Eduardo III, Rey de Inglaterra (1312-1377).
Rey de Inglaterra, hijo de Eduardo II y de Isabel de Francia, nacido en 1312 y muerto en 1377.
Coronado en 1327, reinó bajo la tutela de su madre y Mortimer, el amante de ésta, el cual gobernó de forma violenta, administrando el reino a su antojo; en su mandato, Mortimer otorgó a los escoceses una amplia independencia y concretó el matrimonio del hijo del soberano escocés con la hija del rey Eduardo. El rey, cansado de su despotismo, lo hizo ahorcar, mientras que encerraba a su madre en el castillo de Rising.
En 1330 atacó Escocia, venció a Douglas, caudillo de los escoceses, y pacificó la zona. Entonces se ocupó de sus intereses en Francia: reclamó el trono, para lo que alegaba su condición de nieto de Felipe el hermoso. Invadió Francia en 1340 y ayudó a Juan de Monforte en Bretaña. Posteriormente se dirigió hacia Flandes, donde derrotó a Felipe VI en la batalla de Crecy en 1346, con lo que comenzaba la Guerra de los Cien Años. En un principio conquistó algunos territorios que más tarde volvió a perder. Al final de su reinado legó Calais, Burdeos y Bayona.
En sus últimos años, tuvo problemas con el parlamento, ya que éste condenó a sus favoritos y a su amante, Alicia Perrere. El monarca se negó a aceptar la decisión parlamentarias y a su vez condenó a Pedro de La Mare, líder de la citada cámara. A él se debe la institución de la Orden de la Jarretera y el servicio de correos británico.