Ramírez de Guzmán, Catalina Clara (1611-?).
Poetisa española, nacida en Llerena (Badajoz) en 1611, y fallecida en lugar y fecha desconocidos. Aunque no se conservan demasiados datos acerca de su vida, sí ha podido establecerse su filiación, merced al hallazgo de su partida de bautismo, debido a su editor moderno, el filólogo y escritor madrileño Joaquín de Entrambasaguas). En dicho documento, fechado el 16 de julio de 1611, se establece que doña Catalina Clara Ramírez de Guzmán fue hija de un militar y oficial de la Inquisición de Llerena, don Francisco Ramírez Guerrero, que además fue gobernador de las Cinco Villas del Mando General. La madre de la escritora fue doña Isabel Sebastiana de Guzmán, hija a su vez de don Juan de Guzmán, descendiente por línea directa de don Alonso de Cárdenas, Gran Maestre de Santiago y fundador de la parroquia de Santiago (Llerena).
Estos ilustres antecedentes en el linaje de doña Catalina Clara se vieron reforzados, en el terreno intelectual, por la figura de su tío, el célebre poeta y humanista Lorenzo Ramírez de Prado, quien sin duda jugó un papel decisivo en el desarrollo de la vocación literaria de la escritora.
Por lo demás, la presencia de su familia es constante en la obra lírica de doña Catalina Clara Ramírez de Guzmán, ya que sus tres hermanas (Ana, Antonia y Manuela) aparecen varias veces en sus versos, transformados sus nombres en los apelativos pastoriles de Anarda, Antandra y Tisbe. Para sí misma, la poetisa (que tuvo, además, dos hermanos varones: Pedro y Lorenzo) eligió el sobrenombre poético de Clori.
La producción poética que en la actualidad se conoce de esta autora es la recogida en dos manuscritos que se conservan en la Biblioteca Nacional de Madrid (Mss. 3884 y 3917), en los cuales aparecen ciento dieciocho poemas adjudicados a su pluma. Se sabe, además, que escribió otro libro, titulado El extremeño, obra que en la actualidad se considera desaparecida.
Poco más puede añadirse acerca de esta poetisa barroca, salvo que en los preliminares de la Vida, virtudes y dones soberanos del venerable y apostólico Padre Hernando de Mata (Málaga: Imprenta de Mateo Hidalgo, 1663), de fray Pedro de Jesús María, aparece un poema laudatorio suyo, por lo que puede deducirse que murió después de dicho año.
En su interesante producción poética -compuesta de sonetos, romances, décimas, seguidillas y otras formas estróficas propias de la lírica de su tiempo-, doña Catalina Clara Ramírez de Guzmán presenta un original tratamiento del conflicto entre hombres y mujeres, encarnado a veces en los elementos más agrestes y los más dulces -respectivamente- de la propia naturaleza. Otra personalísima aparición de la naturaleza en su producción poética se produce cuando escribe un romance a su madre, en donde la belleza de esa mujer madura no despierta la admiración de los hombres, pero sí la de los elementos naturales que la rodean, que se ven superados por su hermosura. Además, el punto de vista femenino que introduce esta autora dentro del corpus poético del barroco español logra una brillante desidealización del amor cortés, por medio de una sutil ironía.
Bibliografía
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JRF.
