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HistoriaPolíticaBiografía

Radek, Karl Bernhardovich (1885 -ca.1939).

Político comunista soviético, nacido en Lemberg, en la antigua provincia austro-húngara de Galizia (actual Lvov, Ucrania) en 1885 y fallecido, supuestamente, en 1939. Fue uno de los primeros líderes de la Internacional Comunista (Komintern) y una de la figuras más relevantes de la prensa oficial soviética de los años treinta. Acusado de traición durante la Gran Purga del régimen stalinista, murió en prisión en fecha incierta.

Vida

De origen judío, su verdadero nombre era Karl Sobelsohn. Estudió en las universidades de Cracovia (Polonia) y Berna (Suiza). En 1901, con apenas dieciséis años, ingresó en las filas del Partido Social Demócrata de Polonia y Lituania. Cuatro años después, su participación en la frustrada revolución rusa de 1905 (véase Domingo Sangriento) le llevó a prisión durante un año. Posteriormente trabajó como editor en periódicos de la izquierda socialdemócrata de Polonia y Alemania. Su labor periodística le permitió hacerse un nombre como analista político a pesar de su juventud. En 1915 conoció al líder del bolchevismo ruso Vladimir Ilich Ulianov (Lenin) durante la conferencia socialista de Zimmerwald. Lenin le invitó a regresar con él a Rusia para unirse a la lucha revolucionaria contra el zarismo. Sin embargo, sus caminos se separaron en Suecia, donde Radek se instaló para trabajar en la edición de un semanario bolchevique.

Sus contactos con el Partido Comunista Ruso se consolidaron en los años siguientes, especialmente después del triunfo de la Revolución de 1917. A comienzos de 1918 participó en la delegación diplomática soviética que negoció los acuerdos de Brest-Litovsk, que sellaron la paz con Alemania y significaron el final de la Primera Guerra Mundial para Rusia. Cuando estalló la revolución espartaquista alemana en noviembre de ese año, Radek fue enviado a Alemania como representante del Comité Central del Partido Comunista Ruso. Colaboró en la organización del Partido Comunista Alemán (KPD), que integró al antiguo espartaquismo, y trabajó en su Comité Central hasta su detención por las autoridades alemanas en febrero de 1919. Permaneció en prisión diez meses, regresando después a Rusia. Su ascenso en los cuadros del Partido Comunista soviético fue meteórico y pronto asumió puestos de relevancia en el Presidium de la Internacional Comunista o Komintern. Sin embargo, su apoyo incondicional a las posturas "heterodoxas" de León Trotski le atrajo la enemistad del círculo de poder en torno a Josif Stalin. En 1923 fue enviado a Alemania como representante de la Internacional, a fin de preparar un levantamiento comunista contra el gobierno de la República de Weimar. El fracaso del levantamiento en otoño de ese año y la oposición de Radek a la estrategia revolucionaria seguida por el Partido Comunista Alemán sirvieron como pretexto para que sus enemigos dentro del Soviet Supremo de la Unión Soviética forzaran su expulsión del Komintern y del Comité Central del Partido en mayo de 1924. Su caída se consumó tres años después, cuando fue expulsado del Partido y desterrado a los Urales.

En 1929 se retractó oficialmente de sus anteriores opiniones, renegó de su amistad con Trotski y consiguió ser readmitido en el Partido. Su conversión se tradujo en una vehemente postura pro-stalinista, lo que le catapultó de nuevo a los altos mandos del Estado soviético. En 1931 fue nombrado editor de Izvestia, el órgano oficial del Soviet Supremo, lo que le convirtió en uno de los más prestigiosos analistas soviéticos en política internacional. En 1935 participó en la comisión encargada de redactar la Constitución soviética promulgada en 1936. Sin embargo, en octubre de ese mismo año cayó víctima de la Gran Purga dirigida por Stalin que le acusó de conspirar secretamente con Trotski contra el Estado soviético. Juzgado en enero de 1937, su confesión de culpabilidad le salvó de la ejecución. A diferencia de sus demás compañeros implicados en el juicio político, que perdieron la vida, Radek fue condenado tan sólo a diez años de prisión. Con toda probabilidad, murió en la cárcel o en un campo de concentración en 1939, aunque en 1941 el régimen soviético lanzó el rumor de que había sido liberado para unirse a la resistencia alemana contra el nazismo. En 1988, dentro del proceso de revisión del período estalinista llevado a cabo por las autoridades soviéticas durante la apertura, Radek fue rehabilitado por el Tribunal del Soviet Supremo, negándose su culpabilidad en las acusaciones apócrifas por las que fue condenado.

Autor

  • Victoria Horrillo Ledesma