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PolíticaHistoriaBiografía

Cuauhtemoc (ca. 1502-1525).

Último emperador o Huey Tlatoani azteca, nacido en Tenochtitlan hacia 1496 y muerto en 1525. Dirigió la resistencia de la capital mexicana durante el asedio cortesiano de 1521 y cayó luego en manos españolas, tras lo cual sufrió infinitas afrentas hasta su muerte, ocurrida en la Jornada de las Hibueras.

Vida

Fue hijo de Ahuitzotl, que había sido monarca azteca entre 1486 y 1502, y de Tlilalcápatl, una nieta de Netzalhualcoyotl, lo que le convertía, por consiguiente, en primo de Motecuhzoma Xocoyotzin (el Moctezuma español) e incluso se casó con una de sus hijas, Tecuichpo. Como Tlatoani o señor de Tlatelolco tuvo escaso trato con Cortés y los españoles durante su primera entrada en Tenochtitlan, pero participó activamente en la batalla de la “Noche Triste” para expulsarlos de la capita.

Cuitláhuac, sucesor de Motecuhzoma, le nombró jefe de las tropas y sumo sacerdote; a su muerte, Cuauhtémoc fue nombrado Huey Tlatoani por el Tlalocan o Consejo y se casó con Tecuichpo, viuda de su antecesor. Su principal actividad fue organizar la defensa de Tenochtitlan que sería pronto atacada por los españoles. Trató, por ello, de atraerse algunos pueblos a la lucha, pero resultó imposible, y dispuso finalmente la defensa de Tenochtitlan, sitiada por los españoles desde el 28 de abril de 1521. Las penalidades por la falta de alimentos fueron en aumento, ya que Cortés había dominado las riberas de los lagos y contaba con bergantines, pero la situación fue insostenible desde el 21 de mayo, cuando los españoles destruyeron el acueducto de Chapultepec. Los defensores lucharon tenazmente contra los invasores sin recursos y al tiempo que se extendía una epidemia de viruela. Por fin, el 13 de agosto tuvo lugar el asalto definitivo y los aztecas tuvieron que huir en sus canoas; la que llevaba a Cuauhtémoc con sus familiares más allegados fue apresada por el bergantín mandado por García Holguín. El Huey Tlatoani fue llevado luego a presencia de Cortés, a quien pidió que le quitara la vida. El capitán español lo recibió amablemente, pero el tesorero Alderete pidió que confesara donde estaban escondidos los tesoros perdidos en la Noche Triste. El monarca indígena fue sometido a tormento en unas parrillas, y quedó lisiado a consecuencia de ello, pero no pudo indicar donde estaban, seguramente por ignorarlo. Cortés trato luego de utilizar al prisionero para dominar mejor a los aztecas y le nombró gobernador, un cargo honorífico, que desempeñó hasta que le ordenó acompañarle a la jornada de las Hibueras.

Cuauhtémoc sufrió mucho en el curso de aquella desgraciada expedición, que atravesó zonas pantanosas del sur de México con dirección a Honduras. En el camino llegaron noticias de que se estaban promoviendo levantamientos indígenas en la capital, y Cortés creyó que eran promovidos por su prisionero. Cuauhtémoc fue procesado, encontrado culpable y condenado a muerte, junto con su primo, el señor de Tacuba. Fue ahorcado el 28 de febrero de 1525 en Izancanac, según algunos cronistas, o en el estado de Campeche, cerca de la laguna de Términos, según otros. La ejecución del caudillo indígena fue considerada por algunos soldados españoles un acto innecesario de crueldad de Cortés. Bernal Díaz del Castillo, que le había tomado aprecio durante la expedición a Honduras, escribió en su Historia Verdadera: “Y fue esta muerte que les dieron muy injustamente dada, y pareció mal a todos los que íbamos en aquella jornada”.

M. Lucena Salmoral

Autor

  • MLS