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GeografíaHistoriaBiografía

Mackenzie, Alexander (1764-1820).

Viajero y explorador británico, nacido probablemente en 1764 en la localidad de Stornoway, en las islas Hébridas exteriores, en Escocia, y muerto el 11 de marzo de 1820, en Pitlochry, región de Perth, Escocia. Mackenzie dirigió importantes expediciones en América del Norte y exploró el territorio situado al norte del Gran Lago del Esclavo, en Canadá, donde navegó y "descubrió" el segundo río más importante de América del Norte, el Mackenzie, en realidad explorado 18 años antes por Samuel Hearne. También atravesó las montañas Rocosas y remontó el río Peace hasta llegar al océano Pacífico.

Cuando apenas contaba 10 años de edad, su familia emigró a América del Norte. Se establecieron primero en Nueva York y, en 1774, en Montreal (Canadá), donde Alexander ingresó en la empresa dedicada al comercio de pieles de la zona, la Northwest Fur Company, rival de la Bay Company. Junto con un primo suyo, Mackenzie fue nombrado representante de esta compañía en Fort Chippewyan, un puesto de intercambio cerca del lago de Athabarca, en la actual provincia de Alberta, actividad que le permitió adquirir un conocimiento completo de las costumbres de sus habitantes y de la geografía salvaje de la región. Gracias a su inteligencia y a su nada disimulado espíritu aventurero, Mackenzie fue comisionado por la compañía para dirigir un viaje de exploración por las regiones árticas con fines comerciales. No obstante, Mackenzie albergaba la intención de comprobar por él mismo ciertos rumores bastante insistentes de que al oeste del Gran Lago del Esclavo existía un gran río que daba acceso directo al océano Pacífico y, por lo tanto, también al deseado Paso del Noroeste.

El 3 de junio de 1789, en compañía de un alemán, cuatro canadienses, tres indios y cuatro mujeres, Mackenzie partió desde Fort Chippewyan. Al poco tiempo de llegar al Gran Lago del Esclavo, la expedición encontró al noroeste la cabecera de un río que se aprestó a descender; siguieron su cauce con grandes dificultades hasta alcanzar su desembocadura en el océano Ártico, tras 102 días agotadores en los que Mackenzie también aprovechó para explorar toda la parte NO del Canadá; el río en cuestión fue bautizado con su nombre en su honor.

Después de pasar una larga temporada en el Reino Unido, años en los que se volcó en la preparación de una segunda exploración, se proveyó de varios instrumentos de física y se puso al corriente de algunos conocimientos necesarios para llevar con éxito la empresa que tenía en mente: descubrir un camino hacia el O en dirección al océano Pacífico. Dicha tarea le parecía difícil pero nunca imposible:

"Y como la Naturaleza me dotó de la pasión del explorador y de un espíritu emprendedor a la vez que de una robusta constitución física, capaz de afrontar las más arriesgadas empresas, y como, además, la práctica de las transacciones comerciales me ha habituado a los esfuerzos penosos, consideré el viaje a través del Continente americano, cuya utilidad era por todos reconocida, no solamente posible, sino que incluso creí, espoleado por el afán, que poseía las aptitudes necesarias para llevarlo a término. [...] Y ya que la feliz coronación de la empresa viene a ensanchar las fronteras de los conocimientos geográficos y a engrandecer el campo del comercio británico, me siento recompensado por los peligros superados y las penalidades sufridas. Los muchos días aburridos y fatigosos y las noches obscuras y desapacibles de estos viajes no transcurrieron en vano. [...] Regresé con la resolución de establecer la posibilidad de una comunicación comercial, a través del Continente norteamericano, entre los océanos Atlántico y Pacífico. En mi segundo viaje he demostrado la tal posibilidad y declaro sin titubeos que la extensión de nuestro tráfico de un mar al otro tendrá forzosamente grandes y esenciales ventajas."

El 10 de octubre de 1792, Mackenzie partió de nuevo desde Fort Chippewyan y ascendió por el cauce del río Peace. Cruzó las montañas Rocosas, recorrió el cauce del río Fraser y de varios tributarios más hasta que, finalmente, el 22 de julio de 1793, alcanzó por tierra la costa del océano Pacífico; tal expedición se convertía en la primera que alcanzaba el Pacífico al N de México. En el transcurso del viaje, Mackenzie y los suyos tuvieron que hacer frente a un sin fin de inconvenientes y dificultades, tales como el desaliento que se apoderó de sus compañeros de expedición y los enfrentamientos constantes con las tribus indias de la región que iban encontrando por el camino.

Mackenzie pasó los años siguientes en Montreal, ciudad en la que prosiguió con su labor comercial para la Northwest Fur Company hasta 1801, fecha en la que regresó al Reino Unido, donde se le concedió el título de caballero un año después. Mackenzie se convirtió en uno de los más destacados directivos de la compañía para la que llevaba trabajando hace tiempo, donde desempeñaba un papel destacado en la expansión de la misma por el noroeste del Pacífico, que chocó en una tremenda competencia por los mercados con la Bay Company. Suyo fue el mérito de la fusión que las dos compañías realizaron en 1820, justo un año después de su muerte. Trasladado a su Escocia natal desde 1808, Mackenzie pasó el resto de su vida trabajando para su compañía y gozando del reconocimiento de todo el país.

En 1801, Mackenzie reunió todos sus diarios de viajes y los publicó con el larguísimo título de Voyage from Montreal on the River St. Lawrence Through the Continent of North America, to the Frozen and Pacific Oceans in the Years 1789 and 1793.

Bibliografía

  • TREUE, W. La conquista de la Tierra. Barcelona, Ed. Labor, 1948.

CHG

Autor

  • Carlos Herraiz García