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Badia i Leblich, Domènec o Domingo, "Ali-Bey" (1767-1818).

Espía y aventurero español, conocido también por su falso nombre de Ali-Bey. Nació en Barcelona el 1 de abril de 1767, y murió en Damasco (probablemente, asesinado) en 1818.

Vida

No se sabe si su formación escolar fue acorde con la disciplina pedagógica de aquel tiempo, aunque sí que estudió en la Junta de Comercio de Barcelona y en la Universidad de Valencia. En 1781 fue designado Administrador de Utensilios en la Costa de Granada; cuando contaba 26 años fue trasladado a Córdoba como Administrador de la Real Renta de Tabacos, y allí se dedicó al estudio de las ciencias (física, botánica, matemáticas, astronomía y geografía); fruto de estos primeros esfuerzos es el Ensayo sobre el gas y máquinas (1792), firmado con el seudónimo de Polindo Remigo, con una dedicatoria a Godoy. En 1798 publicó los Ensayos sobre la higrometría, de Horace Bénédict de Saussure, con dedicatoria al rey Carlos IV. Formuló las primeras observaciones científicas sobre el clima de Marruecos y Arabia, y tradujo también el monumental Dictionnaire des merveilles de la Nature, del científico francés Joseph Aignan Sigaud Lafond, cuya versión española fue editada por la Imprenta Real en 1800.

El 8 de abril de 1801 presentó a Godoy el plan del viaje a África, con objetivos científicos y políticos, acompañado de un memorial con carta geográfica. Este plan se inspira en el viaje de Mungo Park y los comentarios que a él hizo el mayor Rennell. Propuso, al igual que Park, la solución del disfraz para recorrer los territorios bajo el Islam; esta propuesta sería luego imitada por la mayoría de los viajeros por estos parajes, como Sir Richard Burton, que participó en la peregrinación a La Meca como mendigo persa; Gatell, llamado Kail Ismail, que recorrió Marruecos como renegado; y Oscar Lenz, que realizó el viaje de Tánger a Timbuctú como médico turco.

El plan de Badía obtuvo un fallo favorable por parte de un comité de la Real Academia de Historia del que formaban parte José de Guevara, José Cornide y Martín Fernández de Navarrete.

En 1802 se desplazó a Inglaterra con objeto de solicitar ayuda y comprar instrumentos para su expedición. Mantuvo allí contactos con Joseph Banks, Nevil Maskeleyne, José Mendoza y Ríos y otros hombres de ciencia.

El viajo comenzó en 1803, junta a Badía, que realizó el viaje como Alí Bey, príncipe de la familia de los Abassidas, viajaba el botánico Simón de Rojas Clemente, que se hizo llamar Nuhamet ben Alí. La expedición transcurrió por Marruecos, Libia, Chipre, Egipto, Arabia, Siria y Turquía y en el viaje Badía realizó numerosas observaciones de carácter científico: determinó las longitudes por observaciones alternativas, de las diferencias cronométricas de las distancias cronométricas entre las distancias lunares al Sol y a las estrellas, y de los eclipses de los satélites de Júpiter. En Fez y Tánger observó eclipses lunares y remitió sus datos a Joseph Llande para el cálculo de la longitud y la comparación posterior de las cifras con las suyas propias. Badía determinó la latitud por observación del paso del Sol y ciertas estrellas circumpolares sobre el meridiano. Hizo la mayor parte de dichas observaciones con un círculo reflectante, un telescopio acromático y dos cronómetros, todo ello de procedencia inglesa. Para las observaciones climáticas registradas en cada lugar usó un barómetro, un termómetro de Réaumur y un higrómetro de Saussure (o higrómetro de haz de cabellos). A lo largo del camino recogió muestras para una colección de historia natural, en la que figuraban plantas cuya descripción muestra su familiaridad con la botánica lineana.

Finalizado su viaje, Badía entró en París el 17 de abril de 1808 y por indicación expresa de Carlos IV, se puso al servicio de José I, Bonaparte y fue nombrado entonces Intendente de Sevilla, y, poco después, Gobernador de Córdoba. Al finalizar el reinado josefino, emigró a Francia, y allí redactó, a instancias del gobierno francés sus memorias (publicadas en 1813).

En la capital francesa planeó una nueva expedición que atravesaría África desde el Este al Oeste entre los paralelos 10-15º N. En esta expedición, bajo bandera francesa y con el nombre falso de Ali-Athman, salió en 1818, rumbo a Constantinopla, La Meca y San Luis de Senegal. Desde Constantinopla, Badía a París un paquete con observaciones astronómicas y meteorológicas y una libreta de notas sobre historia natural, en julio de ese año remitió nuevas observaciones desde Damasco, poco antes de su muerte.

En Damasco fue recibido por el bajá, que le hizo su huésped de honor. Según se cree, el bajá de Damasco, presionado por los servicios secretos del Imperio Británico, le envenenó el café tras ofrecerle un banquete de homenaje. De su muerte se dijeron muchas cosas, pero la más interesante sea quizá lo que dijo Lady Stamphone: «fue víctima del veneno de la envidia de los europeos». Su muerte dejó sin contestar numerosos interrogantes en torno a la lucha franco-inglesa por el dominio del norte de África y Próximo Oriente.

Entre sus libros figuran: Viaje de Ali-Bey-el-Abassi (D. Domingo Badía y Leblich) al Imperio de Marruecos; Viajes de Alí Bey por África y Asia durante los años 1803, 1804, 1805, 1806 y 1807.

Bibliografía

Fuentes

BADÍA LECLICH, Domingo: Voyages d´Ali Bey en Afrique et en Asie pendant les annés 1803,1804, 1805, 1806 et 1807, (París, J. B. B. De Roquefort, 1814).

Estudios

PÉREZ DE GUZMÁN Y GALLO, Juan: Viaje al interior de África de D. Domingo Badía y Leblich, Boletín de la Real Academia de Historia, 74, 153-163, 1919.
ROUSSIER, Paul: Les dernier projects et le dernier voyage de Domingo Badía (1815-1818), Revue Africaine, 71, pp. 36-112 y 300-374, 1930.

Autor

  • Thomas F. Glick