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LiteraturaBiografía

Hebbel, Christian Friedrich (1813-1863).

Dramaturgo alemán, nacido en Wesselburen (Norderdithmarschen) en 1813 y fallecido en Viena en 1863.

Hijo de un albañil, el entorno familiar de Hebbel fue muy precario, así que no pudo recibir una buena formación escolar; sin embargo, tuvo acceso a obras históricas y literarias en casa del juez del distrito parroquial para el que trabajaba de escribiente, lo que le proporcionó una formación autodidacta. Intentó escapar del ambiente pequeñoburgués de la comunidad en la que vivía haciéndose actor, pero fracasó. Tras una estancia de un año en Hamburgo, pasó a Múnich para estudiar literatura clásica con F.W. Schelling, pero no consiguió éxito alguno como escritor. Tras regresar a Hamburgo en 1839 trabajó como reseñista en la revista fundada por K.F. Gutzkow Telegraph für Deutschland (Telégrafo para Alemania) y concluyó su tragedia Judith (1841). Sentía, sin embargo, que su vocación era la de escribir grandes tragedias, de manera que desarrolló su concepción artística en el polémico ensayo Mein Wort über das Drama (Mi palabra sobre el drama, 1843), con el que se doctoró en Erlangen en 1844. Gracias a una beca concedida por el rey danés Christian VIII, pudo viajar a París, donde conoció a H. Heine, Felix Bamberg, gran conocedor de la filosofía de Hegel, y Arnold Ruge, el fundador de los Hallische Jahrbücher (Anuarios de Halle), y demócrata radical. En 1844 publicó Maria Magdelene (María Magdalena).

Después de realizar un viaje por Italia, se trasladó a Viena en 1845; al año siguiente contrajo matrimonio con la actriz Christine Enghaus, que le proporcionó el sustento material necesario para que pudiera llevar una vida libre de preocupaciones materiales, y le ofreció amplios contactos con el mundo del teatro. Cuando su fama como dramaturgo iba creciendo, estalló la revolución de 1848, en la que tomó partido por la monarquía constitucional. En el caos de la revolución nació Herodes und Marianne (Herodes y Mariana, 1850) y poco después Agnes Bernauer (1852).

En sus dramas queda patente un intento de afirmación social por parte de sus protagonistas femeninas, así como la lucha entre ambos sexos, que deja entrever ya muchos rasgos propios del Naturalismo. A pesar de que sus dramas mantienen siempre una estructura de corte clásico y reflejan la idea de un mundo en orden, que ha de respetar unos ideales inamovibles, se le considera como el primer dramaturgo moderno. Por su trilogía Die Nibelungen (Los Nibelungos, 1862) obtuvo en 1863 el Premio Schiller.

Su producción lírica es mucho menos significativa; en las tres colecciones, publicadas respectivamente en 1842, 1848 y 1857, reúne poemas que reflejan sus ideas filosóficas sobre la vida, la muerte y la naturaleza. Durante mucho tiempo tampoco se prestó atención a sus diarios, cartas y ensayos sobre literatura, aunque constituyen, tal como se ha demostrado después, auténticos documentos de la Historia del siglo XIX.

Autor

  • I. Hernández