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FilosofíaBiologíaBiografía

Lamarck, Jean-Baptiste Pierre de Monet de (1744-1829).

Jean-Baptiste De Lamarck.

Naturalista francés, nacido en Bazantin (Picardia) el 1 de agosto de 1744 y fallecido en París el 28 de diciembre de 1829, que negó la inmutabilidad de las especies y desarrolló la primera explicación causal de la evolución, conocida con el nombre de lamarckismo (véase también neolamarckismo). Sus teorías no lograron consolidarse entre sus contemporáneos, sobre todo a causa de la oposición de Cuvier, que lo combatía desde una posición rígidamente fijista. Incluso cuando el evolucionismo fue universalmente admitido, Darwin (aunque le consideraba su predecesor), le criticaría por no haber sustentado su teoría sobre una sólida base de observaciones experimentales.

A raíz de la publicación de su obra Flore françoise (1779) fue admitido en la Academia de Ciencias. Se interesó también por la química y la física. Ocupó la cátedra de anatomía de los animales invertebrados en el Museo de Historia Natural. Sus obras más relevantes son: Système des animeaux sans vertèbres (1801), Philosophie zoologique (dos vols., 1809), Histoire naturelle des animeaux sans vertèbres (siete vols., 1815-22), entre otras.

Vida

Fue el undécimo hijo del matrimonio formado por el militar Phillipe Jacques de Monet de La Mark y de Marie-Francoise de Fontaines, una antigua familia noble empobrecida. Al cumplir once años fue enviado a estudiar al Colegio de los Jesuitas de Amiens con la idea de que se hiciera clérigo, pero al no tener vocación religiosa abandonó el colegio para dedicarse a la vida militar después de la muerte de su padre en 1759. Participó en distintas campañas militares entre 1756 y 1763, y sus viajes por el Mediterráneo le permitieron observar la variedad de la flora francesa. Después de licenciarse, estudió medicina durante cuatro años, interesándose por la botánica, la meteorología y la química, mientras colectaba conchas de moluscos.

Contrajo matrimonio por primera vez con Marie Rosalie Delaforte, de la que tuvo seis hijos. Tras la muerte de ésta se casó con Julie Maillet, que falleció sin hijos en 1819. Lamarck debió casarse una tercera vez pues tuvo dos hijos más. Con la ayuda de Buffon, trabajó en el Jardín del Rey, importante centro científico que dirigía este último naturalista, dedicándose a la botánica, donde llegó a ser un reputado especialista. Tras escribir algunas obras sobre esta disciplina, entró en la Academia de Ciencias francesa; bajo su égida realizó algunas expediciones, una de ellas a Auvergne y otra, acompañado de un hijo de Buffon, a Freiberg, para estudiar las teorías de Werner. Lamarck también desempeñó un papel significativo en la Sociedad de Historia Natural, creada en 1790.

En el trayecto hasta 1793 publicó diversas obras de botánica, escribió algunos trabajos de meteorología y química, y fundó el Journal d’histoire naturelle (1792). Un año más tarde, fue nombrado profesor de la cátedra de Insectos y Vermes -que él renombró como “invertebrados”- del recién fundado Museo de Historia Natural de París (antes Jardín del Rey), lo que significó un giro importante para él, pues desde entonces debió dedicarse por completo a la zoología. Sus tareas consistían en impartir cursos y colectar invertebrados para el museo, entre otras responsabilidades. En 1795 fue nombrado miembro del Instituto Nacional, que sustituyó a la Academia de Ciencias. Trabajó en distintos temas de ciencias naturales, pero también se ocupó de otros filosóficos, dentro de la concepción que tenía de la naturaleza como un todo.

En 1809, fecha de la publicación de su obra más conocida Filosofía zoológica, empezó a resentirse su salud. Sus problemas oculares le dejaron prácticamente ciego en 1818, si bien no dejó de trabajar dictando sus trabajos a uno de sus hijos. Pasó sus últimos años solo, confinado en un pequeño departamento del Museo, donde falleció en el 18 de diciembre de 1829. Para costear su funeral, fue preciso vender en subasta pública sus libros y colecciones científicas. Algunos de sus trabajos se publicarían póstumamente.

Obra científica

Estudios de botánica

Gracias al apoyo de Buffon, que intercedió para que el Gobierno la publicara, Lamarck dio a la prensa los tres volúmenes de Flore françoise (1779). La obra tuvo varias ediciones, la tercera de ellas en 1795, encargada por Lamarck a A. P. Candolle, que la amplió considerablemente al sustituir la clasificación de Lamarck de los vegetales por la de Antoine L. Jussieu e incorporando nuevos datos y descubrimientos botánicos. En esta obra, Lamarck propone llaves dicotómicas para identificar las plantas francesas -de las que realiza una extensa enumeración-, con el uso de nombres determinados y características excluyentes para separar los grandes grupos; de este modo las plantas podían ser más rápidamente identificadas que con el sistema de Linneo, basado en las características sexuales. Su clasificación fue una de las primeras en incluir la nomenclatura de Linneo, así como de otros botánicos. En el "Discurso preliminar", de esta obra explicó su método de análisis y una extensa exposición sobre los fundamentos de la botánica.

De los ocho volúmenes que forman la Encyclopédie méthodique Lamarck escribió el primero, el segundo, parte del tercero y del cuarto, y los suplementos; publicado todo ello en 1783, 1786, 1789 y 1795. Incluía, entre otros aspectos un "Discurso inicial" y trabajos sobre clasificación y estructuras de las plantas, así como la descripción de plantas específicas y sus grupos clasificatorios.

Las Tableux encyclopédique et méthodiques des tres r´ègnes de la nature. Botanique, o como también se le cita, la Ilustration des genres, apareció en tres volúmenes en 1791, 1798 y 1800 y fue continuada por Poiret. Contiene un gran número de especies y géneros clasificados según el sistema de Linneo, donde Lamarck identifica varios nuevos.

Lamarck concibió la naturaleza como un todo, constituida por una cadena gradual y no lineal de seres -comparando sus estructuras y las relaciones entre ellas- que descendía de lo más complejo a lo menos complejo, subordinados unos seres a otros y dispuestos metódicamente. Asimismo, destacó la influencia del clima sobre el desarrollo vegetal, y los cambios (llamados por él degradaciones) que experimentaban los vegetales cuando se cultivaban artificialmente. La idea del progreso evolutivo desde lo más simple a lo más complejo, avanzando a lo largo del tiempo -no sólo para las plantas sino también para los animales y el hombre- concebido dentro de su concepto de la naturaleza como un todo, la expuso el naturalista francés con más detalle a partir de 1800; hasta esa fecha había mantenido el concepto de degradación. También sostuvo este orden natural clasificatorio de la naturaleza en otro trabajo botánico publicado en este último año, Introduction à la botanique (1803), así como en dos de los quince volúmenes de la Histoire naturelle des végétaux, escrito en su mayor parte por Myrbel.
Para más información véase taxonomía y Biología: Clasificación de los seres vivos.

Estudios de química

Uno de los intereses de Lamarck fue la química, que comenzó a estudiar en la década de los setenta del siglo XVIII. Al respecto publicó varios trabajos, como Recherches sur les causes des principaux faits physiques (1794), Refutation de la théorie pneumatique (1796), Memoires de physique et d'histoire naturelle (1797) y dos artículos que incluyó en su Hydrogéologie (1802), donde relacionaba sus teorías químicas con sus concepciones geológicas.

Lamarck fue partidario de la teoría sobre los cuatro elementos (tierra, agua aire y fuego) que estaba muy en boga en su época, siendo el fuego para él el más importante. Éste presentaba una forma natural y dos formas modificadas: el calórico y el fuego fijo; a este último pertenecía el llamado flogisto, de carácter temporal. Los aplicó a múltiples fenómenos químicos y físicos (sonido, magnetismos, vaporización), pero también a la vida, pues era el componente esencial de las sustancias, dependiendo éstas de diversos estados y proporciones del fuego fijo.

Los seres vivos producían los compuestos químicos al descomponerse, debido a la tendencia que tenían a ello, quedando al final los elementos naturales. Y al igual que los animales y plantas, había para los minerales una cadena de degradación que iba desde lo más complejo a lo menos complejo, argumentando más tarde que en la naturaleza se producía a la inversa. Los estudios de química de Lamarck fueron importantes para él a la hora de elaborar su teoría evolutiva, apoyándose además en sus estudios geológicos.

Estudios de meteorología

A partir de 1797 Lamarck comenzó a publicar diversos trabajos sobre esta materia, especialmente importantes fueron los recogidos en su Annuaire météorologique (1800-1810). Le interesaba la historia y el desarrollo de esta disciplina, la clasificación de los fenómenos meteorológicos y las leyes que regulaban los cambios en el clima. Tales cambios los atribuyó a la acción de la Luna y de alteraciones que se producían en distintas zonas. Recomendó al Gobierno de su país el establecimiento de una central de bancos de datos meteorológicos, que puso en funcionamiento más tarde Chaptal, a fin de estandarizar y mejorar esos datos. Por esa misma época Humboldt propuso una idea semejante basándose en estaciones meteorológicas situadas en diversas partes del mundo. Los intereses de Lamarck sobre la meteorología deben entenderse dentro de su concepción de la naturaleza como un todo y de su posición con respecto a la evolución, donde el clima desempeñaba un factor relevante en la formación de las variedades de seres vivos.

Estudios de Zoología, Paleontología y Geología

Tras la muerte en 1798 de su colega y amigo Guillaume Bruguière, Lamarck finalizó la obra de éste Histoire des vers. También publicó Prodrome d'une nouvelle classification des coquilles (1799), Système des animaux sans vertèbres (1801) e Histoire naturelle des animaux sans vertèbres (1815-1822), en siete volúmenes.

En Prodrome d'une nouvelle classification des coquilles clasificó -de lo más complejo a lo menos complejo- y describió 126 géneros, incluyendo los fósiles de moluscos que se conocían entonces, determinando las analogías entre éstas y las formas vivas, en un momento en que se debatía si tales semejanzas existían, y si la extinción de los fósiles eran o no resultado de cataclismos geológicos (Cuvier y otros). Si bien todavía se apoya aquí en la degradación para su clasificación, ya por entonces acepta el transformismo -él no empleó el término evolución-, en lugar de las teorías catastrofistas de Cuvier, exponiendo que tanto las formas vivientes como los fósiles eran el producto de los cambios que habían sufrido con el tiempo los organismos, debido a la influencia del clima y del ambiente, impulsado todo el proceso en un inicio por el Creador.

Lamarck define por primera vez estas ideas en su discurso de apertura a su octavo curso en el Museo en 1800, y luego las reafirma en su Système des animaux sans vertèbres (Sistema de animales sin vértebras) en 1801. En esta primera gran obra zoológica subdivide el grupo de los invertebrados en siete clases, que más tarde ampliará a diez y luego a doce: Pólipos, Radiados, Vermes, Insectos, Arácnidos, Crustáceos, Moluscos, Infusorios, Anélidos, Cirrípedos, Tunicados y Conchíferos. Al propio tiempo estudia no sólo las formas vivientes sino también las fósiles, dentro de sus descripciones y clasificaciones, dejando sentado en ellas el carácter transformista antes mencionado.

Los siete volúmenes de Histoire naturelle des animaux sans vertèbres reunirán todos estos aspectos señalados, que van a conjugar las cuestiones científicas con las filosóficas (especialmente el tomo I) en que Lamarck analizará con más detalle el mecanismo de la transformación de las especies, que había abordado en su Philosophie zoologique (1809).

Se ocupó también de las especies fósiles en sus Recherches sur le organisation des corps vivans (1802) y en sus Mémoires sur les fossils des environs de Paris (1802-1806), en cuya introducción trató la significación de los fósiles para la elaboración de una teoría geológica. Sus investigaciones en ese sentido, como en las demás, estaban en relación con su concepción filosófica sobre la naturaleza como un todo, pero también porque le eran necesarias para entender el origen y las relaciones entre los seres vivos. Por ejemplo, en el caso de los moluscos -y en especial los fósiles-, cómo habían aparecido y desarrollado en las aguas o en la tierra. En su Hydrogéologie (1802), consideró que la Luna era la causa principal del avance del océano sobre el mundo, y al agua como la fuerza esencial que había actuado durante millones de años, sobre los restos orgánicos, formando las montañas, etc.

Para más información véase lamarckismo, neolamarckismo y darwinismo.

Bibliografía

  • BARSANTI, G. "Lamarck: Taxonomy and theoretical biology", en Asclepio, 52 (2), 119-131, 2000. BURKHARDT, R. W. The spirit of system. Lamarck and evoltionary biology. Cambridge (Mass.), Harvard University Press, 1995.

  • Dictionary of Scientific Biography. New York, Charles Scribneds, s. a.

  • GOULVEN, L. "Paleontologie(s) et évolution au début du XIXe Siècle Cuvier et Lamarck", en Asclepio, 52 (2), 133-212, 2000.

  • TORT, P. (dir.) Dictionaire du Darwinisme et de l'Evolution. París, Presses Universitaires de France, 1996.

Armando García González
Consejo Superior de Investigaciones Científicas

Autor

  • 0210 AGG