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FilosofíaBiografía

Kierkegaard, Soeren Aabye (1813-1855).

Filósofo danés, nacido en Copenhague el 5 de mayo de 1813 y fallecido en 1855, que está considerado como el precursor del existencialismo, y como el crítico más decidido del idealismo moderno.

Vida y obras

Vivió en Copenhague la mayor parte de su vida. Educado en el protestantismo, sufrió una serie de crisis religiosas que dejaron honda huella en su obra. En la Facultad de Teología de Copenhague conoció la teología de inspiración hegeliana, sin otro resultado que el rechazo posterior. Hizo dos viajes a Berlín, en uno de los cuales siguió las clases de Schelling, y aunque al principio se sintió atraído por su filosofía, muy pronto se desilusionó. Su vida está marcada por tres hechos: la relación con el padre (que era ya un anciano cuando él nació, y que le educó de un modo demasiado severo), la astilla en la carne (que lo reduce continuamente a su condición de penitente) y el noviazgo con Regina Olsen (roto después de unos meses, y que le dejó el convencimiento de no poder llevar una vida "normal" y de ser una "excepción"). En su vida pública se dieron tres grandes polémicas: una contra el sistema (es decir, contra la filosofía hegeliana), otra contra la cristiandad establecida, y la tercera contra la prensa. Combatió el "sistema" basado en principios teóricos y éticos: teóricamente es insostenible una mirada objetiva sobre el mundo, ya que todo pensador no es más que un individuo existente, inmerso en la temporalidad. Desde el punto de vista moral, representa una huida de la propia responsabilidad. La cristiandad establecida es la situación histórica en la que el mensaje cristiano, exaltado en palabras, es de hecho convertido en letra muerta, sometido a compromisos y mundanizado, privado de su verdad más profunda y terrible: la relación personalísima y "absurda" entre el individuo pecador y Cristo. La "prensa" finalmente es combatida como expresión ulterior del principio de lo "anónimo" que rige en la sociedad moderna.

Lo característico de Kierkegaard es la interdependencia entre su vida y su obra, porque una influye sobre la otra, moviendo al protagonista desde su más íntima individualidad. Aparte del Diario, entre sus obras merecen destacarse: El concepto de ironía (1841), O lo Uno o lo Otro (1843), El concepto de la angustia (1844), Migajas filosóficas (1844), Apostilla a las migajas filosóficas (1846) y La enfermedad mortal (1849).

Pensamiento

En Kierkegaard es imposible construir un sistema filosófico. Intentarlo sería ir en contra del espíritu mismo de su pensamiento. Su peculiaridad filosófica radica sobre todo en el análisis de la existencia, entendida como el modo de ser propio del hombre, y en la teoría de la comunicación basado precisamente en esa singularidad del existir que, al parecer, hace imposible toda comunicación. La filosofía, al menos la de la existencia, parece encontrar un obstáculo en el hecho mismo de que el filósofo, es un hombre y no puede "salir fuera" de la existencia y del tiempo y contemplarse objetivamente.

Para Kierkegaard, la finalidad última de la comunicación existencial es declaradamente religiosa, y más todavía si se piensa que el cristianismo no es una "doctrina", sino una "comunicación de existencia". Para llegar incluso a plantearse el problema de la verdad cristiana en términos adecuados, es necesario descubrir primero qué significa existir y qué es una verdad existencial. A la verdad pura y simple, Kirkegaard contrapone la "verdad para ", una verdad "por la cual vivir y morir", que informe por sí misma la existencia. La existencia es vista como compromiso, elección, proyecto: por eso, a la categoría metafísica fundamental de la necesidad, Kierkegaard contrapone la categoría de la posibilidad. El ser humano es un manojo de posibilidades. Y dado que entre las innumerables posibilidades se halla también la posibilidad de que no, el hombre se ve atrapado por la angustia. Esta angustia viene originada por lo posible. Cuando las infinitas posibilidades se autovierten en la intimidad, tenemos la desesperación, para la cual el hombre solamente encontrará remedio hundiéndose en Dios (que está fuera de la "posibilidad de que no"). Al dar este salto referencial a Dios, sucede que la autorreferencia ha pasado a ser referencia a Dios. Se disipa la desesperación y nace la confianza. Kierkegaard ha opuesto a la vida estética la vida ética, y por encima de ambas, la vida religiosa.

El influjo del pensamiento de Kierkegaard no se hizo notar inmediatamente, en parte por la barrera que significaba la lengua danesa. Pero una vez que fueron conocidos sus escritos, su influencia se propagó por toda Europa, al ver en él el precursor del existencialismo. En España, el pensamiento de Kierkegaard encontró en Unamuno su más significativo difusor.

Biografía

ADORNO, Th., Kierkegaard, Caracas, 1971.
BONIFACI, C. F., Kierkegaard y el amor, Herder, 1963.
COLLADO, J. A., Kierkegaard y Unamuno, Madrid, 1962.
ROOS, H., Sören Kierkegaard y el catolicismo, Madrid, 1959.
VILLANEIX, N., Kierkegaard, el único ante Dios, Barcelona, 1977.

Autor

  • CCG.