Joaquím, rey de Judá (608-598 a.C.).
(Yehoyaqim o Ioakím) Décimo octavo rey de Judá, hijo de Josías y de Zebiddá. Fue elevado a rey de Judá por el faraón Nekao II en sustitución de Joacaz, su hermano. El faraón, para rematar más el vasallaje de Joaquím hacia su persona, le cambió su nombre de Elyaquim por el de Yehoyaquim (Joaquím) y le impuso una multa de un talento de oro y 100 de plata. Sus primeros años de reinado se caracterizaron por su despotismo y su desviación religiosa. En el cuarto año de gobierno y en la batalla de Karkemish, en la que había participado como aliado de Nekao II, sufrió una severa derrota a manos de Nabucodonosor II; pero la retirada de éste, enterado de la muerte de su padre Nabopolosar, permitió a Joaquím algunos años de cierta independencia. Más tarde, hecho prisionero y deportado a Babilonia, fue repuesto en el trono de Judá como vasallo de Babilonia, aunque se sublevó al cabo de poco tiempo. Al parecer, Joaquím murió violentamente en el transcurso de una conjuración. Fue sucedido por su hijo Joaquín.
