti-alemán. También se propuso reclutar y mandar una división de voluntarios para luchar en el frente francés, pero Wilson se lo prohibió tajantemente. En el año 1918, intentó ser nuevamente nominado para las siguientes elecciones. Pero los años de inactividad le llevaron a sufrir un estrepitoso fracaso. Murió repentinamente mientras dormía en su casa de Oyster Bay, el 6 de enero de 1919, meses antes del debate de ratificación en el Senado del Tratado de Versalles y del nacimiento de la Sociedad de Naciones, proyectos del presidente Wilson que no habría dejado de combatir con su habitual energía de estar vivo.

Bibliografía

  • COOKE, Donald E: Atlas of the presidents. Nueva Jersey: Hammond Incorporated, 1977.

  • FERNÁNDEZ SÁNCHEZ-BARBA, Mario: Historia de los Estados Unidos de América: de la República burguesa al Poder presidencial. Madrid: Marcial Pons, 1997.

  • JONES, Maldwyn. A: Historia de los Estados Unidos (1607-1992). Madrid: Cátedra, 1995

  • PALMOWSKI, Jan: Historia Universal del Siglo XX. Madrid: Editorial Complutense, 1998.

C. Herráiz García

Autor

  • Carlos Herraiz Garcia