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PolíticaBiografía

Oviedo Silva, Lino César (1943-2013)

General paraguayo, nacido en Juan de Mena el 23 de septiembre de 1943 y muerto en un accidente de helicóptero en el Departamento Presidente Hayes, el 2 de febrero de 2013. Realizó la carrera en academias militares de Alemania. Siendo ya militar de Paraguay, el 3 de febrero de 1989, y con el grado de coronel, su intervención fue decisiva en el derrocamiento del presidente Alfredo Stroessner.

A partir de este momento, los ascensos en la carrera militar de Oviedo se sucedieron. En mayo de aquel mismo año fue promovido a general de Brigada y en diciembre de 1991 a general de División. Durante este período ejerció, primero, la Jefatura de la I División de Caballería y, luego, la del I Cuerpo de Ejército, cargo que desempeñó hasta finales de 1993, que pasó a convertirse en comandante del Ejército. Sólo le quedaba el ascenso a general del Ejército cuando protagonizó la crisis político-militar más importante del proceso democrático de Paraguay. El 22 de abril de 1996, y con el apoyo de mandos leales, se declaró en rebeldía contra el presidente Juan Carlos Wasmosy. El militar se negó a acatar su destitución al frente de la Comandancia del Ejército y se acuarteló en el regimiento asunceño de la Caballería, desde donde exigió la dimisión de Wasmosy.

Destituido de la Jefatura del Ejército, Oviedo fue encarcelado tras las primeras investigaciones de los sucesos de abril, pero 55 días después (7 de agosto de 1996) fue puesto en libertad. A partir de este momento, y mientras el proceso por rebeldía y sedición seguía su curso, el ex comandante del Ejército decidió dedicarse a la política y asumió el liderazgo de la Unión Nacional de Colorados Éticos (UNACE), corriente de la gubernamental Asociación Nacional Republicana (ANR, Partido Colorado), en el poder desde 1947.

El 23 de septiembre de 1997 fue proclamado candidato a la Presidencia de la República de Paraguay para los comicios presidenciales de mayo de 1998. En las elecciones internas de ANR, Lino César Oviedo obtuvo el respaldo del 36,75 por ciento de los votos, frente a su oponente, el ex canciller Luis María Argaña, jefe de la también corriente de ANR, Movimiento de Reconciliación Colorada, MCR. Debido a "versiones agravantes" vertidas contra la investidura de Wasmosy, el presidente de Paraguay ordenó, el 3 de octubre de 1997, el arresto disciplinario durante 30 días contra Lino Oviedo en la I División de Infantería de Asunción.

En paradero desconocido, reapareció el 10 de octubre de 1997, cuando la medida presidencial había sido neutralizada por el Poder Judicial debido a un recurso de habeas corpus reparador interpuesto por los abogados del controvertido militar. Volvió a la clandestinidad, en la que permaneció durante 42 días, después de que la Corte Suprema anulara los habeas corpus preventivos que los juzgados de Primera y Segunda Instancia habían formulado inicialmente a su favor.

Finalmente, se entregó el 12 de diciembre de 1997 y aunque el arresto, que cumplió en la I División de Infantería, era inicialmente de 30 días, Oviedo permaneció detenido en prisión preventiva por orden del Tribunal Militar Extraordinario formado a petición del presidente Wasmosy, ante la lentitud de la justicia ordinaria.

Durante su reclusión, el 29 de diciembre de 1997 fue confirmado por el Supremo Tribunal de Justicia Electoral candidato a las elecciones presidenciales de mayo de 1998. El 4 de febrero de 1998 el Tribunal Militar decretó prisión para Oviedo y el 9 de marzo fue condenado a diez años de prisión militar por "comisión de delitos contra el orden y la seguridad de las Fuerzas Armadas y por insubordinación", así como la "baja absoluta" del ejército. Oviedo, que en ocasiones se autodefinió como "golpista democrático", perdió de esta forma todos los honores recogidos durante su carrera castrense y el 10 de marzo de 1998 fue inhabilitado políticamente. Sin embargo, el ex militar, amigo y aliado político de Raúl Cubas Grau, su sustituto en la candidatura a las Presidenciales de mayo y recién elegido presidente de la República en sustitución de Wasmosy, consiguió su libertad el 18 de agosto de 1998, mediante decreto presidencial, que conmutó su pena de diez años de prisión por tres meses de arresto. Fueron restituidos todos sus derechos cívicos y políticos y, ya en libertad, asumió nuevamente el liderazgo de la corriente interna del oficialismo enfrentada a la encabezada por el nuevo vicepresidente de la República, Luis María Argaña.

El 2 de diciembre de 1998 la Corte Suprema de Justicia ordenó el retorno a prisión de Oviedo por considerar inconstitucional el decreto presidencial dictaminado por Cubas tres días después de acceder al poder. Finalmente, el 24 de marzo de 1999 el ex general golpista se entregó a una unidad militar para, según él, esclarecer su situación jurídica con la justicia castrense. Lino César Oviedo se convirtió así en el centro de una grave crisis en el país que se inició el 23 de marzo de 1999 con el asesinato del vicepresidente Luis María Argaña, y continuó con la muerte, en la madrugada del día 27 de cuatro miembros del grupo Jóvenes por la Democracia y más de un centenar de heridos de bala, producto de los disparos de francotiradores afines al ‘oviedismo’ durante las manifestaciones que tuvieron lugar en las plazas del Congreso.

El 28 de marzo de 1999, y antes de que su amigo y aliado político Raúl Cubas renunciara a la Jefatura del Estado, Lino Oviedo huyó a Buenos Aires, donde le fue concedido el asilo político. Dos meses después, el 12 de julio, Lino Oviedo fue expulsado oficialmente del Partido Colorado y el 15 de ese mes la Justicia paraguaya ordenaba prisión y embargo de 1.000 millones de guaraníes (303.000 dólares) sobre los bienes del ex general golpista por entender que existían suficientes indicios que apuntaban a Oviedo como sospechoso de haber participado "en calidad de coautor moral" en el atentado que costó la vida al vicepresidente Argaña, su conductor y uno de sus guardaespaldas.

El 4 de agosto de 1999 el Gobierno de Paraguay solicitó al de Argentina la extradición de Oviedo por delito de instigación al magnicidio, que poco después fue rechazada por la Cancillería del país rioplatense. El 9 de septiembre, y como parte de un acuerdo para eliminar tensiones en las relaciones bilaterales de ambos países, se decidió el confinamiento del ex general en Ushuaia, en el extremo sur del país. Acusado en varias ocasiones de manejar a distancia las decisiones de sus seguidores políticos, Lino Oviedo huyó de su confinamiento el 9 de diciembre de 1999, un día antes de que el gobierno de Carlos Ménementregase el poder al nuevo jefe de Estado argentino, Fernando de la Rúa.

En paradero desconocido desde el 9 de diciembre de 1999, Lino Oviedo hizo telefónicamente, desde la clandestinidad, declaraciones periodísticas, y el 10 de enero del año 2000 decidió reaparecer, por primera vez, ante la prensa, en territorio paraguayo. Después logró entrar clandestinamente en Brasil, desde donde anunció en 2002 su intención de regresar definitivamente a Paraguay. Finalmente en el verano de 2004, el general prófugo volvió a su país, donde fue detenido inmediatamente en el aeropuerto internacional de Asunción y trasladado a la prisión militar de Viñas Cué.

La Corte Suprema de Justicia de Paraguay dejó sin efecto la condena a 10 años de prisión impuesta al ex general Oviedo el 30 de octubre de 2007. En marzo de 2008 obtuvo además el sobreseimiento definitivo de la causa conocida como "el marzo paraguayo", por la que otros imputados ya estaban cumpliendo condenas. Esta decisión provocó reacciones dispares en la sociedad paraguaya, el político Duarte Frutos elogió estas medidas, y Fernando Lugo, candidato y luego vencedor en las elecciones de 2008, declaró que la justicia se "está manipulando" en Paraguay. Apenas absuelto, Oviedo se inscribió en el padrón electoral y comenzó su campaña electoral, manifestando que no demandaría al estado paraguayo por persecución política ni pediría indemnizaciones.

El 2 de febrero de 2013, Oviedo murió en un accidente de helicóptero en el Departamento Presidente Hayes, en el que también murieron su guardaespaldas y el piloto.

Autor

  • Isabel Sánchez Calvo