Fernández Villaverde, Raimundo (1848-1905).

: Raimundo Fernández Villaverde.

Político y abogado español, nacido en Madrid, el día 20 de enero de 1848, y muerto en la misma ciudad el 15 de julio de 1905.

Emparentado con familias de raigambre monárquica, cursó estudios de Derecho en la Universidad Central de Madrid. Tras licenciarse, ejerció la abogacía en Madrid y participó en múltiples conferencias y debates del Ateneo y de las sociedades científicas más relevantes, además de impartir clases de Derecho mercantil y penal en calidad de profesor numerario en la Universidad Central de Madrid. En 1899 ingresó en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, con el discurso Confesiones histórico-críticas acerca del sufragio universal como órgano de la representación política en las sociedades modernas.

Su carrera política comenzó temprano: fue elegido diputado en 1872, representando al Partido Conservador. Al año siguiente fue uno de los dieciocho miembros que se opuso a la instauración de la I República. Al triunfar la Restauración de Cánovas, se distinguió como concejal del ayuntamiento de Madrid y como miembro de la Comisión de Hacienda de dicho ayuntamiento, además de salvar de una ruina inminente al Erario municipal. Mientras ocupó su cargo de edil desempeñó varios puestos dentro de la Administración local, participó en numerosos debates en el Congreso, no sólo sobre temas económicos, sino también sociales, religiosos, de orden público, etc. En el año 1884 fue nombrado gobernador civil de Madrid, y a los pocos meses ministro de la Gobernación, en sustitución de Romero Robledo. En este nuevo puesto resaltó su labor durante la terrible epidemia del cólera que sufrió Madrid, en el año 1885.

Durante el gobierno largo de Mateo Práxedes Sagasta (1885-1890), pasó a la oposición, propagando las ideas de su partido en unión de Francisco Silvela y del conde de Toreno. En 1890, Cánovas del Castillo fue llamado al poder y nombró a Raimundo Fernández Villaverde titular del Ministerio de Gracia y Justicia. En su nueva etapa ministerial, Fernández Villaverde elaboró una serie de reformas que finalmente no fueron debatidas en el Parlamento: Ley de Enjuiciamiento Criminal, Ley Orgánica de los Tribunales, y diversos trabajos para el Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Civil. En el año 1892 volvió a hacerse cargo del Ministerio de la Gobernación. Fue en esta etapa cuando se hizo evidente el distanciamiento político entre Cánovas y Silvela sobre el asunto del sistema de turnos de los partidos dinásticos. Con la consiguiente escisión del Partido Conservador en dos bandos, Raimundo Fernández Villaverde decidió apoyar a Francisco Silvela en detrimento de Antonio Cánovas del Castillo. Después del asesinato de Cánovas, Fernández Villaverde fue nombrado ministro de Hacienda en el primer gobierno formado por Francisco Silvela, en 1899. Desde su nuevo cargo, intentó ordenar la Hacienda pública, que andaba en una precaria situación, cercana al desastre total. Para ello, lo primero que hizo fue fundamentar la base de la regeneración económica del país en la nivelación del presupuesto. Promulgó una serie de leyes hacendísticas y presupuestarias encaminadas a respetar la riqueza rústica, en tanto que se buscó enjugar el déficit con la riqueza inmobiliaria urbana e industrial, así como con los profesionales y funcionarios, a través del llamado Impuesto de Utilidades. En suma, lo que pretendía el Gobierno era adquirir trescientos millones de pesetas que se necesitaban devengándolos de la riqueza de la burguesía y de las clases medias, dejando inalterables las rentas rústicas. También optó por aplicar medidas deflaccionarias, a fin de contrarrestar la depreciación de la peseta en los mercados internacionales. Otra medida adoptada por Fernández Villaverde fue la de liquidar las deudas de ultramar convirtiéndolas en deuda de interior, y financiar la deuda pública, que después del desastre colonial consumía el 60 % del presupuesto nacional, por medio del aumento de ingresos y de la contención del gasto público. Esta última medida hizo que Fernández Villaverde se enfrentara a Polavieja, ministro de la Guerra, quien se resistió a ver disminuido el presupuesto para su ministerio. Por otra parte, los nuevos impuestos fueron contestados con dureza por los comerciantes de Madrid y Barcelona, animados por sus respectivas Cámaras de Comercio e Industria, y por la Liga de Productores. Aunque las protestas provocaran dimisiones dentro del Gobierno, Fernández Villaverde llevó adelante sus previsiones económicas. El resultado fue que, a corto plazo, se cumplieron los objetivos: se redujo la deuda y se contuvo la inflación causada por el ambiente económico de postguerra.

En el año 1902 fue nombrado presidente de la Cámara Alta. De nuevo ministro de Hacienda, hubo de dimitir de su puesto por oponerse a la política de reconstrucción nacional que estaba llevando a cabo Antonio Maura. Fue dos veces presidente del Gobierno, pero en ambas ocasiones se vio forzado a dimitir por falta de apoyos dentro de su propio grupo que siempre se decantó por la candidatura de Antonio Maura, tanto en julio de 1903, como en junio de 1905. Paralelamente a todos estos cargos políticos, Raimundo Fernández Villaverde también se destacó por su labor bancaria: fue presidente del Crédito Mobiliario Español y fundador del Banco Español de Crédito. Finalmente, murió el 15 de julio de 1905, en Madrid.

Bibliografía

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C. Herráiz García.

Autor

MFE. C. Herráiz García.