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PinturaBiografía

Masaccio (1401-1428).

Pintor italiano, nacido en San Giovanni Valdarno en 1401 y muerto en Roma en 1428. Muy joven llega a Florencia, donde entra a trabajar en el círculo del pintor Masolino, al que muchas veces se le ha considerado su maestro, aunque en la actualidad se cree que realmente su relación no fue de maestro y aprendiz, sino la de colaborador, pese a la juventud de Masaccio y la experiencia de Masolino. Se acepta que fue este último quien introdujo a Masaccio en el conocimiento de la nueva forma de representar la realidad mediante la perspectiva y la imitación de la naturaleza.

En 1422, Masaccio está inscrito en el gremio de médicos y boticarios de Florencia. De esta fecha es un tríptico descubierto recientemente en la iglesia de San Juvenal en Cascia en el cual se revela ya una adhesión a los principios renacentistas y un profundo conocimiento de la obra de Donatello.

En Florencia trabaja entre 1424 y 1425 realizando Santa Ana Metterza, en la actualidad en los Uffizi, en la que es posible que Masolino planteara las bases de la composición y trabajara en distintos momentos. Sin duda de su obra florentina destacan los frescos de la Capilla Brancacci en la iglesia del Carmen, cuya realización oscila entre 1424 y 1427.

En 1426, por encargo del notario pisano Gulio degli Sacarsi, realiza el Políptico del Carmen de Pisa, actualmente desmembrado y repartido en varios museos. En él mantiene la estructura del políptico medieval en compartimentos y con fondos dorados, posiblemente impuesto por el gusto del cliente, pero utiliza el recurso de la perspectiva, la plasmación de una luz natural y un relato articulado con pocas figuras esenciales. Posteriores a esta obra son la Trinidad de Santa María Novella de Florencia y la Madonnina, en un estado de conservación irrecuperable.

Entre 1425 y 1428, junto a Masolino trabaja en Roma, donde realiza el Políptico de la Virgen de la Nieve, para Santa María Maggiore, y los frescos para la capilla del cardenal Branda Castiglione en San Clemente. Su participación en estas obras y sus aportaciones todavía son motivo de discusión entre los estudiosos.

Muere en Roma a la edad de 27 años, según consta en la denuncia hecha al catastro por su hermano Giovanni, también pintor. Su pintura, revolucionaria, fue el modelo en que se inspiraron todos los pintores del siglo XV italiano, siendo elogiado y admirado su arte por personajes como Alberti, Leonardo o Lomazzo. Miguel Angel en la conmemoración de la iglesia del Carmen reprodujo algunas figuras y escenas de la Capilla Brancacci, que fueron destruidas a fines del siglo XVI. La admiración por este autor ha sido constante a lo largo de los siglos, hasta el punto de que en el siglo XVII, cuando sus más famosos frescos pretenden ser destruidos para situar una capilla barroca en el lugar que ocupaba la capilla Brancacci, los pintores florentinos evitaron este hecho.

Frescos de la Capilla Brancacci

Situada en la iglesia del Carmen de Florencia, se trata sin lugar a dudas de la obra más importante realizada por Masaccio y por la cual ha sido considerado uno de los padres del Quattrocento italiano, junto con Donatello y Brunelleschi.

Esta obra había sido iniciada por Masolino años antes, en cuyas escenas, La resurrección de Tabita y La curación del Lisiado, ya se puede observar un conocimiento del nuevo arte. Continuadas por Masaccio, no serán terminadas hasta medio siglo más tarde por Filippino Lippi.

Frente a lo realizado por Masolino, Masaccio introduce importantes novedades: el primero había distribuido las escenas una encima de otra de forma aislada, Masaccio plantea un principio de racionalidad en el conjunto, donde las escenas se van a suceder una detrás de otra enlazándose, sin que exista una interrupción arquitectónica, y la compartimentación del espacio se realiza mediante la propia pintura con arquitecturas fingidas. Este sistema unitario ya había sido planteado por Giotto en el Trecento, sin embargo le faltó el sistema de representación de la perspectiva, las figuras no eran tan monumentales y las arquitecturas no adquierían la misma importancia.

En las grandes composiciones de la capilla El tributo de la moneda y San Juan y San Pedro repartiendo limosnas a los pobres de Jerusalén, el espacio, tridimensional, es representado de forma natural, de acuerdo con los principios geométricos de la perspectiva de Brunelleschi. Los fondos son tratados mediante arquitecturas, propias del siglo XV. Las figuras se relacionan íntimamente entre sí mediante los gestos y las actitudes en un ritmo majestuoso, adquiriendo una presencia y una rotundidad monumental propia de la escultura la representación de grandes pliegues que caen sin rigidez, como en las togas romanas, y su presencia volumétrica es propia de Donatello. En estos frescos Masaccio inventa la perspectiva pictórica, rodeando las figuras de luz, de modo que se despegan del fondo y se mueven libremente por el espacio. Y la inserción de las escenas dentro de un mundo cotidiano y conocido, el ambiente florentino, desacraliza la representación sagrada, que ya no tendrá que estar alejada de la realidad.

En la escena de Adán y Eva expulsados del paraíso, Masaccio realiza en pintura el primer desnudo del mundo moderno, siendo contemporáneo del primer desnudo en escultura que es el David de Donatello. Frente al carácter púdico del desnudo medieval, Masaccio presenta dos figuras individualizadas donde el interés se centra en la representación de una perfecta estructura anatómica, aunque todavía no hay una profundización en los estudios de anatomías, y donde las distintas tonalidades de los colores marcan los volúmenes, haciéndose desaparecer la línea continua que sólo se utiliza para diferenciar los perfiles. Las actitudes de los personajes están representadas desde un punto de vista dramático.

Estos frescos ejercieron una enorme influencia en toda la pintura del Quattrocento florentino, e incluso en pintores como Leonardo o Miguel Angel.

Bibliografía

  • BERTI, L. y FOGGI, R.: Masaccio: catálogo completo. Torrejón de Ardoz, Akal, 1992.

  • BERENSON, B.: Pintores italianos del Renacimiento, Barcelona, 1954.

  • BERGE, R.: El conocimiento de la Pintura, Barcelona, 1976.

  • ENZINA, J. de la: Los Pintores italianos del Renacimiento, México, 1949.

  • SEBASTIÁN, S.: Arte y Humanismo, Madrid, 1978.

E. Alegre Carvajal.

Autor

  • Esther Alegre Carvajal.