Laurentiis, Dino De (1919-2010)
Productor de cine italiano, nacido el 8 de agosto de 1919 en Torre Annunziata y fallecido el 11 de noviembre de 2010.
Vida.
Hijo de un horneador napolitano, Dino de Laurentiis se matriculó a los diecisiete años en el Centro Sperimentale di Cinematografia de Roma, al tiempo que se ganaba la vida en las más diversas parcelas del oficio: trabajó como figurante, actor ocasional, atrezzista, encargado de localizaciones, ayudante de dirección y de producción, hasta que su ingenio vivo y despierto le impulsó a hacerse cargo de la organización completa de una película a los veintidós años: L'amore canta (1941), de Ferdinando M. Poggioli, una amable comedia protagonizada por Maria Denis y Massimo Seratto. En rigor, no era tanto productor sino director de producción de la compañía Realcine. Al amparo de esta firma, de la distribuidora ICI, y luego de Lux Film, se adiestró en varias películas de cierta repercusión popular: Margheritta fra i tre, de Ivo Perilli; Zazá, de Renato Castellani; o Malombra, de Mario Soldati, las tres de 1942.
Tras haber participado en la Segunda Guerra Mundial, retornó a su oficio, y la primera película que abordó como productor autónomo, independiente, fue Il bandito (1946), de Alberto Lattuada, con una pareja famosísima: Anna Magnani y Amedeo Nazzari, a la que siguieron dos películas de aventuras bien resueltas por brillantes especialistas en el género: La figlia del capitano, de Mario Camerini, e Il cavaliere misterioso, de Riccardo Freda, ambas de 1947. Inmediatamente alcanzó su primer éxito como productor, consiguiendo una interesante mezcla de compromiso social y erotismo con Arroz amargo (1948), de Giuseppe De Santis, en la que la figura de Silvana Mangano (que se convirtió en su esposa al año siguiente y con la que permaneció casado hasta la muerte de la actriz, acaecida el 16 de diciembre de 1989) alcanzaba el rango estelar que siempre mantuvo.
Dino de Laurentiis tuvo el acierto de unir sus fuerzas con el productor que, por esas fechas, estaba dispuesto a rivalizar con él en el mismo campo: su asociación con Carlo Ponti no sólo favoreció el desarrollo de cada uno de ellos, sino que fortaleció y estabilizó la potencia de la producción italiana a mediados de los años cincuenta. Fue una cooperación relativamente breve pero intensa, que se rompió al fin en 1957.
Fue éste un período muy fructífero, repleto de títulos que indican su variedad de miras y los recursos audaces que luego aplicó De Laurentiis en películas de mayor empeño, tanto artístico como comercial. Abordó el género del Neorrealismo cinematográfico populista, apoyado en cómicos locales pero de alcance nacional: Napoli milionaria (1950), de Eduardo De Filippo, o Toto a colori (1952), de Steno; volvió a insistir en esa combinación de erotismo con realismo social en Anna (1951), de Alberto Lattuada, que fortaleció el magnetismo sensual de la Mangano con su inolvidable "bayón del negro zumbón..."; planteó un cine de aventuras para grandes y chicos en Gli undici moschettieri (1952), de Ennio De Concini y Fausto Saraceni o Jolanda la figlia del corsaro nero (1952), de Mario Soldati; pero también estableció un firme compromiso con los grandes directores de la época neorrealista: Roberto Rossellini (Dov'e la liberta?, 1952); Luigi Zampa (Anni facili, 1953); Vittorio de Sica (L'oro di Napoli, 1954); y, desde luego, favoreció el arranque de la madurez y la proyección internacional de Federico Fellini al producir dos de sus obras maestras, La Strada (1954) y Las noches de Cabiria (1957).
Son los años, además, en que la crisis del cine estadounidense obligó a las potentes productoras a buscar, en el temporal exilio europeo, el remedio a sus males. Dino de Laurentiss se benefició de tal situación, utilizando no sólo estrellas estadounidenses para producciones de formato europeo -Kirk Douglas en Ulises (1954), de Mario Camerini, donde nuevamente Silvana Mangano aparecía de forma espléndida en un doble papel, como la fascinadora Circe y la paciente Penélope, o Anthony Quinn en Hombre o demonio (1954), de Pietro Francisci-, sino haciéndose cargo de verdaderas superproducciones típicamente "hollywoodenses" a las que él imprimía su sello característico, como es el caso de Guerra y paz (1956), de King Vidor, con un reparto encabezado por Audrey Hepburn, Henry Fonda, Mel Ferrer y Vittorio Gassman.
Rota la asociación Ponti-De Laurentiis, cuyo mayor éxito fue sin duda el Oscar a la mejor película extranjera concedida en 1957 a Las noches de Cabiria, Dino de Laurentiis continuó su carrera en solitario, convertido ya en el megalómano productor capaz de crear Dinocittá, unos estudios cinematográficos nacidos con la intención de convertirle en el gran productor europeo de todos los tiempos: el enorme complejo, situado a las afueras de Roma, pretendía absorber no sólo sus propias producciones sino todo aquel proyecto que llegara de las compañías americanas y de sus propios compatriotas. Pero las expectativas no se cumplieron en la medida de sus deseos, y Dino de Laurentiis optó por establecer su campo de operaciones en Estados Unidos.
Sin embargo, no fue a Hollywood, sino que se estableció en Wilmington, North Carolina, donde inició una agresiva campaña de promoción y manufacturación de productos cinematográficos que pretendía batir, en su propio mercado, al competidor estadounidense. Denominó a su compañía De Laurentiis Entertainment Group (DEG), y trazó un plan de producción realmente ambicioso que incluía películas de honda raigambre yanqui, con las que trataba de insertarse en los módulos culturales de su país de adopción, y encomendadas a directores prestigiosos, como Serpico (1973), de Sidney Lumet, Mandingo (1975), de Richard Fleischer, o Los tres días del cóndor (1975), de Sidney Pollack, hasta aparatosas superproducciones que nunca respondieron a los planteamientos comerciales y taquilleros que las impulsaron: empezando por King Kong (1976), de John Guillermin, insensato remake de aquella obra maestra de los años treinta, con una debutante Jessica Lange (que en el documental que le dedicó la Pacific Street Films, dijo a propósito de Dino de Laurentiis: "es, fundamentalmente, un hombre del espectáculo") hasta el otro error de intentar mejorar una obra clásica: Motín a bordo (1984), de Roger Donaldson. Casi arruinó la reputación del intimista Jan Troell encomendándole la realización del mastodóntico Huracán (1979) y se equivocó en sus previsiones con otros dos proyectos que se presumían como los más ambiciosos de la época: Flash Gordon (1980), de Michael Hodges, y Dune (1984), de David Lynch.
Hay que decir que, si bien complicó sus aspiraciones en la obsesión por convertirse en un fabricante sistemático de "blockbusters" ('bombazos de taquilla'), Dino de Laurentiis ofreció la oportunidad de rodar a un Ingmar Bergmanexiliado (por razones fiscales) en Alemania: El huevo de la serpiente (1977), o que Milos Forman tuviera los medios necesarios para lograr su mejor obra: Ragtime (1981).
No obstante, esa neurosis megalómana le condujo a intentar repetir éxitos imposibles y se empeñó en hacer una nueva versión de lo que ya había sido un remake innecesario: King Kong II (1986), de John Guillermin; o intentar mejorar una obra más que estimable de William Wyler (Horas desesperadas, 1955), encomendándosela a Michael Cimino: 37 horas desesperadas (1990), o subirse precipitadamente al carro de la provocación sexual de Instinto básico, remedándola sin disimulo en El cuerpo del delito (1992), de Uli Edel, permitiendo que Madonna parodiara, a su pesar, las proezas de Sharon Stone en esa película de Paul Verhoeven.
Tales descalabros condujeron a que, en 1988, Dino De Laurentiis se viera obligado a renunciar a su cargo al frente de su flamante productora americana, a la que estaba llevando a la bancarrota. Tomó los mandos, entonces, su hija, Raffaella De Laurentiis, que ya había tomado parte en algunas de las aventuras anteriores de su padre, pero que se desenvolvía desde hacía tiempo como productora independiente, y que se apropió de la firma DEG como presidenta y directora de producción. Los estudios de Wilmington fueron adquiridos por Carolco Company, y mientras Raffaella seguía produciendo en una línea similar a la de su padre, Dino de Laurentiis intentaba en los últimos años reconquistar el favor del público poniendo en marcha diversos proyectos en colaboración con su esposa Marta Schumacher, con la que se casó en 1990.
Las tentativas más recientes de De Laurentiis se han orientado hacia filmes de género, como el policíaco Escondido en la memoria (1996), de John Dahl, con Ray Liotta, o incluso filmes de ambiente bélico, encerrada la acción en un submarino como U-571 (1999), de Jonathan Mostow, con Matthew McConaughey, Bill Paxton y Harvey Keitel. También ha irrumpido De Laurentiis en la televisión internacional con series que intentaban reproducir sus éxitos del pasado en el terreno del gran espectáculo bíblico, con dos superproducciones realizadas por Robert M. Young: Slave of Dreams (1995) y Solomon & Sheba (1996), con Jimmy Smits y Halle Berry encarnando a los personajes estelares.
Filmografía
1941: L'amore canta.
1942: Margheritta fra i tre; Zaza; Malombra.
1946: Il bandito.
1947: La figlia del capitano; Il cavaliere misterioso.
1948: Arroz amargo; La ilusión rota.
1949: I pompieri di Viggiù; Il lupo della Sila; Adamo ed Eva.
1950: Nápoles millonaria.
1951: L'ultimo incontro; Ana.
1952: Gli undici moschettieri; Toto a colori; Alarma en la flota; Yolanda; Fratelli d'Italia; Dov'e la liberta?.
1953: Il paese del campanile; Anni facili.
1954: Ulises; Las noches de Cleopatra; La Strada; Mambo; Un giorno en pretura; Hombre o demonio; L'oro di Napoli.
1955: Le diciottenni; La bella campesina.
1956: Guerra y Paz.
1957: Malafemmina; Las noches de Cabiria.
1958: Barrage contre le Pacifique; L'Tempestad!.
1959: La gran guerra.
1960: Todos a casa; El jorobado de Roma; Five Branded Women; The Unfaithfuls; Bajo diez banderas.
1961: La dolce vita; Puños de hierro; Il Giudizio Universale.
1962: Barrabás; The Best of Enemies.
1963: El jueves; Il diavolo; El especulador.
1964: ... And Suddenly It's Murder!; Tres perfiles de mujer; Il disco volante.
1965: A Day in Court.
1966: La Biblia; Las brujas; Operazione Paradiso.
1967: El extranjero.
1968: Roma como Chicago; Capriccio all'italiana; Bandidos en Milán; Romeo y Julieta; Danger: Diabolik; L'amante di Gramigna; La batalla de Anzio; Barbarella.
1969: Io non scappo... fugo; Una breve stagione; La societá del malessere; Fraulein Doktor.
1970: L'urlo; Waterloo.
1971: Cabalgando al infierno; La quebrada del diablo.
1972: Los secretos de la Cosa Nostra; Sembrando ilusiones; La piu bella serata della mia vita.
1973: Serpico.
1974: Dos misioneros; El policía, el gángster y el violento; Joe, el loco; El justiciero de la ciudad.
1975: Mean Frank & Crazy Tony; Mandingo; Los tres días del cóndor.
1976: El último pistolero; Drum; Lápiz de labios; King Kong.
1977: El huevo de la serpiente.
1978: Estirpe indomable.
1979: El primer gran asalto al tren; Huracán.
1980: Flash Gordon
1981: L'Sanguinario!!; Ragtime.
1982: Amityville II: The Possession; Conan, el bárbaro; Fighting Back.
1984: Motín a bordo; Ojos de fuego; Dune; Conan, el destructor.
1985: Manhattan Sur; El guerrero rojo; Los ojos del gato.
1986: King Kong II.
1990: 37 horas desesperadas.
1992: Sólo falta el asesino; El cuerpo del delito.
1995: Asesinos.
1996: Escondido en la memoria.
1997: Breakdown.
1999: U-571.
Televisión
1981: Halloween 2: The Nightmare Isn't Over!.
1987: Bellissimo: Images of the Italian Cinema (documental en dos episodios) [aparece entrevistado].
1995: Slave of Dreams.
1996: Solomon & Sheba.
Bibliografía
-
BRUNETTA, Gian Piero: Storia del cinema italiano (2 vol.). Roma. Editori Riuniti. 1979-1982.
-
LEBRUN, Dominique: Trans Europe Hollywood. Les europeens du cinéma americain. París. Bordas S. A. 1992,
-
MAGRELLI, E.: Sull'industria cinematografica italiana. Venezia. Marsilio Ed. 1986.
J. García de Dueñas