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LiteraturaBiografía

Bacchelli, Riccardo (1891-1985).

Poeta, narrador, ensayista y dramaturgo italiano, nacido en Bolonia en 1891 y fallecido en Monza en 1985. Por la extensión, variedad y riqueza de su producción literaria, que abarca todos los géneros y comprende una amplísima gama de registros temáticos y lingüísticos, está considerado como una de las figuras cimeras de las Letras italianas del siglo XX.

Vida.

Tras haber cursado estudios superiores de Letras en la Universidad de Bolonia, comenzó a forjarse como escritor en diferentes medios de comunicación en los que aparecieron sus primeras colaboraciones. Así, publicó varios trabajos en la revista La Voce, y fue uno de los fundadores de otra destacada publicación cultural, La Ronda. A los veinte años de edad dio a la imprenta su primera novela, titulada Il filo meraviglioso di Ludovico Cl (1911), opera prima en la que, a pesar de la juventud de su autor, ya aparece bien definida una característica que se mantendrá constante en el resto de la producción literaria de Bacchelli: el riguroso acopio de documentación sobre el que se asientan todos su textos.

A partir de la aparición de este libro, Riccardo Bacchelli se convirtió en uno de los autores más prolíficos del panorama cultural italiano. Sus poemarios, ensayos, novelas y estrenos teatrales le granjearon el reconocimiento unánime de todos los lectores italianos, ya que la diversidad de aspectos que aborda en su obra (desde el pasado histórico hasta la naturaleza de la condición humana, pasando por el discurso lírico, el divertimento irónico y la riqueza del vocabulario) atrajo sobre su figura la atención de cualquier tipo de receptor. Además, obtuvo también el reconocimiento de los intelectuales de su tiempo, plasmado en su elección como miembro de la Academia de Italia y de los Linces.

Obra.

En general, toda la obra literaria y ensayística de Riccardo Bacchelli constituye una profunda indagación sobre la condición humana, si bien la amplitud y diversidad de intereses culturales que anima al escritor boloñés complica considerablemente la tarea de fijar los temas centrales de tan vasta producción impresa. De ahí que, tal vez, el mejor elemento unificador a la hora de establecer algunas características comunes a todos sus escritos sea ese estilo brillante y ornamental que anima todos sus textos, estilo que se sirve de un elaborado lenguaje literario extraído de las más diversas canteras, desde el registro culto de la lengua hasta los giros dialectales y los términos de argot.

Por lo demás, su obra entronca con las principales tradiciones literarias del siglo XIX italiano, para ofrecer una recreación evocadora del pasado, profundizar en el análisis socio-político e indagar también en los acontecimientos culturales, siempre con esa finalidad de llegar a entender algo mejor la verdadera naturaleza del ser humano.

Poesía.

Alentado desde muy temprana edad por una acusada vocación literaria, Bacchelli leyó con avidez la obra de los grandes poetas italianos del siglo XIX, algunos de los cuales (como Manzoni y Carducci) habrían de dejar una marcada impronta en su producción original. Su poesía, que parte de su propia experiencia personal para acabar extrapolando dicha vivencia a una generalización universal sobre la condición del hombre, sigue para ello una curiosa trayectoria que pasa del discurso lírico a la meditación filosófica, dentro un marco de densas referencias culturales que, en cierta medida, acentúan el carácter conceptual de buena parte de esta producción poética. Entre los poemarios más celebrados de Bacchelli, conviene destacar los titulados Poemi lirici (Poemas líricos, 1914) y Parole d'amore (Palabras de amor, 1935).

Teatro.

En su faceta de autor dramático, el escritor boloñés no abandona esa densidad conceptual que está presente en su obra poética, aunque su gran habilidad en el dominio de los más variados géneros literarios le permite aligerar la posible sobrecarga de elementos culturales y filosóficos merced a la sutileza y el ingenio que saber verter en sus diálogos. Todo ello puede apreciarse en algunos de sus títulos teatrales más aplaudidos, como Amleto (Hamlet, 1919), L'alba dell'ultima sera (El alba de la última noche, 1949) y Nòstos (1957).

Ensayo.

Todas las preocupaciones intelectuales de Bacchelli que se han citado hasta ahora tienen cabida en su vasta producción ensayística, en la que el análisis de la historia, la literatura, la música y otras muchas disciplinas del saber ofrece el mejor acercamiento posible al pensamiento de este ilustre polígrafo. Entre los títulos más destacados dentro de este género, cabe recordar La congiura di Don Giulio d'Este (La conjura de Don Julio de Este, 1931), Confessioni letterarie (Confesiones literarias, 1932), Rossini (1954), Nel fiume della storia (En el curso de la historia, 1955) y Africa, fra storia e fantasia (África, entre historia y fantasía, 1970).

Narrativa.

Sin duda alguna, fue en el campo de la narración donde Riccardo Bacchelli consiguió sus mayores éxitos literarios, tal vez debido a que la propia configuración genérica de la novela se presenta como el molde más adecuado para albergar todas las inquietudes culturales, artísticas e intelectuales que preocupaban al escrito boloñés. Tras la publicación de su ya mencionada novela primeriza, Il filo meraviglioso di Ludovico Cl (1911), Bacchelli dio a la imprenta otras muchas narraciones que, desde el punto de vista temático, pueden agruparse en los siguientes apartados:

a) Novelas históricas (y testimonios novelescos de la historia contemporánea). Comprende los títulos siguientes: Il diavolo al Pontelungo (El diablo en el Pontelungo, 1927), una interesante recreación de la colonia anarquista de Locarno, en la que la figura central es el propio Bakunin; la espléndida trilogía cíclica titulada Il mulino del Po (El molino del Po, 1938-1940), compuesta por Dios te salve (1938), La miseria viene en barca (1939) y Mundo viejo siempre nuevo (1940); Il figlio di Stalin (El hijo de Stalin, 1953); e I tre schiavi di Giulio Cesare (Los tres esclavos de Julio César, 1958).

b) Novelas bíblicas. En este apartado se ubican las obras tituladas Il pianto del figlio di Lais (El llanto del hijo de Lais, 1945) y Lo sguardo di Gesù (La mirada de Jesús, 1948).

c) Novelas satírico-burlescas. Son de tono y contenido diverso, pero siempre marcadas por la ironía y el enfoque humorístico. Alguna de ellas, como la titulada La cometa (El cometa, 1949), sobresale por el alcance satírico de su prosa; otras, como Il progresso è un razzo (El progreso es un cohete, 1975), no son más que una fábula escrita en clave de burla; otras, como Lo sa il tonno (El atún lo sabe, 1923), se mueven en la esfera de la literatura fantástica y los significados figurativos, aunque siempre dentro de un plano irónico que hace posible el distanciamiento del autor y la plasmación de sus consideraciones morales; y otras, en fin, como Una passione coniugale (1930), parte de una anécdota particular en la vida de los personajes para abstraer consideraciones en las que pueda quedar reflejado el común de los mortales.

El molino del Po (1938-1940).

La obra maestra de Riccardo Bacchelli es una trilogía centrada en torno a una familia de molineros, los Scacerni, que protagonizan un siglo de la historia reciente de Italia: el período comprendido entre la retirada de las tropas napoleónicas de Rusia hasta la batalla del Piave, en la I Guerra mundial, en la que se enfrentó el ejército italiano con las huestes austro-alemanas. Se trata de una de las novelas cíclicas más célebres de la literatura universal del siglo XX, y constituye una impresionante reconstrucción histórica que, por sí sola, hubiera bastado para justificar el prestigio literario de Bacchelli. Constituida por tres entregas novelescas consecutivas -Dios te salve (1938), La miseria viene en barca (1939) y Mundo viejo siempre nuevo (1940)-, desarrolla el argumento siguiente:

Con la herencia del capitán Mazzacorati -un oficial del ejército de Napoleón-, su asistente Lazzaro Scacerni levanta un molino a su regreso a Italia. El padre de su reciente esposa le complica en diferentes causas políticas, por lo que el resto de su vida transcurre envuelto en estas agitaciones. La saga continúa con su hijo Giuseppe, llamado "Conejo fantasma", quien se olvida de la honradez de su padre para acrecentar las propiedades heredadas de éste (entre ellas, el famoso molino). El hijo de Giuseppe, Lazzarino, recupera la antigua dignidad del abuelo, pero muere prematuramente después de haber abrazado la causa de Garibaldi. A esta desgracia se suman los efectos devastadores de una inundación que arrasa el molino, por lo que "Conejo fantasma" enloquece. El resto de su familia queda sujeto a los avatares sociales del cambio de siglo, en medio de grandes dificultades económicas. Finalmente, un niño adoptado por uno de los hijos de "Conejo" muere en la batalla de Piave, con que lo que se pone fin a la saga de los Scacerni.

Autor

  • JR.