Mundir I Ibn Yahya, Rey de la taifa de Zaragoza (ca. 975-ca. 1024).
Rey de la taifa de Zaragoza perteneciente a la dinastía Tuyibí, nacido hacia 975 y muerto hacia 1024. Con él se alcanzó la independencia de la Marca Superior con respecto al califato de Córdoba y se organizó la primera dinastía árabe en Zaragoza durante los primeros años de la fitna. Su corto reinado fue muy próspero y en él Zaragoza pasó a ocupar una posición de primera magnitud en los asuntos peninsulares
Mundir empezó su carrera como simple soldado en el ejército de Almanzor y en los últimos años de la vida de éste fue ascendido a general. Al comienzo de las guerras civiles que causaron la descomposición del califato (fitna) fue nombrado gobernador de la Marca Superior (1009) por el califa Hisham II, a quien traicionó, al mostrarse partidario de Sulayman al-Musta'in, su rival. En el enfrentamiento entre ambos pretendientes al trono califal Mundir luchó junto con al-Musta'in para apoderarse de Córdoba (8 de noviembre de 1009). También es muy probable que Mundir participase en la expedición que los condes catalanes organizaron en 1010 para tomar Córdoba y allí conociese al conde Ramón Borrell. Sin embargo Mundir, en esta época en la que Córdoba se vio sacudida por constantes golpes de estado, no se mostró partidario de ningún califa en particular, sino que cedió su adhesión a los candidatos más poderosos y, cuando vio que su puesto peligraba, abandonó Córdoba y marchó a su residencia de Zaragoza, donde gobernó independientemente como un auténtico soberano, sin intervenir en los asuntos de Córdoba, que terminaron con la caída del califato en 1031. De esta forma, Mundir pasó del partido de Hisham II al de Muhammad II, al-Mahdí y después abrazó la causa de Sulayman. Tras el asesinato de éste en 1016, Mundir aceptó la soberanía de Alí Ibn Hammud, pero puso condiciones que fueron aceptadas por el nuevo califa para reforzar su posición mediante la alianza con el señor de Zaragoza.
En 1018 Mundir se unió con Jayran, señor de Almería, para restaurar en el trono califal a un Marwani en la persona de Abd al-Rahman IV al-Murtadá, a quien ambos proclamaron califa en Játiva el 29 de abril de 1018; previamente habían formado un ejército con gentes de la Marca Superior y Levante y conseguido la alianza del conde Ramón Borrell de Barcelona. Alí Ibn Hammud fue asesinado el 22 de marzo de 1018 y rápidamente fue sustituido por su hermano al-Qasim. El ejército rebelde acantonado en Játiva marchó a someter a los Sinhayíes de Granada antes que a tomar la capital califal por decisión de Mundir y Jayran. Pero el señor de Granada, Zawi Ibn Ziri, derrotó a los coligados ante las murallas de la ciudad y al-Murtadá fue asesinado en la huida, con lo que los planes de restauración quedaron truncados. Mundir y Jayran huyeron a Almería, mientras que Sulayman Ibn Hud, un comandante del ejército de Mundir, regresó a la Marca Superior con las tropas zaragozanas y acompañados por el ejército catalán de Ramón Borrell. Después Mundir regresó a Zaragoza.
Desde aquel entonces Mundir se declaró independiente y dejó de participar en los asuntos del califato, cuya descomposición no llegó a presenciar. Tomó los títulos honoríficos de al-Hayib, al-Mansur, y Du-l-Riyasatayn. Según la crónica de Ibn Hayyan, logró reunir bajo su autoridad a los diferentes gobernadores de la Marca y trató de unificar sus estados mediante la creación de una burocracia que descansaba en la figura de los secretarios; los más importantes de estos secretarios fueron Abu al-Abbas Ibn Marus y Abu Amir Ibn Arzaq. Para completar el dominio sobre la Marca Superior, Mundir invadió Huesca y expulsó de ella a su pariente, el gobernador Ibn Sumadih.
Su reinado fue corto, pero en él demostró sus extraordinarias facultades como estadista y buen político. Desde que se declaró independiente debió tratar de evitar las apetencias de castellanos y catalanes sobre el reino de Zaragoza, lo cual, según el cronista Ibn Hayyan, consiguió gracias a su madurez política. Una muestra de las buenas relaciones del rey de Zaragoza con sus poderosos vecinos lo constituye el hecho de que la boda entre Berenguer Ramón I, hijo del conde Ramón Borrell de Barcelona, con la hija de Sancho de Castilla, se celebró en Zaragoza en presencia de una gran cantidad de gente de las dos religiones.
Se desconoce la fecha exacta de su muerte, pero ésta debió acontecer antes de 1024, en que las monedas ya muestran como gobernante a Yahya, hijo de Mundir y sucesor suyo.
Las crónicas muestran a Mundir como un gran jinete, un hombre fuerte y arrogante, inteligente y muy generoso, pero maquiavélico. Ibn Hayyan elogia su perspicacia y le presenta como un gobernante justo cuya muerte fue muy llorada entre sus súbditos.
Bibliografía
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