Muwattallis, rey hitita (1310-1282 a.C.).
(Mu-wa-tal-li o Mu-u-at-ta-al-lish) Rey hitita, hijo y sucesor de Mursilis II. Su reinado, que conocemos por la Autobiografía de su hermano y segundo sucesor suyo, llamado Khattusilis III, se inició probablemente tras haber eliminado a algún hermano con mayor derecho a la corona (un texto dice que "se apoderó del trono"). A fin de evitar problemas con su hermano Khattusilis (el futuro Khattusilis III), le hubo de entregar el mando efectivo de todo el Alto País en sustitución de Armadatta y la jefatura absoluta del ejército, dando aquél en todo momento pruebas de fidelidad. Además de sus luchas contra los gasgas y contra sus propios príncipes vasallos (anatolios y sirios), su reinado se caracterizó por la constante lucha contra Egipto. Hubo de enviar un ejército para afrontar la invasión del faraón Sethi I (XIX dinastía) y tras librar sus propias tierras de la violenta ocupación de los gasgas, que habían saqueado la propia Khattushas (Muwattallis había instalado su capital en Tarkhuntasha, en el Bajo País), y haber firmado tratados con algunos de sus vasallos (Wilusa, Seha, Alepo, Kiswadanna), alianzas con los akhkhiyawa e incluso establecer lazos matrimoniales con el Imperio de Babilonia (Kadashman-Turgu), se dispuso a hacer frente a Egipto. Esta determinación marcó su reinado, que se concretó en la célebre batalla hitito-egipcia de Qadesh, junto al río Orontes, hacia el año 1284 a.C. El motivo de tal batalla era, entre otros factores, la política fluctuante de su rey, el príncipe de Amurru Benteshina, que unas veces se declaraba prohitita y otras proegipcio. Esta política indecisa obligó a las dos potencias a intervenir. De hecho, la batalla quedó inconclusa y con evidentes pérdidas para el faraón Rameses II, según sabemos por el Poema de Pentaur (años más tarde se firmaría un tratado de paz y no agresión entre Hatti y Egipto, signado por Rameses II y Khattusilis III). Las tropas hititas alcanzaron luego la propia Damasco; Benteshina fue deportado por Hatti —aunque luego sería enviado a Hakapissa— y se renovaron tratados con algunos reyes sirios (con Talmi-Sharruma de Alepo, por ejemplo). Tras unos hechos de armas contra los gasgas para poder recuperar Khattushas y un proceso religioso para depurar responsabilidades acerca de la magia negra lanzada por Armadatta en contra de Khattusilis y del propio Muwattallis, murió el rey hitita. El trono pasó a manos de su hijo Urkhi-Teshup, conocido como Mursilis III, tenido de una esposa de segundo rango.
