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Andrés de Uztarroz, Juan Francisco (1606-1653).

Poeta, historiador, jurista, polígrafo y erudito español, nacido en Zaragoza en 1606 y fallecido en Madrid 1653. Hombre de vivas inquietudes intelectuales, fue nombrado cronista del Reino de Aragón en 1646 y, poco después, cronista del rey Felipe IV, y destacó a lo largo de toda su vida por su fecunda actividad como poeta, historiador, anticuario, arqueólogo, numismático y coleccionista. Sobresalió también por su brillante papel de editor y animador cultural dentro del círculo literario de prócer y mecenas aragonés Vincente Juan de Lastanosa (1606-1685).

Vida y obra

Nacido en el seno de una familia acomodada, siguió los pasos profesionales de su progenitor (el jurista Baltasar Andrés de Uztarroz) y cursó estudios superiores de Leyes para doctorarse in utroque iure (derechos Civil y Eclesiástico). Pero pronto dio muestras de una acusada inclinación hacia la creación literaria que le llevó a interesarse por las principales corrientes estéticas de su tiempo, y muy señaladamente, por la tendencia culterana inaugurada por el cordobés Luis de Góngora. En opinión de la crítica especializada, como poeta no pasó de discreto, aunque gozó de cierto prestigio literario en su entorno aragonés, donde se honró con la amistad de otro de los grandes autores del círculo de Lastanosa, el jesuita bilbilitano Baltasar Gracián (1601-1658). Sus primeros poemas impresos aparecieron en 1640 bajo el pseudónimo de Gastón Daliso de Orozco, incorporados como segunda parte a la edición zaragozana de la obra de Antolínez de Piedrabuena titulada Universidad de Amor, y escuelas del interés. Verdades soñadas, o sueño verdadero, al pedir de las mugeres [sic] (Madrid: Viuda de A. Martín, 1638) [Segunda parte de la Universidad de Amor y Escuela del interés (Zaragoza, 1640)]. Dos años después, dio a la imprenta su Panegyrico sepulcral a la memoria pósthuma de don Thomás Tamayo de Vargas (Zaragoza: Vergés, 1642), y, al cabo de otro bienio, volvió a los tórculos como recopilador y editor de la obra titulada Certamen poético de Nuestra Señora de Cogolluda, ilustrado con una breve chronología de las imágenes aparecidas de la Virgen Sacratíssima en el Reino de Aragón (Zaragoza: Hospital de Nuestra Señora de Gracia, 1644), donde aparecieron las composiciones poéticas que el propio Andrés de Uztarroz había presentado a dicho certamen.

A mediados de aquella década de los años cuarenta, el erudito zaragozano recopiló y editó, asimismo, los poemas presentados al certamen literario que dio lugar al Obelisco histórico, i honorario, que la Imperial Ciudad de Zaragoza erigió a la inmortal memoria del Sereníssimo Sr. D. Baltasar Carlos de Austria, Príncipe de las Españas (Zaragoza: Hospital de Nuestra Señora de Gracia, 1646), volumen en el que también figuran los versos originales de Andrés de Uztarroz compuestos para la ocasión expuesta en su prolijo título. Pero, al margen de estas obras en las que se funde su papel de editor con sus inquietudes creativas, sin duda alguna su aportación original más importante a la poesía española del siglo XVII fue el poemario -inédito en su tiempo- titulado Aganipe de los cisnes aragoneses celebrados en el clarín de la fama por Juan Francisco Andrés de Uztarroz ([s. l.], 1781), que no mereció los honores de la imprenta hasta que el jurisconsulto y naturalista ilustrado Ignacio de Asso, consciente de la valiosísima información que atesoraba acerca de los poetas aragoneses del Siglo de Oro, decidió estamparlo en Amsterdam a finales del siglo XVIII.

En el último cuarto del siglo XIX, en el número VI de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, vieron la luz nuevos versos inéditos de Juan Francisco Andrés de Uztarroz, reunidos bajo el título de Memorias panegíricas que escribió en el fallecimiento del Dr. Bartholomé Juan Leonardo de Argensola (Madrid: Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1876). Otros trabajos poéticos menos conocidos del vate aragonés son los incluidos en el Cancionero de 1632 -en el que se cree que actuó también como recopilador-, en el volumen titulado Mausoleo (1636) -dedicado a glosar la memoria de su padre-, y en otra obra colectiva presentada bajo el epígrafe de Certamen poético de la Universidad de Zaragoza por don Pedro Apaolaza (1642). Además, se valió tanto del verso como de la prosa para dejar constancia impresa de la admiración que sentía por la bella mansión habitada por el citado Lastanosa, lugar de cita obligada para todos los escritores e intelectuales de la región y foco de ebullición en el que se cocieron algunas de las obras maestras de la literatura y el pensamiento españoles de mediados del siglo XVII. Combinando con inspiración y rigor poesía e historia, Andrés de Uztarroz transformó dicha admiración en una amena y precisa Descripción de las antigüedades i jardines de don Vincencio Juan de Lastanosa (Zaragoza: Diego Dormer, 1647), en la que elogiaba la sabia combinación entre arte y naturaleza que el mecenas exhibía en los alrededores de su casa. La única versión impresa que se conserva de esta obra -id est, la recién citada- sólo recoge los textos en prosa.

Según el teólogo y bibliógrafo zaragozano Félix de Latassa y Ortiz(1733-1805), Juan Francisco Andrés de Uztarroz también fue autor de una Descripción de los reyes de Aragón por el orden que están en la Sala de la Diputación (1634), en la que glosaba los retratos pictóricos que adornaban el palacio de la Diputación del Reino -desaparecidos en la Guerra de la Independencia española, durante el sitio de Zaragoza-, siguiendo las inscripciones latinas que había redactado en el siglo anterior el escritor e historiador -también zaragozano- Jerónimo de Zurita (1512-1580). El manuscrito de esta obra de Andrés de Uztarroz, perdido durante siglos, fue hallado recientemente y editado en 1979.

En su condición de poeta culterano, el polígrafo aragonés -que presidió la Academia de los Anhelantes- dejó un irregular legado lírico en el que puede apreciarse su predilección por el detalle minucioso y el dato anecdótico, siempre dentro de esas coordenadas gongorinas que, en un plano teórico, le llevaron incluso a redactar una serie de enmiendas -todavía inéditas- a las anotaciones y comentarios de Salcedo Coronel (1592-1651) y Pellicer (1602-1679) sobre las obras del gran poeta cordobés. Dentro de esta faceta crítica, Andrés de Uztarroz llevó su fidelidad a los postulados culteranos hasta el extremo de polemizar con Quevedo (1580-1645), a quien refutó las tesis que había impreso en los prólogos de sus ediciones de los poemas de Fray Luis de León (1527-1591) y Francisco de la Torre (s. XVI); además, el erudito zaragozano escribió un Antídoto contra la obra quevedesca titulada Aguja de navegar cultos (1631), en la que el poeta madrileño arremetía feroz y sarcásticamente contra el ya difunto creador del culteranismo.

En su faceta de historiador, Andrés de Uztarroz no ocultó su interés por los trabajos del ya mencionado Jerónimo de Zurita, al que emuló en el propósito de escribir unos Anales aragoneses que, en la pluma del poeta y jurista, no pasaron de meros borradores. Dejó, asimismo, en boceto una interesante Biblioteca de Autores Aragoneses, y una biografía incompleta de Carlos V. También llevó al terreno de la historiografía sus labores de editor, que le permitieron dar a la imprenta las Coronaciones de los Sereníssimos Reyes de Aragón (Zaragoza: Dormer, 1641), del cronista del Reino de Aragón Jerónimo de Blancas (¿-1590); pero, sin duda alguna, su trabajo más notable como historiador es el volumen titulado Progresos de la historia en el Reino de Aragón y elogios de Don Gerónimo Zurita (de 1648, pero editado en 1680), dividido en dos partes que recogen, respectivamente, el relato del gran historiador aragonés hasta finales del siglo XVI, y los escritos posteriores de Blancas, Martel, Lupercio Leonardo de Argensola, José Pellicer y otros cronistas del reino.

Llamado a la Corte en calidad de cronista del rey Felipe IV, falleció allí en 1653, después de haber dejado otros libros como Diseño de la insigne i copiosa bibliotheca de Francisco Filhol (Huesca: Larumbe, 1944); Segunda parte de los Anales de la Corona, y Reyno de Aragón [...], que prosigue los del Dr. B. Leonardo de Argensola desde el año 1521 hasta el 28 (Zaragoza: Her. de P. Lanaja, 1663); y Auto del nacimiento de Cristo Nuestro Señor.

Bibliografía

  • ALVAR, M. [dir.] Literatura. Enciclopedia Temática Aragonesa (Zaragoza: Ediciones Moncayo. 1988).

  • ARCO Y GARAY, R. del. La erudición española en el siglo XVII y el cronista de Aragón Andrés de Uztarroz (Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1950), 2 vols.

  • ANDRÉS DE UZTARROZ, J. F. Certamen poético (Zaragoza, 1986). [Ed. de A. Egido y A. San Vicente].

  • GATES, E. J. "An unpublished autobiographical poem by Andrés de Uztarroz", en Homenaje a Antonio Rodríguez Moñino (Madrid: Castalia, 1966), vol. I, págs. 179-192.

  • GATES, E. J. "Los «Comentarios» de Salcedo Coronel a la luz de una crítica de Ustarroz", en Nueva Revista de Filología Hispánica (Madrid), XV (1961), págs. 217-228.

  • GATES, E. J. "Poetic compositions by Andrés de Uztarroz in honor of a Novice", en Homenaje a John M. Mill (Indianápolis, Indiana [U.S.A.]: Indiana University, 1968), págs. 19-44.

  • GATES, E. J. "An unpupublished «Entremés» by Andrés de Uztarroz", en Homenaje a William L. Fichter (Madrid, 1971), págs. 229-239.

Autor

  • J.R. Fernández de Cano