Lerroux García, Alejandro (1864-1949).

Político español nacido en Córdoba en el año 1864 y muerto en Madrid en 1949. De juventud difícil y aventurera, se dio a conocer como periodista en el periódico El País, periódico de tendencia republicana que acabó dirigiendo. Más tarde fundó los rotativos El progreso, El Intransigente y El Radical. En sus artículos y campañas, casi todas ellas ruidosas y que muy a menudo acababan en duelos o enfrentamientos físicos, fue donde se forjó su estilo demagógico, con el que no se recató en usar las mayores violencias verbales contra sus enemigos. Estas campañas periodísticas le acarrearon sanciones y encarcelamientos en los años 1898 y 1899. Gracias a la campaña contra los procesos de Montjuich consiguió una gran notoriedad entre los obreros catalanes. En Barcelona realizó una serie de campañas con una demagogia vocinglera y altisonante, utilizando los tópicos revolucionarios y anticlericales de la época y consiguiendo atraerse a las masas obreras. Fue así como en el año 1901 obtuvo su primer escaño y el apodo por el que sería ya conocido: El Emperador del Paralelo. Junto al gran político Salmerón, fundó el partido Unión Republicana, lo que le posibilitó que en las sucesivas elecciones de 1903 y 1905 saliese elegido diputado por Barcelona. En el año 1906 se formó el partido Solidaritat Catalá por lo que Lerroux se declaró adversario de dicho movimiento, que tenía una clara tendencia nacionalista. Lerroux fue estrepitosamente derrotado en las elecciones del año 1907. En ese mismo año fundó su propio partido, el Republicano Radical, pero tuvo que exiliarse a Argentina al ser condenado por la Audiencia de Barcelona a raíz de un durísimo artículo que había escrito. En el año 1909 regresó a España, pero los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona le pillaron en las Islas Canarias, desde donde no perdió ocasión de azuzar aún más el enrarecido clima político del país. Se marchó a Inglaterra, de donde regresó en el año 1910. Ese mismo año salió nuevamente elegido diputado por Barcelona gracias a una coalición de corte republicana-socialista. Pero al año siguiente fue atacado por sus aliados políticos, acusado de haber estado en connivencia con los múltiples abusos administrativos del ayuntamiento. Desde entonces, sus postulados políticos fueron derivando hacia posturas centristas y conservadoras, por lo que perdió todo el apoyo de las clases populares. En esta época, Lerroux se dedicó a practicar una política de conspiraciones antimonárquica.

Con la llegada de la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), Lerroux fue apartado de la actividad política como consecuencia de una serie de derrotas electorales. En el año 1929 se apartaron de Lerroux algunos de sus más valiosos aliados, acaudillados por Marcelino Domingo, para formar el Partido Radical Socialista. Debido a su pasado republicano, a la caída de la dictadura, fue llamado para formar parte del Pacto de San Sebastián, por el que se instauraba la Segunda República española. Lerroux consiguió en el primer gabinete formado la dirección del ministerios de Estado. A partir de esa fecha se abrió una nueva etapa política de Lerroux, marcada por un tono más moderado y realista, pero derivando claramente hacia posturas cada vez más conservadoras. Con el desastre de la izquierda en las elecciones de 1933, Lerroux se convirtió en una figura clave. Entre los años 1933 y 1935 llegó a presidir seis gobiernos distintos, contando con el apoyo necesario de la C.E.D.A. (Confederación Española de Derechas Autónomas), y sobre todo de su carismático líder Gil Robles, con el que formó gobierno en el año 1934. Durante el año 1935 la descomposición de la derecha se hizo evidente. Ese mismo año estalló el escándalo, por estraperlo, que salpicó a destacados miembros del gobierno. Lerroux se vio obligado a dimitir. En las elecciones de 1936, Lerroux y su partido fueron barridos puesto que no consiguieron ningún diputado. Este hecho significó la defunción política de Lerroux. Exiliado en Portugal nada más comenzar la guerra, volvió a España poco antes de su muerte.

Además de la gran cantidad de artículos que escribió en los periódicos de la época, también fue autor de varios libros, entre los que destacan Al servicio de la República, La pequeña historia y sus Memorias, publicadas en 1962.

Bibliografía

• ÁLVAREZ JUNCO, J: El emperador del paralelo: Lerroux y la demagogia populista. Madrid, 1990.

• LERROUX, A: Mis memorias. Madrid, 1963.

• LERROUX, A: La pequeña historia. Madrid, 1964.

• JULIÁ, S: Política en la Segunda República. Madrid, 1995.

SAD

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