Björnson, Björnstjerne Martinus (1832-1910).
Escritor y político noruego, nacido en Kvikne (Österdalen) y muerto en París. Fue dramaturgo, poeta, periodista, novelista y director teatral, y constituyó después del asimismo poeta Wergeland, la mayor figura que impulsó el renacimiento y la independencia noruegos. Descendiente de una familia de campesinos, realizó los primeros estudios en Molde y también a la universidad, que abandonó muy pronto para dedicarse a la literatura y a la crítica teatral, su verdadera pasión, porque ya de niño, y fuera de la escuela, sus gustos se habían inclinado hacia la lectura de las novelas de Ingemann y Scott y los textos demológicos de Asbjørnsen o de las antiguas sagas de los reyes de noruega. Dirigió el teatro de Bergen (1857-59) y el de Cristianía (1865-67), donde dirigió también otro propio (1877-82). Fue periodista de la oposición democrática, en el periódico Aftenbladet en 1859 y en el Norsk folkeblad durante 1866-71, y realizó prolongados viajes a Italia, Estados Unidos, Francia y Alemania, donde recibió el influjo del pensamiento liberal, pero no por ello abandonó sus arraigadas raíces basadas en un provincialismo nacional típicamente nórdico; poseedor de un carácter contradictorio, fue agitador radical en política y religión; sin embargo era puritano y conservador, y al mismo tiempo escandinavista y pangermanista. Como intelectual perteneciente al romanticismo noruego promovió el interés por el estudio de la cultura nórdica precristiana: lengua, arte, historia, religión, etc., y puesto que el ámbito rural de su tiempo mantenía casi intactas las costumbres y la lengua de antaño, dicho romanticismo se inspiró en este mundo campesino para conformar la totalidad de la cultura noruega a su primitivo ser.
En cuanto a su obra literaria, los primeros textos de Bjørnson muestran el interés que el autor manifestaba por la antigua cultura nórdica, desde Entre batallas (1857), su primer drama en verso, al que siguió ese mismo año Synnøve Solbakken, una serie de relatos de la vida campesina, o La Hulda coja (Halte-Hulda), hasta su obra Arne (1859). Durante su estancia en Roma entre los años 1860-1862, Bjørnson dio un nuevo giro a su trayectoria dramática con la obra El Rey Sverre (Kong Sverre, 1861) y, especialmente con Sigurd el violento (Sigurd Slembe, 1864), título de la trilogía donde se da cabida al idilio sentimental y al moralismo. Siguieron a éstas las obras de tesis, donde se abandona el tema de la cultura ancestral para reflexionar sobre la vida y los problemas contemporáneos de Noruega, por lo que son calificadas además de dramas burgueses: Una Quiebra (1857), Recién casados (De nygifte, 1865), El periodista (Redaktören, 1874), El rey (1877), El nuevo sistema (1878), Leonarda (1879) o Un Guante (1883); trabajos que presentan a menudo una polémica innecesaria y donde se fuerza en exceso la función simbólica de los personajes. Por otro lado, su mejor drama y obra maestra es Mas allá de las fuerzas humanas (1883 y 1895), publicado en dos partes, la primera de las cuales, introduce la problemática de la fe del cristianismo, y la segunda trata de la relación entre obrero y empresario. Además escribió las narraciones y novelas La hija del pescador (1868), El Capitán Mansana (Kaptein Mansana, 1875) y Las Sendas de Dios (1889). Aparte de Mas allá de las fuerzas humanas, lo mejor de la producción de Bjørnson está integrado por las canciones y poesías intercaladas en sus obras dramáticas y novelas, son de gran calidad también los varios relatos menores escritos sin intención didáctica ni polémica y algunas comedias ligeras y agudas, como Amor y geografía (1885) o Cuando florece la vid nueva, escrita poco antes de su muerte en 1909. Bajo el título de Poesías y cantos (Digte og Sange) se recogen las innumerables poesías, baladas folclóricas y canciones que se encuentran diseminadas a lo largo de sus trabajos teatrales y narrativos, a las que se ha añadido la música de algunos compositores, como Grieg, y entre las que se halla la famosa "Sí, nosotros amamos este país" escrita en 1859 y que se convirtió en himno nacional noruego. En 1903 Bjørnson fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura.