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HistoriaLiteraturaBiografía

Galo, Gayo Cornelio (ca. 69-26 a.C.).

Estadista, general y poeta romano del siglo I a.C.

Nació hacia el 69 a.C., de humilde familia, en Forum Iulii (actual Fréjus, Francia), en la Galia Narbonense. Se educó en Roma como condiscípulo de Virgilio. En el año 41 tuvo alguna intervención, como gestor, en la confiscación de tierras que afectó a las posesiones de la familia de Virgilio, por quien medió (junto a Asinio Polión) ante Octaviano. Militó siempre en el bando de Octaviano (el futuro emperador Augusto): en el 30 tomó parte militar activa, como præfectus fabrum, en la campaña de Octaviano en Egipto contra Marco Antonio, tras la victoria de Accio (31 a.C.). Después del triunfo definitivo de Octaviano, Galo fue nombrado primer gobernador de Egipto (præfectus Ægyptii), nueva provincia que dependía personalmente del príncipe. Como prefecto consiguió éxitos militares (como la represión de una rebelión en la Tebaida), que celebró en una inscripción trilingüe en Filas, y erigiendo estatuas e inscripciones sobre pirámides y obeliscos (uno de estos obeliscos se alza hoy en la Plaza de San Pedro, en Roma). Caído en desgracia ante Octaviano, fue llamado a Roma; el emperador permitió un proceso contra él en el Senado, quizá por traición, y se vio forzado a suicidarse.

Tuvo amores con una actriz liberta llamada Volumnia (con el sobrenombre artístico de Citéride), que había sido antes amante de Marco Antonio. Dicha relación, que acabó en ruptura, parece que afectó mucho a Galo y constituyó la fuente de inspiración de su poesía.

Tiene también importancia cultural la amistad de Galo con Virgilio y con Partenio de Nicea. Virgilio menciona a Galo en una égloga (VI 64-73) y lo hace protagonista de otra (X). Esta égloga X versa sobre el amor desgraciado de Galo que, como un pastor en la Arcadia, lamenta su suerte, de modo que la naturaleza y los dioses simpatizan con él. Según Servio, el comentarista tardío (s. IV d.C.) de Virgilio, la canción de Galo en esta égloga X (versos 44-63) estaría adaptada de la propia poesía de Galo. Asimismo, Servio nos da noticia (no enteramente fiable) de que Virgilio insertó, como segunda mitad del libro IV de Geórgicas, un extenso “Encomio de Galo” (Laudes Galli), que luego fue suprimido y sustituido por el epilio de Aristeo (que es lo que ha quedado hoy), una vez que Galo cayó en desgracia ante el emperador. Galo tuvo también amistad con Partenio de Nicea, un griego que arribó a Roma hacia el 73 a.C., como prisionero de guerra tras la Tercera Guerra Mitridática. Partenio contribuyó al conocimiento en Roma de la poesía griega helenística y escribió, para inspiración de Galo, una obra en prosa griega sobre historias míticas, los Erótika Pathémata (“Desventuras amorosas”).

La obra póetica de Galo

Cornelio Galo compuso hacia el 40 a.C. cuatro libros de elegías, con el título de Amores y con el probable subtítulo de Lycoris. En estos poemas narraba sus vivencias amorosas con Volumnia-Citéride, cantada bajo el pseudónimo poético de Licóride (Lycoris). Galo inauguró así el género de la elegía latina amorosa, siguiendo una sugerencia de la poesía 68 de Catulo. Dicho género se caracteriza por cantar a una única amada en poemas de extensión breve o media, escritos en dísticos elegíacos, con un tono subjetivo y aparentemente autobiográfico. Los poemas se agrupan en libros, anticipando sustancialmente los cancioneros del Renacimiento, desde Petrarca en adelante. El amor cantado es un amor romántico, exclusivo y heterosexual. El poeta se esclaviza figuradamente a su amada, haciendo dejación de sus obligaciones sociales en la vida pública. La puesta en escena urbana típica del género se combina con referencias escapistas a otras esferas, como la rústica (Tibulo y, quizá, antes Galo) y la mitológica (Galo, Propercio y Ovidio). El género habría de alcanzar su madurez con Propercio, Tibulo y Ovidio, y un florecimiento tardío en el epígono Maximiano, ya en el siglo VI d.C.

Galo tiene, pues, el mérito literario de haber creado y fundado un género poético partiendo, como fuente principal, del epigrama griego helenístico (poesías breves, escritas en dísticos elegíacos, con temática amorosa y enfoque subjetivo), al que confiere una mayor extensión y el uso del mito como correlato objetivo de las vivencias personales del sujeto lírico (aprovechando el material que le proporcionó Partenio). En ese proceso de creación del nuevo género tuvo como claro precedente, según ya se ha apuntado, la poesía 68 de Catulo.

La obra de Galo se perdió al final de Antigüedad tardía (todavía lo cita Servio en el s. IV d.C.); sólo se había conservado un verso, citado por el gramático Vibio Sequestre. Pero en 1978 se produjo un descubrimiento espectacular: se halló en Quasr Ibrîm (Nubia, Egipto) un papiro que contenía una decena de versos que se han atribuido a Galo por la mención que contienen de una Licóride (la atribución se acepta hoy generalmente, a pesar de alguna disensión crítica aislada, como la de Giangrande 1980). Los nuevos versos de Galo, editados por primera vez en 1979 (Anderson-Parsons-Nisbet), vinieron a confirmar lo que ya se sospechaba sobre la posición pionera del poeta con respecto a la elegía amorosa latina, pues contienen bastantes rasgos literarios que habrían de ser inherentes al género: la amada como fuente de inspiración básica; la identificación de poesía y vida; la sumisión total (obsequium) del poeta-enamorado a la amada, en forma de “esclavitud amorosa” (servitium amoris), de forma que a ella se la presenta como domina (“ama”); la conciencia del poeta de su vida desordenada y heterodoxa (nequitia), en contra de los valores tradicionales romanos. Galo también es pionero en la noción de “utilidad” práctica que asigna a la poesía, como medio para convencer o denostar (esto es, interactuar con otros personas, o con la amada).

Pervivencia

Galo conoció un importante éxito contemporáneo. Los propios antiguos lo veían como fundador del género elegíaco (por ejemplo, Ovidio en Tristia IV 10, 51-54 y en Ars amatoria III 536-38). Ya se ha comentado la presencia de su figura en la poesía de Virgilio. Horacio, por su parte, probablemente parodia motivos de Galo en su Epodo XI. Como primera nota crítica, Quintiliano lo considera “más duro” en estilo (durior) que Propercio y Tibulo (inst. X 1, 93). El comentarista Servio (s. IV d.C.) lo cita en conexión con Virgilio. Posteriormente, al perderse su obra, no pudo ejercer influencia directa alguna durante la Antigüedad tardía, Medievo y Renacimiento (aunque sí, por supuesto, influencia mediata, a través de poetas sobre los que él mismo influyó, como Tibulo, Propercio y Ovidio).

Desde el Renacimiento, sin embargo, se dio la particularidad curiosa de que circuló y se imprimió, bajo el nombre de Galo, un conjunto de seis elegías, obra del poeta tardío Maximiano (del siglo VI d.C.). La falsa atribución fue responsabilidad de Pomponio Gáurico, que forjó la superchería en su edición veneciana de 1501. El texto de pseudo-Galo se siguió imprimiendo como apéndice a las obras de Propercio, Tibulo y Catulo hasta finales del siglo XVIII.

El descubrimiento de los versos de Galo en 1978 (y edición príncipe en el 79) constituyó una auténtica conmoción en la Filología Latina (Fernández Galiano, 1980, califica el evento de “hallazgo sensacional”). Desde entonces se suceden los estudios críticos sobre Galo, algunas veces cuestionando su autoría del nuevo texto, más frecuentemente analizando la posición del poeta como fundador del género elegíaco.

Bibliografía

  • Anderson, R.D. - P. J. Parsons - R. G. M. Nisbet, “Elegiacs by Gallus from Quasr Ibrîm”, Journal of Roman Studies 69 (1979), 125-55. Edición príncipe del texto, con comentario.

  • Ballester, X., “Galo: los inicios literarios”, Cuadernos de Filología Clásica 23 (1989), 117-124.

  • Crowther, N. B., “C. Cornelius Gallus. His importance in the Development of Roman Poetry”, ANRW (= H. Temporini - W. Haase (edd.), Aufstieg und Niedergang der römischen Welt, Berlin-New York: Walter der Gruyter) II 30.3 (1983), 1622-1648.

  • Fernández Galiano, M., “Un hallazgo sensacional en Nubia: versos nuevos de Cornelio Galo”, Revista de Bachillerato. Cuaderno monográfico 6 (1980), 3-10. Con texto latino, traducción castellana y comentario.

  • Giangrande, G., “An alleged fragment of Gallus”, Quaderni Urbinati di Cultura Classica 5 (1980), 141-152.

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  • Nicastri, L., Cornelio Gallo e l'elegia ellenistico-romana. Studio dei nuovi frammenti, Napoli: M. D’Auria, 1984.

  • Petersmann, G., “Cornelius Gallus und der Papyrus von Quasr Ibrîm”, ANRW II 30.3 (1983), 1649-1655.

  • Ross, D. O., Backgrounds to Augustan poetry: Gallus, elegy, and Rome, Cambridge: Univ. Press, 1975.

G. Laguna Mariscal

Autor

  • G. Laguna Mariscal