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ReligiónHistoriaBiografía

Knox, John (ca. 1515-1572).

John Knox.

Reformador religioso escocés, nacido en Haddington, Escocia, hacia 1515 y muerto en Edimburgo el 24 de noviembre de 1572. Defensor a ultranza del calvinismo, fue uno de los principales jefes de la Reforma religiosa en Escocia y el fundador del sistema presbiteriano de gobierno eclesiástico.

Primeros años y formación

Apenas se conocen datos biográficos de su nacimiento e infancia. En las biografías más antiguas se fijaba su nacimiento en 1505, pero los estudios más recientes tienden a retrasarlo hasta 1515. No se sabe nada de su familia, parientes o clan, tan sólo que su madre pertenecía a la familia Sinclair y que su padre era un pequeño granjero llamado William Knox.

Fue educado en la escuela del burgo de Haddington y, pese a que tanto la Universidad de Glasgow como St. Andrews afirman que estudió en sus aulas, no hay certeza de que se graduara en ninguna de ellas. En sus escritos se atestigua un cierto dominio del latín y el francés, y al final de su vida parece que aprendió rudimentos de griego y hebreo. Dominaba su lengua vernácula, el escocés, como quedó reflejado en su "Historia"; también adquirió conocimientos de leyes. Por sus propias palabras sabemos que fue sacerdote y ejerció como notario para la autoridad eclesiástica local, probablemente en la diócesis de San Andrés.

Poco más es lo que se conoce de su formación académica y de su carrera eclesiástica. Hacia 1540, mientras trabajaba como profesor particular en Escocia, empezaría a cuestionar la doctrina católica y a plantearse la necesidad de emprender una reforma. No obstante, los acontecimientos que rodearon su vida permanecieron en la oscuridad hasta 1545. En esta fecha se inicia su "Historia de la Reforma", publicada hacia 1562, obra de cierto carácter autobiográfico.

Hacia 1545, el mayor exponente del protestantismo en Escocia era George Wishart, el cual acababa de llegar de Alemania. En 1543 en Haddington, Knox conoció a Wishart y se convirtió en su más firme partidario. Por contra, frente a Wishart, se encontraba el cardenal Beaton, el gran defensor de la causa católica y canciller de Escocia desde 1543. Como canciller, Beaton puso en marcha una política de persecución de los protestantes que provocó numerosas muertes, entre ellas, la de Wishart, quemado en la hoguera el 1 de marzo del año 1546. Las crueldades cometidas por Beaton acabaron por provocar el disgusto del pueblo hacia el cardenal, lo que fue aprovechado por algunos nobles protestantes para asaltar su castillo y asesinarle, era el 29 de mayo de 1546. El asesinato de Beaton fue aplaudido por la comunidad protestante, encabezada ahora por Knox, no obstante, éste, junto a sus pupilos, tuvo que buscar refugio durante meses en el castillo de St. Andrews, ante la presión del Gobierno, encabezado por el Duque de Arran. Finalmente, el 31 de julio de 1547, los sitiadores, reforzados por una fuerte flota francesa, lograron tomar el castillo. Knox fue encarcelado, junto a otros dirigentes protestantes involucrados en el asesinato. Pasó un año y medio cautivo, pese a lo cual, continuó con sus predicaciones religiosas y escribió un tratado teológico en el que recogió los principales aspectos de su doctrina. Al parecer, las condiciones de su cautiverio mermaron su salud de forma permanente y le provocaron algunos de los males que sufrió a lo largo del resto de su vida.

En 1549 Knox fue liberado gracias a la intercesión de Eduardo VI, pero continuó en Inglaterra ante el temor de que si regresaba a Escocia volviese a ser encarcelado por los católicos franceses. John Knox se sentía más seguro en la Inglaterra protestante del débil Eduardo VI, que en su católica escocia natal. Ingresó entonces en la Iglesia anglicana, durante los dos años siguientes, Knox estuvo predicando en Berwick, de allí pasó a Newcastle y, posteriormente, fue designado capellán real en 1551. En 1552 fue propuesto para ocuparse del obispado de Rochester, pero rechazó el cargo. Según Knox, la Iglesia anglicana era demasiado afín a la doctrina de la Iglesia católica, sus propuestas de reforma eran mucho más profundas que lo que hasta ese momento había propuesto el anglicanismo, por lo que se negó a ocupar cualquier cargo dentro de la jerarquía anglicana.

Ginebra: Knox y los calvinistas

Tras la prematura muerte de Eduardo VI en 1553, su hermana María Tudor, católica convencida, subió al trono. El cambio de soberano no frenó las prédicas de Knox, que continuó en Inglaterra, no obstante, trató de congraciarse con la nueva y católica reina. Pero, en 1554, ante el temor de ser encarcelado, Knox buscó refugio en la localidad francesa de Dieppe. En esa época, Knox contrajo matrimonio con Marjorie Bowes, una joven calvinista de Newcastle, hija de Richard Bowes. De Dieppe pasó a Ginebra, donde pidió consejo a Calvino sobre la manera de frenar tanto a María Tudor como a María de Guisa, regente de Escocia. Ésta, había iniciado una campaña de persecución contra los protestantes, apoyada en su poderosa familia, los Guisa, y en Francia.

En 1554, Knox fue elegido capellán de los protestantes ingleses en Frankfurt, cargo desde el que atacó las reformas religiosas realizadas por Eduardo VI y el ceremonial anglicano. Su actitud acabó por provocar un cisma y fue expulsado de Frankfurt por las autoridades. Regresó entonces a Ginebra, donde se puso al frente de los protestantes ingleses. En el verano de 1555, partió hacia Escocia, donde encontró una situación muy diferente a la que había dejado años atrás. Knox pudo predicar sus ideas en público y sus sermones atrajeron la atención de un nutrido grupo de aristócratas. En Escocia, Knox formalizó la ruptura completa con la Iglesia católica, al asegurar que ningún creyente auténtico debía tomar partido en la Misa, que él consideraba un ejercicio de idolatría. En el verano de 1556, Knox regresó a Ginebra, mientras en Escocia, era condenado en rebeldía y declarado proscrito.

Hasta finales de 1558 Knox permaneció en Ginebra, embebiéndose de las ideas calvinistas que posteriormente introdujo en Escocia. En Ginebra nacieron sus dos hijos, Nathaniel (muerto en Cambridge en 1580) y Eleazar (muerto en 1591). En 1557 algunos amigos trataron de convencerle de que regresara a Escocia e incluso parece que Knox emprendió el viaje, pero en Dieppe se lo pensó mejor y regresó a Ginebra. A lo largo de 1558, Knox desarrolló una frenética actividad literaria fruto de la cual fue su famosa obra First Blast of the Trumpet against the Monstrous Regiment of Women, dirigida contra María Tudor, María de Guisa, Catalina de Médicis y la joven María Estuardo. En sus escritos, Knox expuso la idea, sacada del Antiguo Testamento, de que los protestantes tenían derecho a perseguir y matar a los católicos por ser estos idólatras. En Brief Exhortation to England, abogó por expulsar a los católicos de Inglaterra; y en Treatise on Predestination, Knox respondió a la doctrina anabaptista.

El ascenso de Knox, la guerra en Escocia

A principios de 1559, una vez que la reina María Tudor había sido sucedida por su hermana, la reina Isabel y que ésta promulgó el Acta de Supremacía, que reinstauraba el anglicanismo en Inglaterra; Knox consideró llegado el momento de regresar a su patria. El 2 de mayo, tras una travesía por mar, Knox llegó a localidad escocesa de Leith, cerca de Edimburgo. La Reina Regente de Escocia, gravemente enferma, no tenía ni las fuerzas ni los apoyos necesarios para detener el avance del protestantismo ni sus desmanes contra los católicos. Ante esta situación, el 25 de mayo Knox pronunció un discurso incendiario en Perth, que acabó desencadenando una oleada de disturbios en dicha localidad y fuertes enfrentamientos entre católicos y protestantes, en realidad todo una guerra civil. Los protestantes se atrincheraron en Perth y se declararon en rebeldía contra la Regente, ésta movilizó sus ejércitos y avanzó sobre la ciudad rebelde desde Stirling. Entre ambas fuerzas acabó por establecerse un pacto según el cual, los protestantes lograron el reconocimiento de la libertad de culto y que no se acuartelasen tropas francesas en la ciudad. Tras esta victoria, Knox marchó hacia St Andrews con la intención de predicar allí. Pese a las amenazas del arzobispo Hamilton, Knox pronunció sus discursos, provocando el mismo levantamiento popular que había tenido lugar en Perth. Poco a poco, otras grandes abadías e iglesias de la región, fueron saqueadas por los seguidores de Knox, a medida que su revolución se extendía. Los seguidores de Knox se hicieron con el control de Stirling y marcharon sobre Edimburgo. Ante este avance, la Regente se retiró a Dunbar y las iglesias de Edimburgo fueron saqueadas por los protestantes. El 7 de julio, Knox fue elegido presbítero protestante de Edimburgo.

El 22 de julio la Regente y sus consejeros decidieron atacar Edimburgo, antes de que los protestantes se afianzaran en esta plaza. Ante la amenaza miliar, los protestantes ofrecieron un acuerdo de paz y se retiraron a Stirling. No obstante, conscientes de la ventaja que podía suponer una alianza con la Inglaterra protestante, encargaron a Knox que abriera negociaciones con la reina Isabel. Las negociaciones tuvieron lugar en el mes de agosto y, a pesar de la buena disposición de Isabel Tudor, no se alcanzó un acuerdo definitivo, tan sólo una promesa más o menos vaga de ayuda por parte de Inglaterra. No obstante, la participación de Francia en el conflicto, en favor de María de Escocia, obligó a Inglaterra a tomar partido, so pena de perder su influencia en Escocia. Inglaterra puso sus ejércitos y recursos del lado protestante y estos pasaron al ataque.

Semanas después de que las tropas de la regente María recuperasen Edimburgo, los ejércitos protestantes atacaron Leith, lugar donde se encontraba la Regente. Pese a las fortificaciones de Leith, la ciudad fue asaltada. María de Lorena se vio en graves dificultades para escapar, pero finalmente logró alcanzar Edimburgo, donde falleció el 11 de junio de 1560. La muerte de la Regente suponía el final de la guerra civil, tanto franceses como ingleses se dispusieron a regresar a sus países, no obstante, Knox no estaba dispuesto a que las cosas acabaran de ese modo y trató de convencer a sus partidarios para que continuaran la lucha hasta la derrota completa de los católicos y su expulsión de Escocia.

Mientras el parlamento escocés se reunía para tratar de alcanzar una salida a la crisis, Knox se lanzó a una campaña de predicaciones diarias que cada vez lograron reunir a más gente y que cada vez mostraban un aspecto más intransigente. Finalmente, ante la presión popular, el Parlamento aceptó la Confessio Scotica, redactada por Knox, en la que se eliminaba la autoridad del Papa sobre la Iglesia de Escocia y se prohibía la Misa. La Iglesia católica de Escocia desaparecía y la religión protestante se convertía en la oficial del reino. El 25 de agosto el Parlamento finalizó su labor y se creó una comisión, encabezada por Knox, que debía redactar un documento que fijase las nuevas relaciones entre la Iglesia y el Estado. Este documento, conocido como el First Book of Discipline, estuvo listo el 20 de diciembre de 1560, el mismo día en el que tuvo lugar la primera asamblea general de la nueva Iglesia de Escocia, nacía así la Iglesia presbiteriana de Escocia. El First Book of Discipline se basó en otros textos protestantes, sobre todo en las Ordonnances de Ginebra, y al igual que estos, no se limitó a cuestiones religiosas sino que abordó temas sociales, educativos, administrativos, territoriales y de justicia.

A finales de 1560 falleció sin descendencia Francisco II de Francia, con lo que la joven católica María Estuardo, que se había casado con Francisco II el año anterior, regresó a Escocia para hacerse cargo del trono. En esas mismas fechas, Knox perdió a su esposa.

El 19 de agosto de 1561, María Estuardo llegó a Leith y el domingo siguiente se celebró una misa en la capilla de Holyrood. Esto provocó las protestas del pueblo, de Knox y de la Iglesia presbiteriana. Algunos nobles protestantes se pusieron de parte de la Reina, afirmando que tenía derecho a mantener su religión siempre que no tratara de imponérsela al pueblo. Knox encabezó el bando contrario, que exigía la renuncia de María al catolicismo o al trono.

En marzo de 1564, en plena lucha entre católicos y protestantes, Knox, ante la sorpresa de todos, contrajo matrimonio por segunda vez, en esta ocasión con una joven noble de dieciséis años llamada Margaret Stewart, emparentada con la Casa real, con la que tuvo tres hijas. Esto, unido a sus constante ataques contra la Reina, provocó que los dirigentes presbiterianos censuraran públicamente la actitud de Knox. Ante el agravamiento de la situación, en 1565, Knox fue formalmente suspendido por la Iglesia presbiteriana. Pese a ello, Knox continuó predicando, enfrentándose a María Estuardo y encabezando una importante facción del protestantismo escocés.

Los últimos años: del triunfo a la marginación

El 9 de marzo de 1566, el secretario personal y consejero de María Estuardo, el católico Rizzio, fue asesinado por orden del rey consorte Darnley. Nunca se supo si Knox tuvo algo que ver en el asesinato, pero es evidente que recibió con satisfacción la noticia. Ante el temor de que los católicos pudieran vengarse, Knox abandonó Edimburgo y se estableció en Ayrshire. Poco después, el propio Darnley fue asesinado, quizá por orden de María Estuardo, y ésta se casó con el conde de Bothwell, una de las personas que participaron en el asesinato de Darnley. Los escoceses se rebelaron contra la Reina y ésta tuvo que escapar a Inglaterra (16 de mayo de 1568), donde Isabel I la mantuvo presa durante casi veinte años. El nuevo rey de Escocia, coronado el 24 de julio del año 1567, cuando apenas tenía un año de edad; fue Jacobo VI, hijo de María y de Darnley. En plena rebelión, Knox regresó a Edimburgo y se unió a los opositores de María Estuardo. El 29 de julio Knox fue a Stirling, a predicar en la coronación del joven Jacobo VI y provocó un escándalo al denunciar el rito de coronación como una reliquia del papismo. La caída de María Estuardo provocó una curiosa consecuencia, John Knox, tras años de oposición a la reina se quedó sin enemiga y su figura empezó también a declinar.

Desde 1568, John Knox se dedicó fundamentalmente a su trabajo ministerial en Edimburgo, dejando a un lado su figura política. La inactividad política y su creciente falta de importancia en la sociedad inglesa, llevaron a Knox a frecuentes estados de abatimiento y depresión. A finales de 1569 sufrió un ataque de apoplejía del que nunca logró recuperarse plenamente. Poco a poco fue perdiendo el favor de sus antiguos aliados, muchos de los cuales se unieron a los católicos para forzar la restauración de la Reina; y en la primavera de 1571 se retiró a San Andrews. Allí pasó los últimos quince meses de su vida, dedicado a la escritura y la oración y realizando esporádicos sermones, en los cuales demostró que continuaba conservando sus buenas dotes como orador. Cuando la figura de Knox parecía cercana a apagarse definitivamente, un suceso le sacó abruptamente de su retiro, la Matanza del día de San Bartolomé, en el verano de 1572. La noticia de la cruel represión de los hugonotes franceses provocó una oleada de protestas entre todas las comunidades protestantes del continente, a la que Knox no podía permanecer indiferente. Ante el embajador francés, Knox lanzó su último discurso incendiario, en el que acusó directamente al rey de Francia de ser el instigador de los violentos acontecimientos del día de San Bartolomé.

El gran esfuerzo físico que tuvo que hacer para pronunciar este discurso, minó definitivamente su pésima salud y el 24 de noviembre de 1572 falleció en su casa humilde de Edimburgo y dos días más tarde fue enterrado en el cementerio de San Giles. Su última mujer le sobrevivió unos años, así como dos de los hijos tenidos con su primera esposa y tres de las hijas tenidas con la segunda.

Bibliografía

  • BURLEIGH, J. H. S.: A Church History of Scotland. (Londres, 1960).

  • DONALDSON, G.: The Scotish Reformation. (Cambridge, 1960).

  • LAING, D.: Works of John Knox. (Edimburgo, 1895).

  • McCRIE, T.: Life of Knox. (Edimburgo, 1813).

  • WALKER, R. S.: John Knox, the History of the reformation of religion within the Realm of Scotland. (Londres, 1940).

JACJ

Autor

  • Juan Antonio Castro Jiménez