Feyder, Jacques (1885-1948).
Director de cine belga, nacido el 21 de julio de 1885 en Ixelles y muerto en Prangins (Suiza) el 25 de mayo de 1948, cuyo verdadero nombre era Jacques Fréderix, si bien es más conocido en el mundo cinematográfico como Jacques Feyder.
Vida
Aunque natural de Bélgica y considerado junto con Andre Delvaux como el más excelente de los directores de ese país, muchos historiadores lo vincula también como un miembro de la historia del cine francés.
A la muerte de su madre y siendo joven, mostró su deseo de iniciar la carrera de actor, lo que le supuso enfrentarse con su padre. Éste le llegó a prohibir utilizar el apellido paterno y él entonces cambió el suyo de Fréderix, por el de Feyder, con el que habría de hacerse famoso.
Poco antes de la Primera Guerra Mundial actuó en Lyon, donde conoció a la que habría de ser su esposa, la actriz Françoise Rosay. Trabajó posteriormente en París participando en la película de Louis Feuillade Los Vampiros. En 1916 le contrata como director el famoso productor Gaumont, para el que realizó una buena cantidad de filmes, que, aunque se han perdido u olvidado, constituyeron un buen banco de pruebas donde mostrar su talento y forjar su personalidad. Llamado a filas participó en actividades del ejército belga, tanto en el frente como organizador de actividades teatrales.
De 1920 es la primera película importante en su carrera, La Atlántida. El rodaje se llevó a cabo en el desierto. Aunque su profesionalidad y habilidad son demostradas, la obra ha soportado mal el paso del tiempo. En ella destaca la interpretación de Stacia Napierkowska.
En 1922 realiza Crainquebille, basada en unan novela de Anatole France, con la que recogió elogios del propio David W. Griffith. Durante algún tiempo Feyder insistió en rodar adaptaciones literarias, como por ejemplo Carmen, protagonizada por la entonces popular cantante española Raquel Meller; probablemente buscaba, amparándose en el prestigio de los títulos, conseguir un asentimiento de la crítica y del público. A pesar de todo Feyder sabía dotar a sus adaptaciones del suficiente ritmo cinematográfico como para que la traslación del texto no fuese un mero calco.
En 1928 los norteamericanos, siempre atentos a las figuras que surgían en Europa, le ofrecieron un contrato para trabajar al otro lado del Atlántico. La oferta le vino de la mano de la MGM y el director franco-belga se instaló en California.
No obstante, la maquinaria de los grandes estudios imponía unas condiciones de trabajo a las que los europeos se adaptaban con ciertas dificultades: ruedas de prensa, lujo hotelero, pero los proyectos no acababan de cuajar. A pesar de todo, los títulos acabaron llegando y Feyder trabajó con Greta Garbo en su última película muda (The Kiss, 1929). Trabó amistad con grandes estrellas como Murnau, Jannings y otros. Pero a pesar de todo, los Feyder decidieron retornar a Europa, pues no acababan de adaptarse a las formas de trabajo de los grandes estudios. El regreso se llevó a efecto en 1932.
Ya en Europa inició una colaboración con Charles Spaak, guionista belga de gran prestigió en los años treinta y cuarenta, miembro de una importante familia de actores y políticos. El signo de la muerte (1934) fue el fruto de su primer encuentro. El efecto narrativo de que una mujer rubia, apareciese luego de castaña y el tratamiento del tema, forjan el antecedente de lo que años más tarde llegaría a ser Vértigo. Después vino Pensión Mimosas (1935), otra obra de gran éxito, donde su mujer, Françoise Rosay, tuvo una destacada actuación.
En este mismo año se va a producir el que será el mayor triunfo de su carrera y una de las películas cumbres de la cinematografía europea de la primera mitad del siglo. Se trata de La Kermesse heroica, un filme que describe una anécdota de los Tercios españoles en Flandes y que, rodada en tono de comedia, era un brillantísimo ejercicio de puesta en escena, interpretación y descripción de personajes. La película obtuvo galardones importantes y respaldó la personalidad de Feyder como uno de los directores con mayor talento de la época.
Como resultado del éxito obtenido, fue llamado a Inglaterra, por el poderoso Alexander Korda, para rodar la adaptación de una novela de James Hilton titulada La condesa Alexandra (1937). Aunque los protagonistas eran nuevamente actores de prestigio como Robert Donat y la ambigua Marlene Dietrich, Feyder volvía a tropezar con el maleficio de que no lograba el mismo éxito cuando rodaba en Francia que cuando lo hacía en otra lengua.
En 1939 Feyder se desplazó al norte del Círculo Ártico para realizar secuencias de La ley del Norte. Se produjo el estallido de la Segunda Guerra Mundial y el filme se estrenó ya en los años cuarenta con el título de La pista del Norte.
Durante la guerra y en especial durante la ocupación de Francia, Feyder se trasladó a Suiza donde rodó Una mujer desaparece (1941), en la cual Françoise Rosay interpretaba a cuatro mujeres diferentes.
Tras la guerra, entró en un mal período. Nunca fue colaboracionista, pero hubo quien consideró que había alimentado algún tipo de simpatía por los alemanes. Aunque jamás se le formuló ningún tipo de acusación, lo cierto es que sufrió un período depresivo, donde el trabajo escaseó para él. El matrimonio tuvo que valerse entonces de la actividad de la esposa, que realizó giras teatrales por Francia y el norte de África, con textos escritos por el marido. Mientras Feyder se dedicó a la enseñanza del cine en Ginebra y a escribir un libro sobre cine.
Cuando se produjo el retorno a París, el director franco-belga ya no volvió a ser el mismo de antes. El conflicto bélico dejó profundas huellas tanto morales como intelectuales. Había además una nueva generación llamando a los escenarios, los gustos, por otro lado, estaban cambiando y Feyder se sentía viejo y fatigado.
Su última colaboración para el cine fue en Macadam (1946), donde llevó a cabo una supervisión artística, pues el director de la cinta fue Marcel Blisténe.
Con su muerte desaparecía el más importante de los directores de Bélgica. Fue siempre un hombre sobrio, elegante -resulta anecdótico hoy día contemplar viejas fotografías de Feyder dirigiendo con chaleco, corbata y hasta el sombrero- e inteligente. La comedia y el drama, en sus manos, resultaban siempre creíbles y bellos.
Filmografía
Cortometrajes:
1915: Mr. Pinson policier.
1916: Tetes de femmes, femmes de tete; Le bluff; Le pied qui entreint; Un conseil d’ami; L’homme de compagne; L’instinct est maître; Tiens vous etes a poitiers?; Le frere de lait; Abregeons le formalites!; Le billard casse; La trouvaille de buchu.
1917: Le pardessus de demi-saison; Les vieilles femmes de l’hospice.
1929: La faute d’orthographe.
Documentales:
1927: Au pays du roi lepreux.
Largometrajes:
1920: La Atlántida.
1922: Grainquebille.
1923: La otra madre.
1925: L’image; Gribiche.
1926: Carmen.
1928: Thérèse Raquin.
1929: Les nouveaux messieurs; The kiss.
1931: El hijo del destino; Al despertar.
1934: El signo de la muerte.
1935: Pensión Mimosas; La Kermese heroica.
1937: La condesa Alexandra.
1938: Payasos.
1939: La ley del norte.
1941: Una mujer desaparece.
1946: Macadam.
Otros trabajos:
1925: Poil du carotte.
1929: Gardiens de phare.
1930: Anna Christie (versión alemana y sueca de la película norteamericana); El espectro verde (versión francesa de la película The unholy night); Si el emperador lo supiera (coguionista de la versión francesa de la película His glorious night); Olympia (versión alemana de la película His glorious night).
1935: Die klugen frauen (versión alemana de La Kermese heroica).
1938: Fahrendes volk (versión alemana de Payasos).
Bibliografía
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ALCALÁ ZAMORA, José. España, Flandes y el Mar del Norte (1618-1639). (Barcelona: Planeta, 1975).
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BACHY, Victor. Jacques Feyder. (Universidad de Lovaina, 1966).
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FORD, Charles. Jacques Feyder. (París: Seghers, 1973).
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SÁNCHEZ GONZÁLEZ, S. “España en Flandes a través de La kermesse heroica”, en Revista de Ciencias de la Información nº 7 (Madrid: 1993).
S. Sánchez González