Luis XII, Rey de Francia (1462-1515).
Monarca francés, nacido en Blois el 27 de junio de 1462 y muerto el 1 de enero de 1515, hijo de Carlos, duque de Orleans, y de María de Cléveris. Se crió en la corte de Luis XI, el cual le obligó a contraer matrimonio en 1473 con su hija Juana, mujer enfermiza y deforme. Duque de Orleans hasta 1498, ocupó el trono de Francia entre 1498 y 1515.
Cuando en 1483 falleció su suegro y se produjo la subida al trono del muy joven Carlos VIII, Luis entró a formar parte de la liga de los grandes nobles del reino en contra del nuevo monarca y sobre todo en contra de la regente Ana de Francia, en la denominada guerra loca. La sublevación fue derrotada y Luis fue hecho prisionero en Saint-Aubin-du-Cormier en 1488. Tres años más tarde fue indultado por Carlos VIII y se puso al servicio del rey en su expedición a Italia.
La guerra en Italia respondía a los intereses de Carlos en lo referente a la sucesión al trono de Nápoles. Carlos inició la campaña con la compra de la neutralidad del resto de las potencias europeas: devolvió a Fernando el Católico el Rosellón y la Cerdaña; el Artois y el Franco Condado fueron para Austria; y prometió a Enrique VIII de Inglaterra la suma de 745.000 escudos de oro.
En 1494 ocupó el reino de Nápoles pero casi todos los estados de Italia se unieron frente a Carlos VIII, que se vio obligado a regresar a Francia a través de las líneas enemigas y a abandonar a su ejército en tierras italianas. Tres años más tarde, no quedaban en territorio italiano ninguna de las guarniciones que había dejado allí, las cuales fueron derrotadas una tras otra.
Pese a lo desastroso de la campaña italiana, la popularidad del duque de Orleans se vio beneficiada ya que supo aparecer ante el pueblo no como un general derrotado, sino como una víctima de la mala política del monarca.
Cuando el 7 de abril de 1498 falleció Carlos VIII, el duque de Orleans se presentó como el mejor de los candidatos a la sucesión. Luis accedió al trono sin encontrar oposición y conservó a los ministros de su antecesor, incluso a los que más hostiles se habían mostrado con él.
Su primera medida como monarca consistió en conseguir del papa Alejandro VI la anulación de su matrimonio con Juana y casarse con la viuda de Carlos VIII, Ana de Bretaña. A través de este matrimonio consolidó los lazos entre el reino de Francia y el ducado de Bretaña, del que Ana era titular. Para fortalecer su poder en Francia realizó una serie de reformas consistentes en la abolición de algunos impuestos, reglamentó los privilegios de la Universidad de París, reformó la administración de justicia y el cuerpo de funcionarios del Estado, y creó los parlamentos de Provenza y Normandía. Asentado su poder en Francia, dirigió sus esfuerzos hacia Italia y reclamó sus derechos hereditarios al ducado de Milán. El ejército de Luis XII sembró el terror de forma deliberada por Italia y logró, con la ayuda de los Borgia, expulsar a Ludovico Sforza de Milán en el verano de 1499, pero Ludovico logró rehacerse y recuperar la ciudad en el invierno siguiente.
Tras el fracaso en Milán, dirigió sus esfuerzos hacia las antiguas reclamaciones de Carlos VIII sobre Nápoles, con este fin, firmó con Fernando el Católico en 1500 el Tratado de Granada, por el cual los dos monarcas se dividían Nápoles en sendas zonas de influencia y conquista. Al año siguiente se produjo la conquista de Nápoles por ambos poderes, pero el acuerdo duró poco, ya que en 1502 los dos reyes entablaron la guerra debido a desacuerdos entre las fronteras de sus territorios en Nápoles. En 1504 las tropas castellanas del Gran Capitán lograron expulsar a las francesas de Luis XII de Nápoles, que pasó a formar parte de los dominios del rey Católico.
Pese a las sucesivas derrotas en Italia, Luis XII logró gracias a la diplomacia lo que la fuerza de sus armas no había conseguido. Entre 1504 y 1512 Luis XII firmó una serie de tratados en Blois con Austria y España, instigados por Ana de Britania, por los cuales el emperador Maximiliano I reconoció a Luis como heredero legítimo del ducado de Milán a cambio de 200.000 libras; firmó también una alianza militar con Maximiliano en contra de Venecia y por último se acordó el matrimonio entre Carlos (véase Carlos I, Rey de España y V Emperador de Alemania), hijo de Felipe el Hermoso y de Juana de Castilla, con la princesa Claudia, hija del monarca francés, la cual aportaría al matrimonio el ducado de Borgoña, la Bretaña, el Artois y el condado de Blois. Ante la posibilidad de que estos territorios, de consumarse el matrimonio y contando con la posible herencia del príncipe Carlos, fuesen enajenados del territorio francés, los representantes de los mismos exigieron al monarca la ruptura de dicho compromiso y la entrega de Claudia a Francisco de Angulema, el futuro rey Francisco I. Luis XII, para congraciarse con Fernando II le cedió todos los derechos sobre Nápoles mediante el matrimonio de éste con Germana de Foix.
Entre tanto, Luis cruzó con su ejército los Alpes para hacer frente a una sublevación en Génova. En Italia entabló contacto con Fernando el Católico y con Maximiliano I; los tres constituyeron la Liga de Cambrises en 1508, en la que se repartieron el territorio veneciano entre ellos y el papa Julio II. La Liga tuvo una vida corta debido a los desacuerdos entre los firmantes y a la falta de recursos del Emperador para llevar a cabo la conquista de Venecia. Lentamente se fue deshaciendo, hasta que se produjo la ruptura definitiva y la firma entre Fernando II, Julio II, Enrique VIII y la ciudad de Venecia de una Liga Santa en 1511 contra Francia y Maximiliano I. Esto supuso un desastre para los intereses franceses en Italia, ya que Luis XII se vio amenazado por Inglaterra y Castilla en sus propias fronteras, y por las sucesivas derrotas en suelo italiano que llevaron a Luis a evacuar el Milanesado. En 1514 se firmó la paz por la que el soberano francés hubo de reconocer la anexión de Navarra a Castilla y renunciar al Milanesado. Un año antes, Francia había firmado el vergonzoso tratado de Dijon con los suizos. En 1514 Luis XII firmó una serie de tres tratados con Enrique VIII, en Londres, en virtud de los cuales el rey francés se casó con María, hermana del rey de Inglaterra, al tiempo que firmaba la paz y la retirada de los ejércitos ingleses del suelo francés.
La derrota ante la Liga Santa tuvo un especial significado, ya que en el transcurso de la guerra Gastón de Foix, el mejor de los generales franceses del momento, fue herido de muerte tras lograr una sorprendente victoria en 1512 en Rávena. Su muerte propició que los derechos de Gastón al trono navarro pasaran directamente a su hermana Germana. También fue causa de esta guerra la supresión del poder papal en Francia ya que, como represalia al apoyo que Julio II otorgaba a sus enemigos, Luis XII le negó su obediencia.
En Francia, Luis XII gozaba de gran popularidad debido a su labor reformadora y a la buena administración, pese a sus derrotas en el exterior. Esta popularidad le llevó a ser aclamado en la reunión de Estados Generales en Tours de 1506 como el Padre del Pueblo, título éste con el que pasó a la historia. A su muerte, acaecida el 1 de enero de 1515, le sucedió su yerno Francisco I.
JACJ