Rommel, Erwin (1891-1944).
Militar alemán, mariscal de campo, nacido en Heidenheim el 15 de noviembre de 1891 y muerto en Ulm el 14 de octubre de 1944, más conocido por el sobrenombre de “El Zorro del Desierto”.
De origen humilde, su padre fue profesor en un colegio infantil. Acabados los estudios ordinarios, en el verano de 1910 ingresó como cadete en el regimiento de infantería del rey Guillermo, Regimiento 124 de Infantería de Wurtemberg. Tras el período de instrucción entró en la academia militar de Dantzing y obtuvo el grado de alférez de infantería en enero de 1912. El estallido de la Primera Guerra Mundial interrumpió su período de formación. Durante la contienda luchó como lugarteniente en Francia, Rumania e Italia. Siendo teniente de un batallón de cazadores alpinos fue hecho prisionero por los italianos, pero logró escapar y cayó herido gravemente en el Argonne. Por sus acciones se le premió con la Cruz de Hierro de primera clase en enero de 1915 y, a finales de septiembre de 1914, fue condecorado con la de segunda clase. Después de un duro entrenamiento en el Arlberg, donde se formó como esquiador, a últimos de 1915 fue destinado con su batallón a los Altos Vosgos. En la batalla de Rumania su batallón se distinguió en Valarii, en Odobesti y en Deal Cosma. En la campaña de Italia volvió a demostrar sus dotes militares y en el ataque del 10 de diciembre de 1917 contra el Monte Motajour se le concedió la medalla del Mérito Militar, la más alta condecoración alemana. Ascendió a capitán en octubre de 1918.
Después del armisticio, dadas sus cualidades, se le retuvo en la Reichswehr, donde estuvo al mando de una compañía de ametralladores en Stuttgart. A partir de 1929 fue profesor en la academia de infantería de Dresde, en la que se encontraba ejerciendo cuando Hitler subió al poder. Entró en contacto con el Führer y se convirtió en uno de sus más eficaces colaboradores, a él se debió principalmente la motorización del ejército alemán, base fundamental de su estrategia militar. Ascendió a comandante en 1933, a teniente en 1935, momento en el que fue nombrado director de estudios en la academia de infantería de Potsdam. Dos años más tarde se convirtió en coronel (1937) y dirigió la Escuela de Guerra de Wiener-Neustadt. Intervino en las ocupaciones de Austria y luego en la de Polonia, que tuvo lugar el 1 de septiembre de 1939, lo que significó el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Nombrado general de brigada, pasó a formar parte del Cuartel General del Führer.
En 1940 dirigió el avance sobre Francia a través de los Países Bajos y Bélgica; fue ascendido a mariscal de campo en marzo de 1941. Dirigió el Afrika Korps, unidad acorazada de elite que, guiada por Rommel en las campañas del Norte de África, empujó a los británicos hasta la frontera de Egipto. En una nueva ofensiva en 1942, Rommel tomó Tobruk y avanzó hasta El Alamein (Egipto), donde sus tropas fueron detenidas por las fuerzas británicas a 96 kilómetros de Alejandría. En este período comenzó a ser popular dentro del mundo árabe, en el que fue considerado el “liberador” del gobierno británico. Se encontraba en Alemania cuando los ingleses iniciaron una ofensiva y tuvo que regresar para ser derrotado por éstos al mando de Montgomery en la segunda batalla de El Alamein, en octubre de 1942, tras lo cual tuvo que llevar a cabo la retirada alemana hasta Túnez. En 1943-44 dirigió el Grupo B del ejército en Italia, y llevó el mando de la defensa de la costa a lo largo del Canal de la Mancha, aunque no pudo evitar el desembarco aliado en Normandía. Gravemente herido en una batalla, regresó a Alemania en julio de 1944.
En el juicio celebrado contra los acusados de complot contra el Führer se descubrió su participación en el mismo, dada su creciente oposición a las ideas de Hitler, especialmente acerca de la idea del asesinato como final político. En lugar de ser acusado recibió un mensaje personal de Hitler en el que se le conminaba a elegir entre el suicidio o ser sometido a consejo de guerra. Optó por el suicidio: el día 14 de octubre 1944 se envenenó. A pesar de ello, fue enterrado con todo tipo de honores militares. Sobre su féretro se depositó una corona de laurel y varios oradores ensalzaron al “héroe nacional”. Todos los elementos propagandísticos aprovecharon la muerte de Rommel para exaltar al régimen. Sus honras fúnebres se celebraron el 18 de octubre en la alcaldía de Ulm, con una ceremonia organizada por la Dirección de Personal del Ejército; en ella tomaron parte sucesivamente altos jefes de las tres Armas de la Wehrmacht, y el mariscal Von Rundstedt pronunció el elogio fúnebre. El día 21 de octubre, la urna que guardaba las cenizas del mariscal fue enterrada en el refugio de Herrlingen.
Rommel fue autor de Infanterie greiftan, fruto de sus experiencias durante la Primera Guerra Mundial, memorias publicadas en 1937. En 1953 se publicó su diario Los Carnets de Rommel, en el que relata sus campañas en África y apunta como causa de la derrota francesa durante la Segunda Guerra Mundial la falta de divisiones motorizadas.
Bibliografía
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KOCH, Lutz. El mariscal Rommel. (Barcelona: Juventud, 1954).