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Ingeniería y tecnologíaCineBiografía

Harryhausen, Ray (1920-2013)

Técnico de efectos especiales y director de cine estadounidense, nacido en Los Ángeles (California), el 29 de junio de 1920 y fallecido en Londres el 7 de mayo de 2013.

Vida.

Mientras estudiaba en su ciudad natal, Los Ángeles, se apasionó por el mundo de la animación. Tras ver en una reposición la película El mundo perdido (1925), de Harry Hoyt, el todavía adolescente Harryhausen tomó la determinación de probar suerte como animador aficionado. Siguió paso a paso los métodos empleados en King Kong (1933) y construyó varias marionetas articuladas que mostró a Willis O’Brien, responsable de trucar al gran gorila de la mencionada película y a los monstruos antediluvianos de la película de Hoyt. En la Universidad de California del Sur asistió a clases de fotografía. Conoció luego a George Pal, que, al advertir su vocación, lo contrató como asistente para realizar los cortometrajes de animación que él tituló Puppetoons, y que tuvieron una buena aceptación comercial en Estados Unidos.

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, se alistó y sirvió en las tropas de los Signal Corps, si bien su principal labor fue el diseño de un film propagandístico. Junto a Pal, se inició en el campo de la dirección, realizando películas cortas de animación destinadas al público infantil, como Mother Goose presents Humpty Dumpty y The story of Hansel y Gretel.

George Pal, comprendiendo que el entusiasmo de Harryhausen le había de llevar lejos en el campo de la animación, comentó a Willis O’Brien la posibilidad de adquirir al joven como ayudante de laboratorio. Cuando el veterano truquista inició los preparativos del rodaje de El gran gorila (1948), lo contrató para realizar sus complicados efectos especiales.

Animado por su buen amigo el escritor Ray Bradbury, perfeccionó un sistema especial de animación fotograma a fotograma, aprendido de O’Brien, al que denominó Dynamation. La presentación cinematográfica de este procedimiento fue la película de ciencia-ficción El monstruo de tiempos remotos, de Eugene Lourie, cuyo argumento se basa en un relato de Bradbury, “La sirena de la niebla”. El protagonista es un gran dinosaurio que siembra la destrucción a su paso. La buena acogida de esta marioneta movida fotograma a fotograma convirtió a Harryhausen en un técnico codiciado por los grandes estudios, que le encomendaron los trucajes de nuevas producciones. De este modo, diseñó el monstruo marino de It came from beneath the sea; los reptiles prehistóricos de The animal world, de Irvin Allen; las naves alienígenas de La Tierra contra los platillos volantes, de Fred F. Sears; el tiranosaurio de Twenty million miles to Earth, de Nathan Juran; y, de nuevo a las órdenes de Juran, las diversas criaturas de Simbad y la princesa, entre las cuales destacan un cíclope con un cuerno en la frente y una enorme ave bicéfala.

A finales de la década de los cincuenta, la carrera de Harryhausen ya se había consolidado sobradamente. El público acudía a ver las películas en las que participaba, no por la calidad de las interpretaciones o por sus bondades estéticas, sino simplemente por contemplar los nuevos recursos imaginativos que él había empleado para diseñar sus monstruos mitológicos. De hecho, los guiones de estas películas comenzaron a escribirse teniendo en cuenta los trucos de animación que él iba desarrollando en su laboratorio.

Jasón y los argonautas, de Don Chaffey, fue la primera película que produjo. En ella los trucajes llegaron más allá de todo lo realizado por él hasta entonces. Aparte de una imaginativa galería de criaturas legendarias, destacó la parte del film que relataba la lucha de Jasón y los suyos contra un ejército de esqueletos, animados fotograma a fotograma. Pese a los sorprendentes resultados de estos efectos especiales, Harryhausen decidió dar un paso más allá en cuanto a realismo y depuró aún más su técnica en una producción de la compañía británica Hammer Films, Hace un millón de años, también dirigida por Chaffey. En este caso Harryhausen supervisó a todo un equipo de animadores que construyeron las marionetas de los diversos dinosaurios que se enfrentaban con los protagonistas.

Nuevas películas, como El valle de Gwangi, El viaje fantástico de Simbad y Simbad y el Ojo del Tigre recurrieron al mismo tipo de efectos. Se trata de películas menores, en las que todo queda subordinado a los trucajes. Por estas fechas, Harryhausen mantenía un grupo de jóvenes aprendices y ayudantes, uno de los cuales, Colin Arthur, empezó a comprender algunas limitaciones del criterio de Harryhausen, llegándolas a discutir infructuosamente con éste. Esas limitaciones quedaron puestas de manifiesto con el estreno de La guerra de las galaxias (1977), de George Lucas, donde la animación convencional se alternaba con el truco de maquillaje y el uso de computadoras para filmar las maquetas. Procurando responder a ese reto de los grandes estudios, Harryhausen diseñó la que iba a ser su película más ambiciosa, Furia de titanes, una historia mitológica, protagonizada por estrellas de Hollywood como Laurence Olivier y Burgess Meredith, y animada con el mejor repertorio de criaturas jamás elaborado por el veterano técnico de efectos especiales.

Éste fue su último gran proyecto, pues los productores no volvieron a confiar en él, considerando que sus procedimientos eran anacrónicos en comparación con los empleados por técnicos como John Dykstra o Dennis Muren. Retirado del cine, Harryhausen sólo volvió a un rodaje de la mano del director John Landis, que lo convirtió en improvisado actor de la comedia Espías como nosotros, en 1985 y, casi diez años después, volvió a darle un papel episódico en Superdetective en Hollywood III. Desde entonces, acudió periódicamente a festivales y convenciones, recibiendo homenajes y dando testimonio de sus técnicas, representativas de un periodo romántico de los efectos especiales.

Filmografía.

Como director:

Cortometrajes:
1946: Mother Goose presents Humpty Dumpty.
1949: Story of Little Red Rinding Hood.
1951: The story of Hansel and Gretel; The story of Rapunzel.
1953: The story of King Midas.

Como técnico de efectos especiales:
1949: El gran gorila.
1953: El monstruo de tiempos remotos.
1955: It came from beneath the sea; The animal world.
1956: La Tierra contra los platillos volantes.
1957: 20 million miles to Earth.
1958: Simbad y la princesa.
1960: Los viajes de Gulliver.
1961: La isla misteriosa.
1963: Jasón y los argonautas.
1964: La gran sorpresa.
1966: Hace un millón de años.
1969: El valle de Gwangi.
1973: El viaje fantástico de Simbad (y coproductor).
1977: Simbad y el Ojo del Tigre (y coproductor).
1981: Furia de titanes (y coproductor).
2003: The Story of the Tortoise & the Hare (coproductor y animador)
2007: The Pit and the Pendulum (productor ejecutivo)

Como actor:
1985: Espías como nosotros.
1994: Superdetective en Hollywood III.

Bibliografía.

  • ALION, Yves. “Le dernier magicien”. Rev. Revue du Cinéma, n. 482 (mayo 1992).

  • BRADLEY, Matthew R. “Ray Harryhausen: now and them”. Rev. Filmfax, n. 52 (septiembre-octubre 1995).

  • CROWDUS, Gary. “Aliens, dragons, monsters and me”. Rev. Cineaste, vol. XIX, n. 4 (1993).

  • FERNÁNDEZ-REBOLLOS, José Luis. El mundo mágico de Ray Harryhausen. Gijón: Festival Internacional de Cine de Gijón, 1990.

  • FEIN, D.C. “Laser revolution: Harryhausen cornucopia”. Rev. Cinefex, n. 53 (febrero 1993).

  • FIELDING, Raymond. The techniques of special effects photography. Londres: Focal Press, 1965.

  • FINCH, Christopher. Special effects: Creating movie magic. Nueva York: Abbeville Press, 1984.

  • GARSAULT, Alain y NIOGRET, Hubert. “Ray Harryhausen, artisan, technicien et créateur”. Rev. Positif, n. 249 (diciembre 1981).

  • HARRYHAUSEN, Ray. Film Fantasy Scrapbook. Cranbury: Barnes and Co., 1972.

  • MANDELL, Paul. “Of genies and dragons: the career of Ray Harryhausen”. Rev. American Cinematographer, vol. LXXIII, n. 12 (diciembre 1992).

  • SHAY, Don, y COX, V. “Ray Harryhausen: acting without the lumps”. Rev. Cinefex, n. 5 (julio 1981).

  • URRERO PEÑA, Guzmán. Cinefectos: trucajes y sombras. Barcelona: Royal Books, 1995.

Autor

  • Guzmán Urrero Peña